martes, 30 de enero de 2024

Museo Nacional Thyssen-Bornemisza


Siglo XIX. La época impresionista

  Los artistas del París del cambio de siglo fueron testigos de la rápida transformación del papel de la mujer en la sociedad. Con los impresionistas a la cabeza, se convierten en cronistas del incipiente proceso de emancipación femenina.
  En su papel de flâneurs de la vida moderna, sus lienzos nos muestran escenas protagonizadas por mujeres en un París que hasta mediados del siglo XIX había sido principalmente territorio masculino. Las encontramos en las calles, los teatros, los cafés o las tiendas. Todo el espectro social se somete a la curiosa mirada de los artistas: desde las elegantes damas de la alta burguesía, vestidas a la última moda, hasta las mujeres de la clase trabajadora, siempre con la sombra de la prostitución a sus espaldas. 

 
Édouard Manet. París, 1832-1883

  Enmarcado dentro de la corriente realista, Édouard Manet fue una figura central dentro de la renovación de la pintura francesa y occidental de finales del siglo XIX. A pesar de no haber pertenecido al movimiento impresionista, la técnica y la temática de sus obras se convirtieron en referentes imprescindibles para la generación de pintores y jóvenes que se decantaron por esa corriente.
 




Maurice De Vlaminck. Los olivos 1905-1906

  Maurice De Vlaminck París, 1876 - Rueil-la-Gadeliére, 1958. Hijo de músicos, se traslada con su familia a Le Vésinet en 1879. A los dieciséis años compra su primera bicicleta de carreras, y decide convertirse en ciclista profesional. Con el dinero que gana en las carreras y con sus clases particulares de violín, mantendrá a su joven esposa -con la que se había casado en 1894- durante dos años, hasta que la fiebre tifoidea ponga fin a su carrera deportiva. Durante esos años empieza a dibujar, pero no será hasta 1900, después de un encuentro fortuito con Derian durante un período de permiso del servicio militar, cuando por fin decide dedicarse seriamente a la pintura.
 

 

 

Edgar Degas. En la sombrerería, 1882.

  Degas, que siempre que siempre se consideró un pintor realista, se afanó en representar en sus obras la realidad que le rodeaba, por lo que tuvo en la vida parisiense su principal fuente de inspiración. No es de extrañar que se sintiera interesado por el incipiente mundo de los comercios de la capital francesa. Sus visitas a las boutiques de moda acompañando a su amiga Mme. Straus, o la pintora de origen americano Mary Cassatt, le llevaron a pintar un grupo de obras en las que nos adentra en el París de la alta costura, o en ese mundo de las nuevas tiendas de variedades, genialmente inmortalizado por Émile Zola en El paraíso de las damas.
 
 

 
Pierre Bonnard. Misia Godebska, 1908.

   Misia Godebska (1872-1950), hija del escultor polaco Cypryen Godebski, se había convertido en los primeros años del siglo XX en la principal musa del parís literario y artístico. 
 

Auguste Rodin

 
  Museo Nacional Thyssen-Bornemisza
 
Paseo del Prado,8
 
2814 Madrid
 

Calle Cervantes
 
  


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