sábado, 18 de octubre de 2025

El promontorio del sueño. Víctor Hugo

 El promontorio del sueño, es el nombre de una montaña de la luna. Este nombre da título a una breve a una breve obra escrita por Víctor Hugo en 1863, surgida como un resto de su estudio sobre William Shakespeare, publicado un año después, en pleno exilio en la isla anglonormanda de Guernesey. El promontorio como metáfora del genio une ambos textos, y si el estudio sobre Shakespeare es un manifiesto romántico de la idea de la literatura que abarca siglos de historia desde una vastísima mirada, el que ahora nos ocupa penetra en profundidad en el gran tema pendiente en la cultura europea: la imaginación y su relación con el acto creador.
 
 La obra comienza con el recuerdo de un hecho acaecido veintinueve años antes: el poeta vaga por las calles de París, y en el Observatorio es invitado por el célebre astrónomo François Arago a contemplar la luna a través de un telescopio. 
 
 Una imagen fotográfica captó en toda su grandiosidad al Víctor Hugo del exilio: sentado en lo alto de una roca, su figura diminuta se perfila a semejanza del mismo peñasco inmenso. De espaldas al mar que se adivina en toda su amplitud y apertura, el poeta parece confabulado con una naturaleza que decide elevarlo hasta dimensiones gigantescas. El paisaje es salvaje, pero en nada atenta a la elegancia de su vestimenta. Antes bien, ambos, naturaleza y poeta, parecen encontrarse en una mutua comodidad. Victoria Cirlot 
 

Autor: Víctor Hugo
Título original: Le promontoire du songe (Promontorium somnii)
Prólogo: Victoria Cirlot
Ediciones Siruela, S. A.
Nº de páginas: 118
ISBN: 978-84-9841-070-9
 

El cielo es el libro de Dios, había escrito en una carta a su hija Leopoldine en 1837, actualizando la  antigua metáfora del "libro de la naturaleza" y sumándose a la exigencia de los románticos, como Novalis, de alcanzar su desciframiento jeroglífico.
 
Parroquia de san José. C/.Alcalá, 43. Madrid
 
Virgen de la Candelaria, santa Rita, san Pancracio y santo Niño del Remedio

 La contemplación del cielo provocaba en Hugo un hondo sentimiento religioso; de ahí admirara los conocimientos astronómicos de Arago, pero también que se extrañara de su ateísmo: "Arago era un gran astrónomo. Pero lo inaudito es que miraba sin cesar el cielo y no creía en Dios..."
 
Aquí estuvo la iglesia del convento de san Hermenegildo donde Félix Lope de Vega cantó misa en 1614


"Cuando alcanzaba la cima de uno de los lados bajos del monte, la luna, la luna llena, redonda y resplandeciente, que se eleva de cobre en las llanuras y de oro en las montañas, apareció de pronto ante mí", escribía en octubre de 1839 después de haber seguido el Camino de los Filósofos en Heidelberg, una de las etapas por el Rin.
 

 Esta cima del Sueño es una de las cumbres que domina el horizonte del arte. De ahí fluye toda una poesía singular y especial. Por un lado lo fantástico risueño. Es desde esa cima desde donde levantan el vuelo las oceánides de Esquilo, los querubines de Jeremías, las ménades de Horacio, las larvas de Dante, los endriagos de Cervantes, los demonios de Milton y los bufones de Moliére. 
 Este promontorio del sueño sumerge a veces con su sombra a todo un genio, antaño a un Apuleyo, hoy a un Hoffmann. Llena toda una obra, y entonces es temible, es el Apocalipsis. Los vértigos habitan esta altura. Tiene un precipicio, la locura. Una de sus laderas es feroz, la otra es radiante. En una está Juan de Patmos, en la otra, Rabelais. Pues hay tragedia ensueño y comedia sueño. (Pág. 41-42)
 

 
Así pues, ¡tú también sueñas, oh Tú! Perdona entonces nuestros sueños. (pág.80)

 


Parroquia de san José








  

martes, 14 de octubre de 2025

Museo de América


El nacimiento
 
Hay pueblos que piensan que el nacimiento no es el resultado del embarazo. Pero lo que si aceptan es que este momento es el punto de arranque de la vida e inicio de la actividad física y cultural del individuo. Es también el momento en el que se conoce la identidad sexual o género y, a partir de aquí, la asignación de papeles o funciones para el resto de la vida. A pesar de que en la mayoría de los casos las categorías del hombre / mujer vienen determinadas biológicamente, el contenido de la identidad con que se asocian varía y se adquiere culturalmente.
 
Todas las culturas poseen ritos que envuelven el nacimiento: cobada, circuncisión, bautismo, imposición del nombre, etc. Cada uno de estos procesos tiene la misión de oficializar al nacido ante el grupo al que pertenece, es el primer rito social.
 
Vasijas con representación de carácter sexual. Cerámica. Cultura Chimú (1100-1400 d.C.) Perú.

Madurez y matrimonio
 
En la mayoría de las sociedades, el matrimonio se contrae poco después del reconocimiento formal de la condición de adulto, tanto para el hombre como para la mujer. Es frecuente que esta institución se utilice para afianzar alianzas entre parientes y que se vea precedida por ceremonias de entrega de regalos, presentes que antes se conocían como "el precio de la novia". Con el matrimonio, los desposados asumen la plena responsabilidad como adultos con las funciones y cometidos a ellos inherentes.
 
Los ritos de matrimonio son muy variados, pero en esencia tienen como misión comunicar que la novia ha sido separada de su familia, para formar otra nueva; con un fondo profano todos los ritos incluyen alguna acción simbólica que confirma la unión de la nueva pareja.
 
La madurez no es, en todas las sociedades, una condición estricta para el matrimonio. En algunas tribus, bien sea debido a intereses clánicos o territoriales, los tutores prometen a una niña en matrimonio con un adulto, quien al llegar el momento del enlace habrá alcanzado la vejez.  
 



 
Tipi
 
Es la forma de vivienda estacional más extendida en las grandes Llanuras de Norte América. El término (teepee) proviene de una palabra siux que significa "utilizado para habitar".
El fácil montaje y desmontaje del tipi es perfecto para estas comunidades de cazadores-recolectores nómadas que antes fueron agricultores estables. 
 
Casco en forma de cabeza de foca, de uso ritual o como señuelo. Cultura Chugach. Ártico, América del Norte. Siglo XVIII. Madera, pigmento.  
  
 

 Vaso con la representación de una divinidad en relieve. Cerámica. Cultura maya (600-900 d.C) Mesoamérica.



La economía de los Estados
 
La población bajo control estatal puede llegar a cientos de miles, e incluso a millones de individuos, de la que solo un porcentaje se dedica a la producción directa de alimentos. El artesano cobra una gran vitalidad, su dedicación es de tiempo completo y vive en barrios urbanos especializados. Aparece la propiedad privada con lo que los bienes de producción dejan de ser comunales dando lugar a un tipo de sociedad estructurada en clases.
 

El mundo sobrenatural. Divinidades
 
La relación con las divinidades es el objetivo último del contacto y para lo que se realiza el culto. En América, como en el resto del mundo, existe una relación directa entre los tipos de divinidades y el contexto social y cultural en donde surgen. En las culturas precolombinas encontramos multitud de grupos de dioses organizados jerarquicamente, donde cada divinidad responde a una necesidad simbólica concreta. Divinidades como Tlóloc y Quetzalcóalt (México) o Viracocha (Perú) trascendieron su momento histórico y se convirtieron en el símbolo de un pasado dorado, en el que los hombres se regían por sus creencias ancestrales.
 
 




El juego de pelota
 
Esta tradición, común a Mesoamérica y las Antillas, y que todavía pervive en algunas regiones de México, se relacionaba con los mitos de mantenimiento del mundo y, en concreto, con el nacimiento del sol y de la luna. El juego se realizaba en una cancha con forma de I El campo se dividía en dos partes iguales y los jugadores golpeaban una pelota de caucho con cualquier zona del cuerpo excepto las manos y los pies, describiendo la pelota el curso del sol por el firmamento.
 

Representación del dios de la lluvia zapoteca "cocijo" (400-900 d.C.) México


Ritos funerarios
 
La creencia en la vida de ultratumba y el elaborado ajuar que suele acompañar los enterramientos proporcionan una valiosísima información sobre numerosos aspectos de su vida social y religiosa. Además, el hecho de que la mayoría de las tumbas encontradas pertenezcan a personajes relevantes hace que la calidad técnica y artística de los objetos sea muy grande.
 

Felino con cola de serpiente que sujeta con sus garras una cabeza trofeo. Cerámica. Cultura Mochica (100 a.C - 700 d.C.) 


 

Museo de América
Avenida Reyes Católicos, 6. Moncloa. Madrid 


viernes, 10 de octubre de 2025

La guerra de las mujeres. Alexandre Dumas

Delhy Tejero

 En medio de la guerra civil emprendida por la aristocracia francesa durante la minoría de edad de Luis XIV, dos mujeres se enfrentan con todas sus armas. En la lucha por el poder, ponen en liza su belleza, su gran capacidad para la intriga, su amor y sus celos sin renegar del coraje ni de sus dotes militares.
 
Alexandre Dumas , autor de algunas obras maestras del espíritu romántico como El conde de Montecristo, recrea una estampa de la guerra de la Fronda con dos personajes que quieren ser los equivalentes femeninos de sus célebres mosqueteros: la astuta y encendida amante del duque d'Épernon, Nanon de Lartigues, fiel a una Ana de Austria y a un cardenal Mazarino que tratan de salvaguardar la corona para quien luego sería el Rey Sol, Luis XIV; y la rubia y valerosa Claire de Cambes, que sostiene la rebelión de los príncipes de Condé con su inteligencia y su astucia.
 
Estas dos "mosqueteras con faldas", como se las ha llamado, se convierten en el eje de una narración con los mismos ingredientes que Los tres mosqueteros, la novela más célebre de Dumas; acción, intriga y rapidez descriptiva. Pero aquí el autor privilegia un aspecto, el amoroso, acompañado por los celos y la rivalidad femenina, pues las dos protagonistas se enamorarán del mismo hombre.
 

Autor: Alexandre Dumas
Título original: La guerre des femmes
Prólogo y traducción del francés: Mauro Armiño
Nº de páginas: 618 
Libros del Tiempo Ediciones Siruela
ISBN:978-84-9841-260-4
 
Delhy Tejero
 
 "¡Oh mi alma gitana, ¿Que haré con ella?
¡Incansable, joven, hambrienta, indomable, caprichosa,
mística, profana, andariega, quieta, sabia, ignorante,
desordenada, amiga del orden!" 
  

 "Sueño con pintar con colores puros, sin ensuciarlos. No como los impresionistas, que los mezclan por proximidad en el cuadro. Sueño tal vez con un mundo que no es el que vemos, porque la realidad es toda sucia y mezclada. El Arte nuestro no debe ser una reproducción de esa realidad. Ha de extraer y reunir, aunque sea con estridencia, las cosas limpias y puras".
 
Delhy Tejero (Toro, Zamora 1904 - Madrid 1968) 
 
Delhy Tejero. Museo Carmen Thyssen. Málaga

Delhy Tejero. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía

  



jueves, 9 de octubre de 2025

Ávila



La Muralla-Puerta de san Vicente
  Al margen de evidencias arqueológicas que apuntan a una primitiva muralla, de época tardo antigua, siglo V, y que encerraría un espacio reducido, la muralla es esencialmente medieval. Con un perímetro de 2.516 m (englobando un área de 33 h, 87 torreones o cubos, 9 puertas y 2 porteras, y 2.500 merlones, el de Ávila es el recinto amurallado mejor conservado del mundo.
 
  En 1982 el casco histórico de la ciudad es declarado Bien de Interés Cultural, en la categoría de Conjunto Histórico, por el Real Decreto 3940/1982, y en 1985 la UNESCO declaró a la ciudad de Ávila Patrimonio Mundial de la Humanidad. 
 
  Visitable en buena parte de su trazado, se puede acceder por la Casa de las Carnicerías, la Puerta del Alcázar, la Puerta del Carmen y la Puerta del Puente, siendo esta accesible. 
 


 Entre 1999 y 2001 se llevaron a cabo diferentes intervenciones arqueológicas en la base de la muralla con el fin de saber más acerca del monumento. Sin duda, el hallazgo que acaparó más atención fue el descubrimiento de una escultura zoomorfa situada en la base del torreón de la Puerta de san Vicente más cercano al jardín y tallada directamente sobre la roca natural. Allí continua tras enterrarse de nuevo.
 
 Será en 2001 cuando al excavar, en el actual jardín, deparó unos sorprendentes resultados al localizarse vestigios que hablan del uso de la zona en el siglo I d.C., hasta el siglo XX.
 

 
 Las murallas medievales abulenses ya impresionaban a todos por sus dimensiones y, sobre todo, a los que pretendían atacarlas. La ciudad veía en ellas una garantía para su seguridad y son constantes los pagos, por parte de la municipalidad, para su mantenimiento, reparación, etc.
 
 Completaba la infraestructura bélica un Alcázar, un gran cuartel desde el que se organizaba la defensa local. Este gran inmueble se situaba al interior de la puerta del mismo nombre y fue demolido en el siglo XX.
 
 La incorporación de la pólvora y, por tanto, de las armas de fuego a mediados del siglo XIV implicaron que este tipo de defensa fuera vulnerable. Sin embargo, no se realiza una adaptación de las murallas para evitar posible acción de los cañones hasta que se siente la amenaza de las Guerras Carlistas (1833-1876) entre los partidarios de Carlos de Borbón e Isabel II. Pese a que Ávila no fue atacada, los ecos de las incursiones realizadas por los diferentes batallones en otros lugares, hace que se construyan improvisadamente revellines (fortificaciones delante de las puertas), barbacanas y otros muros en las zonas que se antojaban más frágiles.
 

 Tras este momento, las murallas comienzan a verse como un elemento inútil. Afortunadamente estas ideas no prosperan y, poco a poco, comienzan a considerarse como un monumento. Las edificaciones que se habían adosado a la misma como viviendas o el antiguo museo de la ciudad, se demuelen y, en el siglo XX se suceden las rehabilitaciones para evitar su deterioro, facilitar su conocimiento y proporcionar información a aquel que las visita. Así mismo se continúan efectuando intervenciones arqueológicas e investigaciones de todo tipo con el fin de resolver los interrogantes que aún plantea el monumento.
 
 



Palacio de Valderrábanos
 Ubicado en la Plaza de la Catedral es conocido también por la casa de Gonzálo Dávila (siglo XIX). En la actualidad solo se conserva la fachada con una interesante decoración figurada y probablemente el núcleo de la torre que fue transformada en el siglo XIX.
 
 En la portada se puede ver el blasón de Gonzálo Dávila, Regidor de Jerez de la Frontera, que tiene su origen en la toma de Gibraltar. Tras su rehabilitación, se ha convertido en un hotel.
  
 
Basílica de san Vicente
 La Basílica de san Vicente, (siglos XII-XIII-XV) construida en granito caleño, se levanta, muy condicionada por la orografía, en el lugar donde la tradición señala fueron martirizados y enterrados Vicente, Sabina y Cristeta. Es el gran modelo del románico en Ávila y sus cuidadas proporciones le convierten en un ejemplo único del románico-hispano; receptor de las influencias foráneas y de la fábrica de la Catedral, es al mismo tiempo difusor del estilo en la ciudad.
 
 En la cripta se encuentra la imagen de la Virgen de la Soterraña (siglo XV), venerada por santa Teresa de Jesús. Declarada Monumento nacional en 1923.
 

Virgen de la Soterraña

 
 
Cenotafio de los santos Vicente, Sabina y Cristeta

(Detalle)
  

Catedral de Ávila

Santa Teresa de Jesús

"En Miércoles, veinte e ocho días del mes de marzo, de quinientos e quince años, nasció Teresa, mi fija, a las cinco horas de la mañana, media hora más o menos, que fue el dicho Miércoles casi amanecido" D. Alonso, padre de Teresa
 
  

  


Mirador de los cuatro Postes
 En la margen izquierda del río Adaja dominando la ciudad desde Poniente, se erige el humilladero, popularmente conocido como Los Cuatro Postes.
 
  El conjunto está constituido por cuatro monolíticas columnas dóricas unidas por un arquitrabe que ostenta el escudo de la ciudad; en el centro una cruz granítica. Se construye en 1566, habiendo autores que definen que se levantó donde en época romana se erigía un pequeño templo. También hay quienes afirman que se construyó para rememorar el lugar en que Francisco de Cepeda, tío de Teresa de Jesús, encontró a la santa y a su hermano Rodrigo cuando estos huyeron para sufrir martirio en tierra de moros. El lugar constituye un lugar único sobre la ciudad amurallada.