sábado, 3 de noviembre de 2012

El Palacio Real de Madrid


Residencia Oficial y escenario de los actos solemnes de la Corona Española

 Jardines del Campo del Moro

Palacio Real, Patio de Armas

Madrid, una de las más cosmopolitas ciudades europeas se muestra siempre abierta al viajero para ofrecerle todo aquello que encierra desde hace siglos, un impresionante legado cultural, representado por sus museos, el Palacio Real, y por los muchos monumentos dispersos por sus calles y paseos.
La Plaza de Oriente, es de mas reciente construcción que los edificios que la rodean. Su primer diseño se realizó por mandato de José Bonaparte, hermano de Napoleón, que procedió a iniciar los trabajos de explanación del terreno.
 
 
 

 
En el año 1841, finalmente, y por impulso de Argüelles y Martín de los Heros , la plaza se abrió en forma muy semejante a como se puede ver en la actualidad, aunque sus jardines tenían un trazado distinto.
Todas las estatuas que rodean el recinto son de reyes españoles. Estas estatuas habían sido esculpidas para adornar la fachada del Palacio Real, pero finalmente se desistió de colocarlas allí ya que su peso podía resultar excesivo y peligroso.Se tallaron bajo la dirección de Felipe de Castro y Domingo Oliveri.

Estatua ecuestre de Felipe IV

La estatua que se encuentra en el centro de la plaza y que mira hacia Madrid es una extraordinaria obra de arte. Fabricada en bronce, representa a Felipe IV a caballo. Su mérito reside en que se sostiene tan sólo sobre las patas traseras, lo que planteaba no pocos problemas técnicos.
La fundió el escultor italiano Pietro Tacca, sobre un magnifico diseño de dibujado por Velázquez. Se utilizaron unos 9000 k de bronce en su fundición y se dice que los cálculos para lograr el difícil equilibrio del caballo fueron llevados a cabo por el propio Galileo Galilei.


El Palacio Real, que cierra la plaza en su flanco occidental, se levanta en el mismo lugar que ocupó el primitivo castillo musulmán, donde nació Madrid, y, mas tarde, el Alcázar de los reyes castellanos, que amplió luego Carlos V.

En la Nochebuena de 1734, mientras el rey Felipe V (el primer Borbón) y su familia se encontraban en el Palacio del Buen Retiro, el Alcázar sufrió un pavoroso incendio que lo destruyó casi por completo, y en el que se perdieron muchas y valiosas obras de arte.

Tan sólo un año después, el monarca encargó al italiano Juvara un proyecto que no llegó a cuajar. otro italiano, Sachetti, basándose en los planos de Juvara, proyectó el actual, que desde el principio se decidió que iba a levantarse en piedra, para evitar nuevos desastres.
 
Carlos III continuó las obras y fue el primer monarca que ocupo el Palacio. Intervinieron otros arquitectos en su finalización, como Sabatini y Ventura Rodríguez, que incorporaron numerosos elementos neoclásicos.

En la decoración interior tomaron parte reputados artistas parte reputados artistas de la época, como Tiépolo, Giaquinto y Mengs. Las obras comenzadas en 1738, concluyeron en 1764. Hubo una ampliación en 1778 y obras de restauración en los años 60 del siglo XX.

La belleza del edificio reside en la combinación de colores de sus piedras, a base de granito y piedra blanca, y el cuadrilátero que forman sus fachadas. La balaustrada que recorre el edificio está salpicada en forma regular por columnas y pilastras.
 

Al otro lado de la Plaza de la Armería se alza la catedral de la Almudena, patrona de la ciudad de Madrid, cuyo nombre viene del Al-mudayna árabe, como se llamó a este espacio en la época en que Madrid fue musulmán.
Es un edifico de dudoso gusto. Durante siglos, los obispos de Toledo impidieron que Madrid tuviese catedral, ya que se sentían celosos del crecimiento de la capital en detrimento de su ciudad, antaño mucho mas importante.
Finalmente se elaboró un primer proyecto en 1879, que no llegó a realizarse, y otro en 1883, que sirvió de base para las primeras obras.

En el año 1911 se construyó la cripta. En años posteriores, los arquitectos fueron sucediéndose en la dirección de los trabajos. La obra concluida sobre las primeras trazas de un proyecto ambicioso elaborado por Sachetti, arquitecto del Palacio Real.

 

Las aves sobre vuelan el cielo de Madrid


El mundo tiene que agradecerle mucho a China: la porcelana y la seda, la laca y el papel, la dignidad y la sabiduría, la filosofía y el arte del estado.


"Dragón en las nubes". El dragón es el símbolo antiquísimo de China, símbolo de la vida y del esfuerzo eternamente en movimiento.


La comunidad China celebra su Año Nuevo, el Año del Dragón, en su recorrido frente al Palacio Real de Madrid.



La fachada norte del Palacio Real dominado por la cúpula de la Real Capilla, desde los Jardines de Sabatini, cuadrados de boj, cipreses y magnolios una importante presencia en los jardines.
 
Ubicado  frente a la fachada norte del Palacio Real, los Jardines de Sabatini, con sus 2,5 hectáreas, son de estilo neoclásico y una simetría típica de los jardines afrancesados.
 
Diseñados en los años treinta, destacan por sus originales formas que moldean sus arbustos y las formas geométricas en que están dispuestos.

En la fachada norte del palacio se abren los Jardines de Sabatini, llamados así en homenaje al arquitecto del rey Carlos III. Fueron diseñados a principios del siglo XX y para construirlos se derribaron las antiguas caballerizas reales.
 



Sala de música, excepcional cuarteto (dos violines, viola, y cello) original de A. Stradivarius.





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