domingo, 22 de julio de 2018

Sigüenza, "la que domina el valle".



Localización

Sigüenza se ha convertido en uno de los principales destinos turísticos de Castilla-La Mancha. Integrada en la Sierra Norte de la provincia de Guadalajara. 
La ciudad dista 135 kms. de Madrid, 75 de Guadalajara y 200 de zaragoza. A Sigüenza se llega por varias salidas que parten de la A-2 (Madrid-Barcelona). 
 

Su fachada es de corte renacentista y destaca la belleza de su patio interior.
 
Historia

Sigüenza es una ciudad de la provincia de Guadalajara, situada en el alto valle del río Henares conocido como el "Valle de Sigüenza". Estratégicamente emplazada sobre el valle etimológicamente su nombre significa " la que domina el valle", cumplió una función defensiva durante la Edad Media. Sin embargo, se cree que su primitivo emplazamiento estuvo en la otra orilla del río, sobre el Cerro del Mirón, donde se han encontrado restos de asentamientos humanos de la Edad del Hierro.

En la época romana la ciudad fue un importante centro de comunicaciones, ya que se encontraba sobre la calzada del Henares. En tiempos de los visigodos su crecimiento continuó alrededor del núcleo central fundado por los romanos. Durante la dominación musulmana el castillo, antigua torre de vigilancia, se convertiría en medina y la Sigúenza baja conservó sus iglesias, donde a los cristianos se les permitía practicar su religión y conservar sus costumbres.

Durante la Edad Media, la ciudad, debido a su privilegiada posición dominante tuvo un destacado papel defensivo además de recuperar su sede episcopal. Hacia 1123 el arzobispo de Toledo , Bernardo de Agen, tras haber conquistado la ciudad, inició las obras de la que sería la catedral que obispos posteriores continuaron hasta que se finalizó en el siglo XVI. 

A mitad del siglo XV y antes del ascenso a su arzobispado de Toledo, fue obispo de Sigüenza, el Cardenal Mendoza, canciller de Castilla durante el reinado de Isabel la Católica. A este poderoso mecenas se debe la construcción de la bella plaza porticada aledaña a la catedral. 

La historia de esta ciudad, que conserva su trazado medieval, ha estado influenciada durante seis siglos por su obispado, dejando la impronta religiosa tanto en su desarrollo cultural, económico como artístico. 

Recursos naturales

Parque Natural del Barranco del Río Dulce.
Microreserva de los Saladares del Río Salado.
Lugar de Interés Comunitario del Valle y Salinas del Salado.  
 
 






Plaza Mayor

El cardenal Mendoza en el siglo XVI manda derribar el lienzo de la muralla que separa la Catedral de la ciudad. Abre un espacio en estilo renacentista y traslada el mercado desde la Plazuela de la Cárcel a esta nueva plaza, configurando una zona comercial amplia con soportales para resguardarse de la luvia y del frío.

La plaza se cierra entorno a la Catedral, a la que podemos acceder a través de una puerta que ha tenido dos nombres diferentes: en la Edad Media, recibía el nombre de Puerta de la Cadena, porque el alcalde mayor se sentaba aquí a administrar justicia y se separaba del pueblo mediante una cadena. En el siglo XVI, al abrirse la plaza y adquirir funciones comerciales, la puerta pasa a denominarse Puerta del Mercado. Durante la Guerra Civil, sufrió graves desperfectos, aún quedan huellas de balazos en sus paredes. La parte superior cayó al suelo y fue restaurada por el arquitecto Antonio Labrada, que eliminó la balaustrada.

En el lado este, apoyados sobre la catedral y la muralla se construyen las casas de los canónigos, con un amplio mirador corrido. Debajo se abre la muralla con la Puerta de la Cañadilla, que se transforma en Puerta del Toril cuando comienzan a lidiarse toros en la plaza. A continuación una hilera de soportales sobre los que se levantaban casas, alguna de ellas con escudo episcopal.
 





Interior de la Catedral






Monasterio de los Jerónimos

La Universidad de Sigüenza había sido fundada en el año 1489 al otro lado del río. El grave estado ruinoso que presentaba años después movió a las autoridades a construir un nuevo edificio en un emplazamiento más cercano a la ciudad. En 1661 ya estaban terminadas las instalaciones y dispuestas para acoger a la comunidad educativa. Frente a ella se levantará el edificio del Hospicio.

Durante la primera mitad del siglo XVII el crecimiento de la población obliga a buscar nuevos horizontes más allá de los límites de la muralla. Respetando el relieve del terreno, la ciudad se va a ampliar en dirección hacia donde se encuentran estos importantes conjuntos religioso-benéfico-culturales.

El primero de ellos se traza sobre un sobrio edificio de tres plantas, cuya fachada se adorna con ventanas enrejadas perfectamente alineadas. Sólo se quiebra el orden en la zona central para abrir una portada barroca con escalinata doble y balcón, acompañada de escudos episcopales.

En ete bello conjunto se inspiró Miguel de Cervantes para crear el personaje de Pedro Pérez, cura amigo de Don Quijote.

Durante la Guerra Civil sufrió graves desperfectos y fue necesaria su reconstrucción posteriormente se instalaron allí la sede de la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara, el Seminario Mayor y el Archivo Diocesano.
 



Cervantes

Cervantes mantenía enormes lazos familiares en Guadalajara y en la segunda parte de El Quijote recrea escenas y paisajes bien conocidos y transitados por él. Llegar a Sigǘenza es un gozo. Tal es así que el apócrifo Avellaneda sí que hace recalar a Don Quijote en la villa. En el auténtico , hay referencias a la Universidad de Sigüenza, y Fermín Caballero intuye que está en la ruta del caballero a Barcelona. Nada más percibir las torres de su catedral sentimos que vamos a adentrarnos en los mejores tiempos del pasado. En una de las ciudades medievales mejor conservadas de España. Su Plaza Mayor porticada, bellísima. Su Catedral, simbiosis de estilo románico y gótico. Su castillo, actual Parador Nacional de Turismo, conserva el espíritu altomedieval, y permite conocer a fondo una gran fortaleza erigida en el siglo XII, pero usada de manera continua como residencia de los obispos hasta mediados del siglo XIX. 
 


El Camino del Cid

Rodrigo Díaz de Vivar: El Cid Campeador, fue un caballero castellano cuya vida transcurrió durante la segunda mitad del siglo XI. Nació en burgalesa de Vivar del Cid, en fecha aún por determinar, en torno al año 1403, y murió en Valencia en el año 1099.

Tras su muerte se forjó la leyenda, ya que los cristianos, necesitados de referentes heroicos, vieron en la figura invencible del Cid un motivo ideal para sus narraciones y gestas, lo que posibilitó una rica tradición de poemas y romances que se trasmitían de pueblo en pueblo gracias a juglares y poetas. Así apareció, en la segunda mitad del siglo XII o principios del XIII, el que sería el gran poema épico de la literatura española: El Cantar del Mio Cid, que narra elogiosamente el destierro de Rodrigo por tierras castellanas, aragonesas y levantinas.

El camino del Cid, atraídos por la fuerza de la extraordinaria obra literaria, desde hace algo más de un siglo, gentes, estudiosos e historiadores, provenientes de los más diversos lugares, han recorrido los itinerarios descritos en el Cantar tras las huellas del personaje legendario y de la historia. 

El Camino atraviesa ocho provincias (Burgos, Soria, Guadalajara, Zaragoza, Teruel, Castellón, Valencia y Alicante) y cuatro comunidades autónomas (Castilla-León, Castilla-La Mancha, Aragón y Comunidad Valenciana), afectando más de 350 ayuntamientos.

Con sus más de 2.000 kilómetros de recorrido, bajo los que subyace una historia universalmente conocida, esta ruta cidiana se convierte en n verdadero crisol de culturas y paisajes, configurándose como un eje vertebrador entre el interior de la Península y el Mediterráneo.


  



Ermita del Humilladero

Situada fuera de la ciudad, en el punto de confluencia de la Cañada Real que viene desde Alcuneza y la carretera de Atienza y Soria, era el sitio perfecto para recibir al viajero. El nombre de humilladero le viene de la reverencia y oración que hacían los forasteros antes de entrar en la ciudad episcopal.
 

El templo de Nuestra Señora de los Huertos es uno de los más notables de Sigüenza. Levantado probablemente sobre las ruinas de una iglesia anterior, ofrece una interesante mezcla entre el gótico tardío y el primer renacimiento castellano propio de comienzos del siglo XVI en que se llevó a cabo su construcción. Es un edificio de planta de salón que la tradición atribuye a un desconocido maestro Juan cuya figura se conserva en el presbiterio.
 

 




No hay comentarios:

Publicar un comentario