"Hubo mujeres, estaban allí, yo las conocí, sus familias las encerraron en manicomios, se les sometía a tratamiento por electrochoque. En los años 50 si eras hombre podías ser un rebelde, pero si eras mujer tu familia te encerraba. Hubo casos, yo las conocí. Algún día alguien escribirá sobre ellas." Gregory Corso
Beat Revisited
Hubo mujeres, aunque a menudo su obra haya quedado esparcida en revistas agotadas difíciles de encontrar. Las primeras ediciones de los libros de Ruth Weiss, Joyce Johnson, Brenda Frazer, Janine Pommy Vega, o Leonore Kandel, por ejemplo, son reliquias que hasta ahora solo han atraído a coleccionistas. Pero eso no quiere decir que no escribiesen prolíficamente durante los años cincuenta y sesenta y, algunas -Anne Waldman, Hettie Jones, Ruth Weiss, Joanne Kyger, Diane di Prima- hasta el día de hoy.
Antología de mujeres poetas de la generación beat
Edición bilingüe
Editorial Bartleby Editores, S.L.
Traducción, selección y prólogo: Annalisa MarímPegrum
Nº de páginas 205
ISBN: 978-84-92799-82-4
Las voces
Algo bajo los huesos me llama
arrastrándome hasta mis raíces
me detengo en las esquinas
acepto números de teléfono de extraños
que podrían ser amantes, nada cambia
busco cada una de las caras que he amado
como carroña, comida para los huesos
solo amplía la arruga hasta ser
cicatriz sobre el agua
Si los huesos fueran blandos estaría
en los huesos. Eso está bajo lo otro
como un mar en un campo inundado.
Ahora soy esbelta y me doblo como el viento
como un brote verde cuya flor son
olas desplumadas entre las hierbas
En la calle busco promesas en secreto
de completos desconocidos, la parte blanda
bajo los huesos oscuros que se propaga.
Sonidos que murmuran como los mugidos
del ganado a lo lejos sobre las colinas
se mueven a través de mis pasos
como si pudiera equilibrar los ladrillos sobre los dos
lados de una callejuela resbaladiza
sin alcanzar el jardín todavía
Mi cuerpo gravita hacia las esquinas oscuras
madrigueras donde se lamen las heridas
una y otra vez.
La trabajadora se aleja de sus útiles y se encuentra
sentada en una silla con las manos flácidas
observando la lluvia desplazarse por la ventana
Un valle de tumbas silenciosas en la tierra húmeda
murmura bajo la raíz y la pisada,
cerniéndose sobre el sonido hay una madre enterrada
dentro de mí, sus brazos desnudos cubren el mar.
Janine Pommy Vega
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