martes, 26 de marzo de 2019

Siempre hemos vivido en el castillo. Shirley Jackson


Sergey Sudeikin


Shirley Jackson (San Francisco 1916-Bennington 1965) estudió en la Universidad de Syracuse. En 1948 publicó su primera novela, The Road Through the Wall, y el cuento "La lotería", un clásico del siglo XX. Su obra que también incluye las novelas Hangsaman (1951), The Bird's Nest (1954), The Sundial (1958) y La maldición de Hill House (1959), así como los ensayos autobiográficos Life Among the Savages (1953) y Raising Demons (1956) -ha ejercido una gran influencia en A.M. Homes, Stephen King, Jonathan Lethem, Richard Matheson y Donna Tartt, entre otros escritores. En 1962 publicó Siempre hemos vivido en el castillo. En 2010, la prestigiosa Library of America reunió algunas de sus obras más significativas en un volumen al cuidado de Joyce carol Oates.

Criticada y desplazada desde pequeña por su madre Gerardine, Jackson siempre se sintió sola y extraña, definiéndose a sí misma como una outsider. En uno de sus ensayos escribe -"Cuando empezaba a escribir historias y esconderlas en el escritorio solía pensar que nadie había estado nunca tan solo como yo estaba, y solía escribir sobre gente solitaría...Pensaba que yo estaba loca y que escribiría sobre como los únicos sanos son quienes están condenados como locos y como el mundo es cruel y estupido y temeroso de la gente que es diferente".
 
 
Sergey Sudeikin


   Me llamo Mary Kattherine Blackwood. Tengo dieciocho años y vivo con mi hermana Constance. A menudo pienso que con un poco de suerte podría haber sido una mujer lobo, porque mis dedos medio y anular son igual de largos, pero he tenido que contertarme con lo que soy. No me gusta lavarme, ni los perros, ni el ruido. Me gusta mi hermana Constance, y Ricardo Plantagenet, y la Amanita phalloides, la oronja mortal. El resto de mi familia ha muerto.
   La última vez que eché un vistazo a los libros de la biblioteca que estaban en el estante de la cocina me di cuenta...(Pág. 9)

   (...) Nuestra casa era un castillo con torreones, abierto al cielo...(Pág.169)



 Autora: Shirley Jackson
Título original: We Have Always Lived in the Castle
Traducción: Paula Kuffer
Editorial Minúscula,S.L.
Edición 2012
Nº de páginas: 204


 

La novela gira en torno a las hermanas Blackwood y su tío Julián, que va en silla de ruedas y escribe y reescribe sus memorias. Los tres viven en la mansión familiar donde seis años atrás el resto de la familia murió envenenada. Los habitantes del pueblo siempre les han odiado, según nos cuenta Mary Katherine, la hermana pequeña y narradora, y acusan a su hermana Constance del envenenamiento a pesar de haber sido absuelta por las autoridades. En esta historia se va perdiendo el juicio hasta que hacer lo correcto deja de tener sentido. Ésta es una novela de terror, un terror íntimo que nos deja con el sabor amargo de lo que rodea a una verdad velada.

 
Ivan Kramskoy. 1866


Cuando el viento grita
y su eco le hace sombra
bailan los árboles
mientras despeinan sus ramas,
el suelo se cubre de ropajes
y los cuerpos de madera
sudan savia 
obligando a desvestirse
 hasta a la Luna 
mientras el aullido del sol 
es cómplice del amor vagabundo
cobijado bajo el manto de las estrellas.
 



jueves, 21 de marzo de 2019

Por sendas de montaña. Matsuo Bashó




Por sendas de montaña
encontré algo sublime
la silvestre violeta.
                      Matsuo Bashó


Matsuo Bashó (1644-1694) esta considerado no solo como el mejor haijin o poeta de haiku de Japón, sino también como el mejor poeta japonés. Su figura, en el ámbito mundial de las letras -y en esta hora de universalización del haiku- cobra una relevancia inesperada. 
   Gracias a Bashó el haikai- como en su tiempo se llamaba a lo que ahora es el haiku- dejo de ser un entretenimiento literario divertido e intrascendente (juegos de palabras, motivos triviales, rivalidades de escuelas, servidumbre entorno al kigo o palabra de estación...) para convertirse en un canto -sensible y espiritual a la vez- dirigido a la vida; quiero decir: a la vida de la naturaleza inserta en la vida cósmica, ahí donde palpita como nexo la vida humana. La trascendencia y la sacralidad de lo viviente hallan un cauce de expresión en el haiku la percepción del instante se plasma concisamente en el haiku sobre un fondo de universo.
   Bashó nació y se educó como samurái. A sus veintitrés años pasó a ser rónin, ante la muerte de su señor feudal Yoshitada; pero en vez de seguir el camino de las armas, se orientó por el de las letras. Estudió clásicos chinos, Zen y las doctrinas de Confucio, y se hizo monje itinerante.




    Uno tras otro,    
caen pétalos de rosa
al son de la cascada.
                  Matsuo Bashó 



Fernando Rodríguez-Izquierdo y Gavala (Sevilla, 1937), gruduado en Lengua y Cultura Japonesas por la Universidad de Sophia de Tokyo en 1965 y profesor titular de Filología Hispánica en la Universidad de Sevilla de 1975 a 2006, es uno de los más reputados traductores de haiku y de kiteratura japonesa en español. En 1996 recibió el Premio Internacional NOMA de Traducción del Japonés al Español por su traducción de El rostro ajeno, de Abe Kóbó y en 2006 el Gobierno japonés le otorgó la Orden del Sol Naciente por su labor de difusión de la cultura japonesa.
 


 Autor: Matsuo Bashó
Título de la antología: Por sendas de montaña

Selección, traducción, introducción y notas: Fernando Rodríguez-Izquierdo
Colección: Maestros del Haiku -1
Satori Editores

Edición: 2016
Nº de páginas: 153
Edición bilingüe




Viento menguante:
se esconde en los bambúes
para calmarse.
                         Matsu Bashó
 
  
Lin Fengmian


Sobre los tréboles
brilla el rocío: no cae,
tan sólo se cimbrea.
                       Matsu Bashó




 Al olor del ciruelo,
sale de pronto el sol
por sendas de montaña.
                           Matsuo Bashó