En el año 1970 un disco de vinilo cambio para siempre nuestra percepción del mundo conocido. Songs of the Humpback Whale, una recopilación de grabaciones de cantos de ballenas editada por el biólogo acústico Roger Payne, nos abrió las puertas a todo un universo de sonido que se escondía bajo el océano. Tras su publicación, cinco décadas de análisis de estas expresiones vocales han desvelado comportamientos sociales, intercambio de información, y los rastros de algo que podemos llamar cultura.
Este espacio es un portal de conexión que nos invita a meditar acerca de nuestra coexistencia con las especies marinas.
Cachalotes. Localización. Islas Canarias
El cachalote (Physeter macrocephalus) es un cetáceo dentado más grande que existe y el depredador marino de más tamaño. Es el único miembro vivo del género Physeter. Este mamífero pelágico surca las aguas de todo el mundo y migra estacionalmente para alimentarse y reproducirse. Las hembras y los machos jóvenes forman grupos, mientras que los machos adultos viven solos fuera de la temporada del apareamiento. Las hembras paren cada cuatro a veinte años, cooperan para proteger y amamantar a sus crías y cuidan de ellas durante más de una década. Un cachalote sano de edad madura no tiene depredadores naturales, aunque las crías y los adultos enfermos pueden a veces perecer por el ataque de un grupo de orcas.
El cachalote es un excelente buceador, capad de sumergirse hasta 3000 metros. Su cabeza, que representa un tercio de su longitud, es clave en su capacidad de ecolocalización. Tiene el cerebro más grande del reino animal - con un peso cinco veces mayor al humano- y emite sonidos de muy alta intensidad, el más estruendoso entre los animales. Los machos maduros miden hasta 18 metros y pueden vivir más de 70 años.
Silbatos de hielo. Localización: Groenlandia
En el océano global, diversos sonidos naturales, como los producidos por el viento, las olas y los terremotos submarinos, conforman lo que se conoce como el "paisaje sonoro" submarino. En las regiones polares, el hielo marino juega un papel único, ya que tanto genera ruido como atenúa los sonidos provenientes de la atmósfera. En el Ártico cubierto de hielo, se pueden registrar algunos de los niveles sonoros ambientales más bajos del océano debido a la ausencia de olas impulsadas por el viento en zonas heladas. Sin embargo, los cambios en el hielo marino, como su disminución de grosor, su mayor antigüedad, su reducción en extensión y los cambios estacionales, están modificando el entorno acústico submarino del Ártico de varias maneras. Los primeros exploradores del Ártico describieron los sonidos de la banquisa como " la sinfonía del diablo". Los sonidos captados por hidrófonos en el noroeste de Groenlandia son los mismos que aquellos exploradores describieron de manera tan vívida.
Delfines. Localización: Azores
Los delfines y las ballenas dentadas utilizan la ecolocalización para localizar alimentos y objetos en el océano. Emiten impulsos sonoros de alta frecuencia, conocidos como "chasquidos" que viajan a través del agua y rebotan al encontrar objetos solidos. Estos ecos les permiten mapear su entorno con gran precisión.
Para facilitar este proceso, los cachalotes y los rorcuales dentados cuentan con depósitos de grasa en sus cabezas. En los cachalotes este depósito puede llegar a pesar toneladas, mientras que, en otras especies de ballenas dentadas, el depósito, llamado melón, es más pequeño. Además, tienen otro importante depósito de grasa en la mandíbula inferior, colocado estratégicamente detrás de una zona de hueso muy fino. Este depósito se extiende hasta el oído medio.
El melón enfoca los "chasquidos" en un haz direccional, mientras que los ecos reflejados son aceptados por la "ventana acústica" de la mandíbula inferior. Esta información acústica se transmite al oído medio y, finalmente, al cerebro, donde se interpreta para construir un mapa preciso del entorno.
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Marshmallow Laser Feast. Plankton temple, 2025 |
El plancton es el artífice invisible de la vida en la Tierra, el viajero microscópico pero monumental de las aguas del planeta. Con origen en las palabras griegas plankton (errante), zoon (animal) y phyton (planta), el zooplancton y el fitoplancton son maravillas microscópicas que sustentan la vida a escala global.
Esta escultura es un reflejo de los ritmos de la migración vertical diurna -la mayor migración diaria del planeta- en la que el plancton asciende de noche para alimentarse y desciende de día para eludir a los depredadores, alimentando los ecosistemas marinos con sus rítmicos viajes.
El fitoplancton, alimentado por la luz solar y los nutrientes del agua, realiza la fotosíntesis liberando el oxígeno que sustenta la mitad de la atmósfera terrestre, y proporcionando energía al zooplancton. A su vez, el zooplancton alimenta a peces, crustáceos e incluso a las ballenas más grandes. Juntos, estos organismos forman la base de los ecosistemas de la Tierra, reciclando carbono, produciendo oxígeno y sustentando la vida en todos los rincones del planeta.
Cada respiro que tomamos procede del plancton, pero su influencia va mucho más allá del presente. A lo largo de milenios, el plancton fosilizado ha moldeado el mundo físico, formando la tiza y la piedra caliza que definen las costas de la Tierra. Estos antiguos depósitos, extraídos y tallados, se han transformado en lugares de culto y reunión, testigos y apoyo del viaje de la humanidad a cada paso del camino.
En su silencioso brillo, el plancton revela el profundo poder de las formas más pequeñas para sostener y dar forma a las más grandes, mostrándonos que las creaciones más intrincadas de la vida comienzan con sus creadores más invisibles.