lunes, 31 de marzo de 2025

Cartuja de santa María de Miraflores (Burgos)

Cartuja de Miraflores

Miraflores es una cartuja de fundación tardía, si tenemos en cuenta que la llegada de esta orden a la Península había comenzado en 1149 con su establecimiento en Escaladel. En este lugar cercano a la ciudad de Buergos, había un palacete que había hecho levantar Enrique III (1390-1406). Su hijo, Juan II de Castilla (1406-1454), cumpliendo solo en parte el deseo de su padre de fundar un monasterio franciscano, lo dio a los cartujos, pero poniéndolo bajo la advocación de san Francisco, cosa nada habitual en esta orden.
 
 
 



En 1441, Juan II obtuvo el correspondiente consentimiento de los cartujos, tanto del prior de la Grande Chartreuse (Isére) como de los establecimientos de Escaladel y El Paular (Rascafría, Madrid). En 1452, aquel palacio reconvertido en cartuja se perdió completamente a cusa de un incendio, tuvo que reconstruirse de arriba a bajo, momento en que se aprovechó para cambiar la advocación inicial por la de la Virgen, pasando a denominarse Santa María de Miraflores. La construcción del conjunto monástico se prolongó en el tiempo debido a diversos obstáculos, y se acabó bajo el patrocinio de Isabel I de Castilla, que finalizó la construcción iniciada en 1453, en época de Juan II.
 

 

 
Retablos del trascoro
 
Facistol, obra de Martín Sánchez (s.XV)

La Orden Monástica de la Cartuja, fundada por san Bruno en el siglo XI, es una de las formas de monacato más singulares que pervive en la actualidad.
Los cartujos una comunidad de monjes pertenecientes a la Orden Monástica de la Cartuja. Su fundador san Bruno, nació en Colonia (Alemania) hacia el 1030, que buscando una vida de total consagración a Dios se retiró, junto con seis compañeros, a un lugar agreste y solitario de las montañas alpinas del Delfinado llamado Chartreuse ( a 30 kilómetros de Grenoble, Francia) fundando un eremitorio el año 1084. A pesar del transcurso del tiempo, el carisma de su fundador sigue tan vivo y actual como en 1084. 
 

 

 

 

El arquitecto encargado de aquella obra fue Juan de Colonia, especialmente conocido por su actuación en la catedral de Burgos, quién planeó un monasterio de estructura cartujana, con su iglesia reservada para la comunidad, algunas dependencias comunes y las celdas distribuidas entorno a un gran claustro. La vida cartujana se vio interrumpida varias veces en el siglo XIX, en diferentes exclaustraciones, entre 1808-14, 1820-23 durante el Trienio Liberal y entre 1835 y 1880.
Este último período los cartujos se refugiaron en Francia mientras que el lugar pasaba a estar custodiado por el obispado de Burgos que mantuvo allí una pequeña comunidad que permitió garantizar su conservación hasta que en el año 1880 regresaron los cartujos para restaurar la vida monástica en el centro, que todavía se mantiene activa.
 
Detalle del altar mayor
 
Detalles del altar mayor


El conjunto monástico está formado por varias dependencias, pero la propia naturaleza de la orden cartuja hace que la visita sea bastante limitada. La reconstrucción fue comenzada por el arquitecto Juan de Colonia y continuada por Garci Fernández de Matienzo y Simón de Colonia. El mobiliario es muy rico, en medio del presbiterio se conserva el sepulcro de los fundadores: Juan II e Isabel de Portugal, de Gil de Siloé (1489-93), el retablo mayor (1496-99) es también obra de Siloé, y Diego de la Cruz.
 

Sacristía, es la capilla donde el sacerdote se reviste de los ornamentos sagrados y se recoge en oración antes de celebrar la misa comunitaria de los monjes. Estas amplias y solidas cajoneras de nogal macizo, alarde de ebanistería, fueron instaladas en el siglo XVII para guardar los ornamentos y paños litúrgicos.
Después del saqueo de las tropas de Napoleón en el siglo XIX, se reconstruyó el retablo como armario de reliquias.
La pintura central sobre tabla y de autor desconocido, representa a san Hugo, obispo de Grenoble bienhechor y protector de los primeros cartujos. Según el mismo contaba, tuvo un sueño en que vio siete estrellas sobre un remoto valle alpino conocido como "Cartuja" El día siguiente se presentaron ante él san Bruno y sus seis compañeros expresando el deseo de establecerse en un sitio solitario para dedicarse a la vida monástica.
La figura pintada en la tabla de la izquierda es de otro san Hugo (1135-1200), monje cartujo nombrado prior de una cartuja en Inglaterra y luego elegido obispo de Lincoln, cargo que el Papa le obligó a aceptar. Como es habitual se le representa alzando el cáliz a la vez que mira extasiado a una visión del niño Jesús. 
 

 
Al fondo el altar mayor

El esplendor cartujo de lo bello a lo divino
 

 

El Monasterio de la Cartuja de santa María de Miraflores estuvo vinculado desde sus orígenes a la rama castellana de los Trastámara. Esta cartuja contó también con el beneplácito de los Austrías y Borbones. De esta forma, la iglesia sirvió de capilla fúnebre para los restos de Felipe el Hermoso hasta que su esposa, Juana I de Castilla, decidió trasladarlos a Granada. Otros monarcas también visitaron la Cartuja. Las crónicas de la época cuentan la profunda impresión de Felipe II ante la belleza de los sepulcros reales. 
 


Pedro Berruguete (c. 1450-1503)

 
Hallazgo de la Vera Cruz (Escuela castellana, h, 1530. Óleo sobre tabla)
   La leyenda Dorada del obispo Jacobo de Vorágine (s.XIII) recoge la vida de santa Elena, madre del emperador romano Constantino el Grande, y su viaje a Jerusalén en búsqueda de la Vera Cruz en 326. Dos siglos antes el emperador Adriano había profanado el monte Gólgota, edificando sobre él un templo pagano a la diosa Venus. santa Elena lo hizo derribar y al excavar descubrió tres cruces: la de Jesús, y la de los dos ladrones crucificados con él. 
 
 
 
 

Elevación de la cruz. Joaquín Sorolla




viernes, 28 de marzo de 2025

Flora y fauna por manos mexicanas


 Bienvenida la primavera 2025
  Este 2025, Casa México muestra una instalación floral que celebra la biodiversidad de los bosques y las selvas mexicanas recordando especies nativas que son clave para los ecosistemas y cuya aportación al equilibrio y funcionamiento del medio ambiente a veces pasa desapercibida.
  Las mariposas son cruciales para la polinización y fuente de alimento de diversas especies de pájaros, arañas y lagartijas, por ejemplo. Además, su presencia o ausencia es un indicador del estado de salud de un ecosistema. México es hogar del 9% de las especies de mariposas conocidas en el planeta.
  Detrás de esta instalación está Cristina Faesler, diseñadora y promotora cultural, , y Mathew Holmes, arquitecto, quienes nos invitan a reflexionar sobre nuestra conexión con la naturaleza y la importancia de conocerla.
  Diecisiete mariposas de gran tamaña se postran en la fachada, representando especies clave como la mariposa azufre, el morpho azul, la mariposa cometa, la baronia mexicana, la mariposa limón y, por supuesto, la emblemática monarca, viajera incansable que cruza América del Norte. A su alrededor, una cuidadosa selección de flores evoca la exuberancia de los paisajes mexicanos, desde la delicada flor de la pasión hasta el vibrante tabachín.
 
 
 
 
   

 





jueves, 27 de marzo de 2025

El eterno retorno de Clara Hart. Louise Finch


 Louise Finch trabajó más de una década en el tercer sector, en áreas como los derechos y la salud de las mujeres. Creció en un pueblo de las Midlands y se graduó en Historia del Arte por la Universidad de Lancaster. Ahora vive con su pareja y sus perros en el sureste de Inglaterra.
 

Título original: The Eternal Retum of Clara Hart
Autora: Louise Finch
Traducción: Ana Ramírez Requena
Nº de paǵinas: 301
Kakao Books
ISBN: 978-84-126558-9-6
 



"Una buena manera de defenderte de ellos es no parecerte a ellos."
                                                                                           Marco Aurelio

Conserva estos pocos preceptos y olvida el resto. Recuerda que solo se vive el presente, este instante fugaz. Lo demás o se ha vivido o es incierto. la vida es breve. Pequeño es el rincón donde se vive. Mínima es la fama póstuma, por larga que sea, y su existencia depende de una sucesión de hombres insignificantes que pronto mueren, que no se conocen así mismos y menos aún a quien murió hace tiempo. Marco Aurelio.
 



lunes, 24 de marzo de 2025

Santo Domingo de la Calzada

 
Logroño, es la capital de la provincia, asentada a orillas del magnánimo río Ebro, la capital de la Comunidad Autónoma de La Rioja una ciudad pulcra y moderna, de anchos bulevares y elegantes tiendas. Es el centro comercial de una amplia región, donde a demás de los vinos de Rioja, se cultivan verduras de gran calidad. Fue fundada en el siglo X, como cabecera del puente de piedra que unía los dos márgenes del Ebro, dando paso a los peregrinos a Santiago.
  Posteriormente tuvo mucha importancia como territorio fronterizo de los reinos de Castilla y de Navarra. El Ebro y la ruta jacobea han sido y son dos elementos de vital importancia para la historia y configuración de Logroño. 
 
 
 
Ayuntamiento barroco y Plaza de España en Sto. Domingo de la Calzada
 

Santo Domingo de la Calzada está situada a orillas del río Oja, todo en la ciudad, desde el nombre, la historia, las fiestas y los monumentos se deben a la ruta jacobea.
En el siglo XI, un ermitaño llamado Domingo, para facilitar el camino a los peregrinos, construyó una calzada, un puente, una ermita y un hospital, entorno a los cuales fue surgiendo una próspera villa de fuerte carácter comercial. Cuando la ruta de peregrinación entró en decadencia (siglo XVI), Carlos I la distinguió con privilegios. Hoy, Santo Domingo de la Calzada, Conjunto de Interés Histórico Nacional desde 1973, sigue siendo una de las etapas más importantes del Camino de Santiago.
 

 
La torre exenta y la catedral


La Catedral del Salvador
En la realización del actual templo calceatense confluyeron diversas causas e intereses, por un lado la pujanza económica de un lugar en expansión, los beneficios obtenidos de los devotos, la importancia de la peregrinación a Compostela, junto con el decidido interés de un obispo de convertir esta iglesia en un símbolo del poder episcopal frente al Monasterio Cluniacense de santa María la Real. En el año 1158 comienzan las obras del templo que acogía los restos del santo. La dirección de las obras se atribuyen al Maestro Garción que proyectó un gran templo tardorrománico de gran complejidad arquitectónica y acorde a las necesidades litúrgicas.
 
 
Cabecera de la Gloria
Formada por una girola, separada de la Capilla Mayor por 8 hermosas pilastras. Del ornamento románico se pueden contemplar excelentes relieves y capiteles de las embocaduras de la girola. En las pilastras que conforman la Capilla Mayor vemos decoraciones con motivos vegetales y otras con motivos historiados, como los capiteles de las 10 vírgenes prudentes, las 5 vírgenes necias y los 24 ancianos de la Apocalipsis. En la base del cuarto pilar vemos un relieve del majestuoso rey David tocando el laúd.
 

 

 

 Coro y órgano
Tallado entre los años 1521 y 1527; compuesto de 26 sillas bajas y 33 altas con asiento movible, misericordias, reclinatorio y brazos; los respaldos de las primeras presentan relieves de santas y los de las segundas santos y profetas. Esta excepcional sillería renacentista, labrada en madera de nogal sin policromar, se completa con el facistol que soporta los pesados y grandes cantorales. Un incendio redujo a cenizas el órgano en el año 1765, adquiriéndose uno nuevo en el año 1827, rehecho en el año 1914 y realizándose una profunda restauración en el año 1991.  
 

 

 

  
 

Retablo Mayor
Obra de Damián Forment, uno de los más afamados artistas del momento, que muere en esta ciudad el 24 de diciembre de 1540. Trazó un grandioso mueble litúrgico de 9 metros de ancho por 13 metros de alto. Utilizó casi exclusivamente madera de nogal; solo el zócalo es de alabastro. Policromado delicadamente por Andrés de Melgar, es una de las mejores joyas del renacimiento español. El mejor "retablo mayor" riojano del siglo XVI. 
 

 
 

El gallinero
De estilo gótico, llama la atención que cobija un gallo y una gallina vivos; recuerdo del famoso milagro del peregrino ahorcado injustamente y salvado por santo Domingo de la Calzada. En la pared hay diferentes exvotos,ofrecidos por los cautivos liberados por la intervención del santo. Los textos constatan la costumbre de los peregrinos; de hacerse con alguna pluma de las aves, que les serviría a su regreso a casa como una prueba más de la realización de la peregrinación. Todavía hoy, muchos peregrinos que consideran oír cantar a esas aves en la catedral como augurio de buen viaje.
 

 


 


La Cripta "Dar las vueltas"
unas escaleras conducen a la cripta, realizada en el año 1938; alberga el sepulcro relicario con el cuerpo del Santo fundador. Una costumbre muy enraizada en la ciudad, es la de "dar las vueltas al Santo", que consiste en girar 12 veces entorno al sepulcro rezando un padrenuestro, un avemaría y un gloria. tradición documentada por primera vez en el año 1350. Recientemente, en el año 2019, el artista esloveno Marko Rupnik ha recubierto sus muros con una serie de mosaicos ilustrados que cuentan diferentes escenas de la vida del Santo y de la iconografía religiosa.
Sobre la cripta se encuentra la lauda sepulcral del santo Domingo, con ropa de talar y acompañado de seis ángeles. obra románica de finales del siglo XII. El templete, tallado en alabastro imitando una arquitectura gótica, cobija una imagen de santo Domingo del año 1789 conocida como el "santo abuelito". Todo esto rodeado de una barroca reja de hierro forjada en el año 1708
 


 
El Parador Nacional de santo Domingo de la Calzada, antiguo hospital de peregrinos del siglo XV, construido en el lugar donde estuvo el primitivo hospital que levantó santo Domingo a mediados del siglo XI. Permaneció en activo como albergue de peregrinos hasta el año 1965, que se rehabilitó para Parador de Turismo. De planta basilical, con tres naves, conserva en la fachada principal una puerta del siglo XV y al lado izquierdo un ventanal del siglo XVIII. En su parte central una hornacina con la imagen de santo Domingo de la Calzada. En el patio se conserva el brocal del antiguo pozo construido por santo Domingo.