La herida abierta que dejó la I Guerra Mundial, la crisis industrial que vivió Alemania Occidental desde 1950 y que azotaría a Europa y Estados Unidos, y la reconfiguración del orden político mundial tras la caída del muro de Berlín, simbolizan algunos de esos momentos que en sus respectivas épocas han representado el fin de algo, el después de todo.
De cada uno de estos tiempos históricos poseemos una imagen construida por la fotografía y representada en los fondos de la Colección Helga de Alvear. El inicio lo marcan los autores de la Nueva objetividad de los años 20 y 30, precedidos por Atget, quienes prescindieron de cualquier atisbo de optimismo, subjetivismo y pictorialismo para representar el período de entreguerras con precisión técnica y exactitud formal.
La siguiente parada se inicia en 1959, año en que Bernd y Hilla Becher comenzaron el titánico inventario de edificios y estructuras industriales marcados con la inminencia de su propia muerte; constituyendo la huella de un tiempo histórico desde el mismo instante en que son atrapados por el objetivo. Un archivo melancólico de documentos de una crisis, sobre todo social, a pesar de la deshumanización de que son objeto.
Cierra la exposición el nuevo tiempo que los alumnos de los Becher representaron arropados bajo una designación común, la Escuela de Düsseldorf. Höfer, Struth, Grusky, Hütte y Ruff tornaron explícito el conflicto entre la memoria y el conflicto, conceptualizado a través de edificios y espacios urbanos.
Madrid, Musa de las Letras
En este Madrid mío hasta
los adoquines de la Plaza Mayor
leen y escriben.
Latino de Hispalis
No hay comentarios:
Publicar un comentario