jueves, 10 de octubre de 2024

Altar de muertos 2024

Casa de México en Madrid. C/ Alberto Aguilera,20.


 
Flores, representan el elemento tierra. Las más usadas son las flores de cempasúchil que con su olor ayudan a las almas ha encontrar el camino hacia el altar. Serán el elemento más destacado en la fachada.
 
Papel picado, es un elemento decorativo típico de México, usado en diferentes festividades. En la tradición de día de muertos representa el aliento vital, al moverse el aire avisa que las almas están llegando a disfrutar de su ofrenda.
 

Calaberas, en diversos materiales como azúcar, chocolate o barro, son elementos decorativos típicos de las ofrendas. En esta edición, las ventanas de la fachada incorporan calaveras negras.
 

Casa de México celebra la séptima edición de su conocido Altar de muertos con un diseño de Eugenio caballero, destacado director artístico mexicano, especializado en escenografía, ganador de un Oscar. La casa estará intervenida desde la fachada hasta la segunda planta, pasando por las escaleras y los pasillos.
Por primera vez, el visitante puede sentir el altar a través de otros sentidos, no solo el de la vista, también con el oído y el olfato. El diseño del altar y la intervención del resto de los espacios está inspirado en el recorrido del limbo que hacen los difuntos para llegar, es decir, el recorrido del mundo de los muertos al mundo de los vivos y viceversa.


 
La pieza central del altar es un dibujo realizado por el maestro Javier Martínez Pedro cuyo diseño está inspirado en el camino que se inicia con la muerte y nos trae de regreso a la vida simbolizado en la ofrenda. La dualidad es un concepto presente a lo largo de todo el recorrido, la vida y la muerte, el día y la noche, la luna y el sol, el cielo y el inframundo, que se reflejarán en los diferentes espacios escenográficos.
 

Imaginemos a una persona que acaba de morir. Desde tiempos de los mexicas, el que muere debe emprender un largo y desafiante viaje de cuatro años hacia el Mictlán, el lugar de los muertos. El artista Javier Martínez Pedro captura con detalle cada aspecto de esta odisea espiritual, retratando el viaje completo que el alma deberá atravesar entre los dos mundos. También retrata los distintos tramos del recorrido revelando los obstáculos y desafíos que marcarán su travesía hacia el descanso final.



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