sábado, 4 de noviembre de 2023

Jardín Majorelle, Marrakech


 Los jardines de Majorelle fueron creados en 1924 por Jacques Majorelle, pintor francés que se asentó en Marrakech en 1919.



 
  Jardín Majorelle: 100 años del oasis azul de Marrakech que enamoró a Yves Saint Laurent.
 El artista Jacques Majorelle lo construyó a lo largo de 40 años e Yves Saint Laurent lo salvo de la ruina. Es uno de los jardines más hipnóticos del mundo , un poderoso imán para el viajero. El sueño de cualquier aficionado a la botánica.



 
 Este edén azul de Marrakech, un oasis, creado por el pintor orientalista Jacques Majorelle, primera figura unida a este pedazo de tierra en 1923, cuando lo adquiere no es más que un punto difuso en el mapa: el límite del palmeral de Marrakech.




 El artista francés había llegado a Marocco en 1917 huyendo del "terrible clima" de su país. Tenía una afección respiratoria y obsesión por las formas de las plantas, algo que heredó de su padre, famoso ebanista del estilo Art Noveau. Majorelle no era jardinero, pero siempre había estado expuesto a la botánica, empezó a transformar este vergel con todo lo que él quería ver y tener a su alrededor.
 


 Primero compraría dos acres, luego otros dos y así encarga al arquitecto Paul Sinoir la villa cubista que aparece en todas las fotos. Sería en 1937 cuando decide pintarla de un azul especial, el mismo que ha visto en los marcos de las ventanas de las kasbahs bereberes. Nace así el azul Majorelle. Es el legado más universal del pintor. Y pudo ser el único porque después de su muerte en 1962 en accidente de coche, el jardín que ha construido a lo largo de 40 años cae en el olvido y, se sitúa en el punto de mira de un proyecto inmobiliario que lo hubiera destrozado por completo.
 


 Hasta que llegan dos hombres para salvarlo: Yves Saint Laurent y Pierre Bergé, Se alojan en el hotel La Mamounia, pasan tres días grises y lluviosos, pero al cuarto día luce el sol y se enamoran de Marrakech, hasta el punto de que compran una casa en los límites de la medina.
 


 Su historia se cruza con la de Majorelle cuando, diez años más tarde, la pareja compra una nueva casa junto a su magnético jardín. Todos los días les inspiran sus colores, las plantas y la belleza del lugar. Así que años más tarde, en 1980, no pueden soportar que se vaya a destruir y deciden comprarlo para preservarlo y para hacer de el, tal y como ellos dicen, el jardín que Majorelle había soñado.
 


 Se habla mucho del azul, pero este lugar va también de verdes, en tonos diferentes. Es, por encima de todo, un jardín de plantas gráficas. El Jardín es parte de la Fundación Pierre Bergé - Yves Saint Laurent, atendiendo al patrimonio natural, no solo al de la moda, representado por el Museo YSL de Marrakech.
 


 El jardín mantiene muchos de los elementos originales, como los bambús, una de las plantas más características, Majorelle fue el primero en introducir este tipo de plantas en Marruecos. También se preservan las plantas suculentas, jazmines, nenúfares, cactus y palmeras.
 

 El reto será adaptar el exuberante jardín al lugar geográfico donde se encuentra y dar con especies alternativas, esto va ser muy diferente dentro de 30 o 40 años porque el cambio climático va a golpear duramente el norte de África.






Marruecos el reino de la luz



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