sábado, 31 de octubre de 2015

Aranjuez


Estación de tren de Aranjuez


Fuente de inspiración para artistas, los jardines de Aranjuez constituyen un inmenso espacio en el que arte y naturaleza se fusionan en un armonioso paisaje.
  Al sur de Madrid, este evocador paraje, plagado de fuentes, esculturas y árboles centenarios nos trasmite sensaciones y aromas en las cuatro estaciones del año.

Jardín de la Isla

 
  

El Jardín de la Isla, junto al Palacio y rodeado por la placidez de las aguas del Tajo, se extiende este jardín, considerado como el más importante y característico de la época de los Austrias (siglo XVI). Ninfas de mármol blanco adornan la escalinata por la que se accede a este fresco vergel, donde la reina Isabel II acostumbraba a pasear.
 Al despliege de olores  que desprende el boj y que impregna los senderos dispuestos en cuadrícula, le acompaña el rumor, saltarín y constante, de las fuentes y los pequeños saltos de agua. un paseo por este jardín invita a perderse por los íntimos rincones ornamentados con esculturas mitológicas que embellecen todavía más esta sugerente isla.




Santiago Rusiñol (Barcelona, 25 de febrero 1861 - Aranjuez, donde falleció mientras pintaba sus famosos jardines, 13 de junio de 1931), pintor, escritor y dramaturgo español.
  Su pintura está muy influida por los impresionistas y tiene temática paisajista, tanto rural como urbana, retratos y composiciones simbólicas de inspiración modernista. En las etapas finales solo pintaba paisajes, especialmente de los Reales Sitios como Aranjuez y la Granja.


El Emparrado se encuentra en el extremo nordeste del jardín, es una zona de huerta cerrada al público, antiguamente se cultivaban fresas, espárragos y otras hortalizas para abastecimiento de Palacio.
 


Joaquín Rodrigo escribió el primer concierto  para guitarra y orquesta de la historia de la música, inspirado en los jardines del Palacio Real de Aranjuez. El maestro describe el concierto como la captura de "la fragancia de magnolias, el canto de los pájaros y el chorro de las fuentes" de los jardines de Aranjuez.


Más de medio siglo después se ha convertido en una de las piezas más interpretadas de la historia de la música y la obra de arte que más ha contribuido a universalizar el nombre de Aranjuez. Joaquín Rodrigo fue Amotinado Mayor, Hijo Adoptivo y Medalla de Oro de Aranjuez. Sus restos mortales reposan en el cementerio Municipal Santa Isabel de Aranjuez pudiéndose visitar.

Jardín del Parterre una pequeña puerta enrejada  introduce al visitante en este jardín, ubicado delante de la fachada del Palacio, y abre ante sus ojos un sinfín de caminos en marcados por setos recortados en equilibrio geométrico, según cánones franceses de la época. 
 
  Ficha técnica: Siglo XVIII    Monarca Felipe V    Arquitecto Marchand    Jardinero Esteban de Boutelou    Extensión 2 hectáreas




Casa de Oficios
Casa de Caballeros
Su función era la del mantenimiento y administración del Real Sitio y alojamiento, especialmente en época de las jornadas reales. Ambas construcciones aparecen unificadas hacia la plaza de San Antonio, aunque responden a distintos momentos.
 
  La Casa de Oficios fue proyectada por Juan de Herrera, prolongándose su construcción durante el siglo XVII. Estas fases no concluyen hasta el siglo XVIII, período en el que se da fin a la Casa de Caballeros, sobre los planos de Gómez de Mora (siglo XVII), bajo la dirección de Santiago Bonavía y sus sucesores Marquet y Serrano.
 


 El comedor de gala, fue encargada por Fernando VI a mediados del siglo XVIII, como Sala de Conversación. Es un magnífico ejemplo de la integración de las artes, de un refinamiento y exquisitez propio del estilo Rococó. La sala pretende ser un compendio de las cualidades que distinguen al monarca, representadas en los medallones y las alegorías de la bóveda, con los cuatro continentes. Su autor Jacopo Amigoni también diseñó el magnífico pavimento de estuco.
 
 Los lienzos de Corrado Giaquinto narrán la vida de José, elegido como modelo de prosperidad y buen juicio.
 
 El mobiliario y la boiserie de caoba corresponden al reinado de Fernando VII, así como los dos relojes monumentales con calendario y música de órgano en su interior.




Plaza de San Antonio
Es un ejemplo del gusto barroco por los grandes espacios urbanos, surgidos a partir de la ordenación geométrica de los distintos elementos arquitectónicos. Diseñada por Bonavía en 1750 durante el reinado de Fernando VI, servía de conexión entre el Palacio Real de Aranjuez y el entramado urbano que se estaba construyendo hacia el sur.
  La galería porticada más cercana al recinto palaciego da continuidad a las fachadas de la Casa de Oficios y de la Casa de Caballeros, edificios que ocupan el lateral occidental de la plaza a la que abren sus bellos soportales.
 

Real iglesia de san Antonio

La Real iglesia de San Antonio, proyectada por Santiago Bonavía en 1750. Se integra en la formación de la plaza de San Antonio, la primera de las iniciativas de la expansión urbana del Real Sitio. Se concibió como Capilla Real, ocupando el punto de fuga de la Plaza y asimilándose al sistema de arquerías que articulan el gran espacio, mediante un juego de curvas y contra-curvas. Se encuadra en un urbanismo cortesano donde la influencia italiana es patente, debido en gran parte al autor del proyecto. A esta influencia responde su concepto de planta circular centralizada, subrayada por la cúpula.



Teatro real Carlos III, el edificio del teatro fue construido en el año 1768 por el rey Carlos III. El arquitecto que llevó a cabo el trabajo fue Jaime Marquet. El edificio tenía una fachada porticada con cinco arcos de ladrillo, y en el frontispicio se puso un grabado con la inscripción de Juan de Iriarte, Oficial Mayor de la Secretaría de Estado, que dice textualmente: "Rudos deliciis urbana adjecta. Voluptas Jussu CAROLI TERTII. Anno MDCCLXVIII". Su traducción viene a decir algo así como que en Aranjuez se unen las delicias del campo con los placeres de la ciudad, el rey que lo mandó construir y el año de la inauguración.
 
  Dada la cercanía del rey, no se escatimó en gastos, y se hizo que aquel fuera un magnifico edificio diseñado con gran esmero. La bóveda interior contaba con frescos de grandes artistas. El teatro estaba dividido en cuatro plantas: platea, palcos, anfiteatro y alta, y contaba también con un escenario y dos salas de tertulia. Tenía una capacidad para unas 500 personas y allí se representaron durante años óperas, comedias y dramas.
 
  Su inauguración tuvo lugar el 14 de mayo de 1769, a la cual asistió el rey Carlos, doña María Luisa de Borbón y toda la familia real, ocupando el correspondiente palco Real. Después en los años 1828 y 1847, se realizan diversas restauraciones con pinturas de Felipe Reyes y bustos de autores dramáticos.

Plaza de la Constitución

Ayuntamiento de Aranjuez



Mercado de abastos, obra del arquitecto Enrique Sánchez Cedeño, realizada por iniciativa municipal.
  Responde a los modelos de la arquitectura del hierro, combinado con el juego de materiales, (ladrillo y piedra de Colmenar) tan característicos de la arquitectura de Aranjuez y siguiendo una tradición hispana. Los cajones del mercado, dispuestos perimetralmente, definen un espacio abierto al interior.


Cocheras de la Reina Madre Isabel de Farnesio, edificio civil construido por Fernando VI (1758) para caballerizas de su madrastra Isabel de Farnesio. También llamado Palacio de la Reina Madre.
  Encargado a Jaime Marquet, albergó las cocheras reales, posteriormente fue convertido en oficinas de la Real Yeguada y después en el Colegio María Cristina. es reconstruida por González Velázquez a partir de 1814. Se organiza mediante crujías en torno a dos patios, el exterior mantiene el modelo de grandes vanos dispuestos simétricamente en altura y subrayado mediante impostas la horizontalidad del urbanismo de Aranjuez.
  Desde 1992 es Centro Cultural y sede de la Universidad Felipe II, con auditorio, biblioteca, archivo, sala de exposiciones, universidad popular, aulas, oficinas y delegaciones municipales.




La iglesia de Nuestra Señora de las Angustias, edificio religioso construido por Cristóbal Rodríguez de Xarama, en fechas anteriores a la traza del casco urbano en el siglo XVIII.
  Era la antigua parroquia de Alpajés, población luego asimilada por Aranjuez. En su diseño interior trabajaron Santiago Bonavía y Alejandro González Velázquez. Responde a una arquitectura clasicista encuadrada en la escuela madrileña, basada en el juego del ladrillo y piedra de Colmenar. 
 La fachada se realza mediante el elemento heráldico y la disposición superpuesta de acceso y vano a los pies para la iluminación de la nave. Planta de cruz latina, con escaso desarrollo de los brazos del crucero inspirada en el modelo de II Gesu (Roma).


Estación de ferrocarril de Aranjuez




viernes, 30 de octubre de 2015

Aranjuez mon amour


Palacio Real de Aranjuez



El Palacio Real es uno de los edificios más atractivos del clasicismo. Su alegre arquitectura de ladrillo rosado y piedra blanca de Colmenar desvela la cara menos conocida de la monarquía española: amable, culta, festiva.
 

El origen del Palacio Real se remonta al año 1581 cuando el rey Felipe II ordenó su diseño y construcción al arquitecto Juan Bautista de Toledo, labor continuada por Juan de Herrera, que plantearon un edificio cuadrado en torno a un patio, flanqueado por dos torres rematadas en cúpulas.
 

 
El Salón de baile, ocupa un lugar destacado en el eje central del Palacio, sirviendo de conexión entre las habitaciones del rey y de la reina. Se prolonga en una amplia perspectiva exterior por el Jardín del Palterre, hasta la iglesia de Alpajés.
Su decoración responde también a la reforma isabelina. Fue entonces cuando lo habitaron como pieza de café, al colocarse una colección de espejos de marco dorado y varios divanes de seda en capitoné.
Las consolas que pueden verse hoy son de estilo Rococó, con jarrones y pebeteros del artista francés Thomire. Los tapices de emparrados fueron tejidos en Bruselas hacia 1625.


 
Estas enmarcaban la fachada principal formando detrás dos pequeños jardines adosados y cerrados a los que el palacio abría mediante galerías. Su originalidad nace de la unión de las tradiciones de las casas castellanas, de raigambre militar y las villas italianas, que dan mayor importancia a la relación de la arquitectura con el entorno y espíritu propio de un lugar de descanso y recreo.



Tras un incendio acontecido en 1748, Felipe V ordenó su reconstrucción continuada por el arquitecto italiano Bonavía, autor de la fachada en tiempos de Felipe VI. Finalmente, Sabatini, para acoger a la extensa familia de Carlos III, realiza la última ampliación añadiendo dos alas perpendiculares a la fachada principal. Destaca el frontón  con el escudo de Fernando VI, sobre el que están colocadas las estatuas de los reyes Felipe II, Felipe V y Fernando VI. 
 
Cascada de las Castañuelas



Fuente de Hércules y la Hidra

Felipe IV manda construir a José de Villarreal y Bartolomé Zumbido esta fuente. Colocada sobre un zócalo y una basa de jaspe negro, con una gran taza y pedestal, la estatua representa a Hércules y la Hidra, segundo trabajo de Hércules que consistió en matar a este monstruo creado por Juno. Hércules intentó combatirla con la maza, pero viendo que de cada cabeza machacada surgían dos, decidió cauterizar los cuellos descabezados y así consiguió someterla. 



Sinfonía de sonidos envolventes, las fuentes monumentales de Aranjuez de los jardines rebosan agua en sus vasos y sonidos refrescantes de chorros y cascadas; sumado al arte de sus tallas de piedra, plomo, bronces, los amarillos, ocres, dorados, rojizos y verdes del paisaje de fondo y la ingeniería hidráulica en forma de juegos de agua que brotan por sus caños, sitúan a esta ciudad como punto de jornada y contemplación, estudio de sus prodigios, aventura de la mente y deleite del alma. El corazón de agua y piedra de un paisaje soñado oído y vivido, elogiado por intelectuales, artistas y viajeros.


Fuente del Niño de la Espina, Jardín de la Isla

Esta fuente representa un atleta en actitud de sacarse una espina clavada en su pie izquierdo. Se trata de una copia del original que se encuentra en el Vaticano. Las cuatro columnas de mármol de Carrara con capiteles corintios están coronadas por cuatro "Arpias", (perversos seres mitológicos que robaban el alma a los niños).





Fuentes de las Nereidas, Jardín del Parterre


Fuente de la diosa Ceres




La fuente de Ceres, diosa protectora de la agricultura, se representa con espigas de trigo y el saco de la abundancia que simboliza la riqueza de las huertas de Aranjuez. Aparece sentada, con una antorcha en una mano y un ramillete de adormideras en la otra.