lunes, 25 de marzo de 2024

Real Colegiata de san Isidro y Ntra. Sra. del Buen Consejo



  La Parroquia de Nuestra Señora del Buen Consejo y san Isidro, también llamada Real colegiata de san Isidro, es un templo católico situado en el casco histórico de Madrid, en el número 37 de la calle Toledo.
  Fue la catedral de Madrid hasta 1993, año en el que abrió sus puertas la catedral de la Almudena.


  La colegiata fue construida en el siglo XVII como iglesia del antiguo Colegio Imperial de la Compañía de Jesús, que se encuentra anexo al edificio. en esta se custodian los restos mortales de san Isidro, patrón de Madrid, y de su esposa, santa María de la Cabeza.

  El templo es un diseño de Pedro Sánchez de 1620. las obras, que comenzaron dos años después, fueron dirigidas por este arquitecto hasta 1633 y continuadas posteriormente por Francisco Bautista y Melchor de Bueras, quienes finalizaron la construcción en 1664.



  La iglesia sustituyó a la parroquia de san Pedro y san Pablo, del siglo XVI, que fue demolida, junto al primitivo Colegio Imperial, siguiendo las instrucciones dejadas en su testamento por María de Austria (1528-1608), hija de Carlos I. la emperatriz legó su fortuna a la Compañía de Jesús con el propósito de que se construyera un edificio de nueva planta sobre el solar de la iglesia derribada.



  El templo fue consagrado el 23 de septiembre de 1651, trece años antes de su conclusión, quedando abscrito a la citada orden religiosa e inicialmente advocado a san Isidro, coincidiendo con el traslado del cuerpo del santo desde la iglesia de san Andrés, donde se custodiaba desde el siglo XVI en la Capilla del Obispo. También fueron trasladadas las reliquias de santa María de la Cabeza.

  
Su interior fue entonces reformado por Ventura Rodríguez, que proyectó un nuevo presbiterio y el retablo del altar mayor, además de una rica decoración.
 
  En 1885, con la constitución de la diócesis de Madrid, pasó a ser la catedral provisional de esta ciudad, rango que ostentó hasta 1993. En 1936. el edificio fue incendiado nada más comenzar la Guerra Civil Española. El fuego destruyó numerosas obras de arte, entre ellas el retablo de Ventura Rodríguez, así como lienzos de Ricci o Luca Giordano. El incendio también provocó el hundimiento de la cúpula, la primera encamonada de la arquitectura española (estructura de madera -a base de camones- y casquete de yeso colgado).
 

  Desde 1978 es sede canónica de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y María Santísima de la Esperanza Macarena, que recoge el testigo de estas dos devociones sevillanas y efectúa su salida procesional en la tarde de Jueves Santo.
 
 

 
 

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