El Museo Etnográfico se localiza en una casa de arquitectura burguesa, de finales del XIX. Está dedicado a la conservación, investigación y divulgación del patrimonio etnográfico de Terque y de su provincia.
En sus salas se reúne la mejor colección de etnografía de Almería, contando con distintos espacios temáticos y mobiliarios emblemáticos de establecimientos de la provincia y de la capital como la Botica de Alhabia, el Estanco de la familia Algarra situado en el Paseo de Almería, una escuela o los Almacenes Segura.
El centenario comercio de tejidos "La Modernista", está dedicado a conocer la historia de los tejidos y la vestimenta. Además de ver la tienda con el mobiliario original de 1903, se puede contemplar una amplia colección de tejidos y vestimenta con una cronología entre 1860 a 1980.
Museo Provincial de la Uva del Barco
Situado junto al teatro Manuel Galiana, en el sitio de un antiguo almacén de uvas, el Museo Provincial de la Uva está dedicado a la conservación de los rasgos de identidad de la cultura parralera de la provincia de Almería, que durante dos siglos vivió del cultivo y la comercialización de la uva de mesa, llamada Uva del Barco.
El peso de la uva, los pesadores o romaneros eran los encargados de pesar la uva con diferentes sistemas de básculas o balancines. La romana se colgaba en uno de los alambres gruesos del parral conocidos como "maestras" o de algún soporte fijado en la pared o en una ventana. La uva sucia se contaba por pesos de 25 kg en cada pesada.
El acarreo de la uva, los acarreadores o gaveteros llevaban la uva desde el sitio del corte hasta el lugar donde se realizaba la faena. Para transportar las cajas con la uva sucia utilizaban unas parihuelas o gavetas, dos hombres con ayuda de una soga al cuello transportaban en la la gaveta dos o tres cajas de uvas.
La recolección de la uva, con el nombre de faena de la uva se refiere a todo el conjunto de actividades de recolección y preparación de la uva del barco para su exportación. Esta época de trabajo era muy esperada porque muchos hombres y mujeres de la provincia tenían la oportunidad de ganar un jornal.
Mujeres hombres y niños cortan el fruto lo acarrean, lo limpian y lo embarrilan. La llegada del tiempo de la faena implicaba una actividad extraordinaria que afectaba a la mayoría de los habitantes de los pueblos uveros y daba a los parrales, cortijos, almacenes, caminos y puerto un ambiente muy especial.
Paisajes con bancales de verdes parrales,
en Ohanes, en Instinción, en Terque,en Alhama,
en Ïllar, en Pechina, en Tíjola, en Fiñana,
en Berja o en Dalías...
Esperando la llegada de hombres y mujeres
con las bestias cargadas con la jarcia, los barriles,
las sillas, el cesto de avío y con las esperanzas
de un buen año de uva.
El tiempo de la faena comenzaba a mediados
de agosto y terminaba a principios de diciembre
concentrándose la mayor parte de la recolección
en los meses de septiembre y octubre.
La subasta era la forma más generalizada de comercialización de la uva de Ohanes en los mercados de destino. En las casas de subasta de Nueva York, Londres, Liverpool o Bremen se iban abriendo uno o dos barriles de cada lote y volcando su contenido en la mesa de muestras para que los compradores vieran su calidad y pujasen por ellas.
Día a día, las casas fruteras mandaban a los exportadores almerienses catálogos de venta con los precios conseguidos por sus marcas comerciales en las subastas.
El mercado británico y, posteriormente el norteamericano, hasta su cierre en 1924, fueron los principales destinos para la uva de Almería desde los inicios de su comercio internacional hacia 1830.
El período de madurez se logró entre 1860 y 1885 y alcanzó la etapa de mayor esplendor entre 1900 y 1914. Para mediados del siglo XX la uva de Almería se exportará por todos los continentes.
La introducción de la agricultura parralera de la uva de embarque supondrá un cambio radical en la economía almeriense del siglo XIX.
No hay comentarios:
Publicar un comentario