Astudillo, "por donde sale el sol", ofrece al visitante uno de los conjuntos monumentales más interesantes y armónicos de la provincia de Palencia. Buena muestra de la importancia que alcanzó esta villa durante la Edad Media, son los restos conservados del castillo de La Mota y su amurallamiento (puerta de san Martín), las ermitas románicas de Torres y Valdeolmos o las iglesias góticas de san Pedro, santa María y santa Eugenia.
Subimos hasta el castillo de La Mota desde donde se contempla todo el casco urbano y la apertura del paisaje hacia la Tierra de Campos y más lejanamente la Montaña Palentina. Esta visión paisajística y urbana se completa con una parada en las bodegas que horadan el cerro.
Los restos del castillo de La Mota se encuentran en un montículo que dominaba el pueblo. El castillo de Astudillo fue construido en la segunda mitad del siglo XV, sobre una fortificación anterior ya documentada en el año 1035.
En el siglo XI se hace referencia a la localidad como Stadellum, aunque su término ya estuvo poblado en época romana. El rey Alfonso VII le concedió Fueros que son ratificados y ampliados más tarde por Fernando III el Santo, que convirtió la villa en una importante plaza fuerte. Diversas reinas ostentaron el señorío a lo largo de la historia.
Pero sin duda, más singular de Astudillo es el convento de santa Clara, fundado a mediados del siglo XIV por María de Padilla. En su iglesia, de estilo gótico-mudéjar, sorprende un bello artesonado y las yeserías del coro. Junto al templo, Pedro I y María de Padilla edificaron un palacio con fachadas de formas islámicas cuyas salas, adornadas con alfarjes y yeserías, albergan un interesante Museo de obras mudéjares y arte sacro.
Las monjas Clarisas elaboran unos ricos dulces de mucha calidad y totalmente artesanos. He comprado unas pastas de almendras para una amiga, magdalenas para otra de mis amigas y para mí unas ricas pastas de coco, de las mejores que he probado nunca y muy bien de precio todas sus elaboraciones.
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