domingo, 25 de mayo de 2025

Monasterio de santa María de la Rábida

Monasterio de La Rábida. Ruta Colombina


A poca distancia de la capital se sitúan los lugares íntimamente relacionados con la cuna del descubrimiento de América, la Ruta Colombina, la preparación de aquella travesía que se inició la madrugada del día 3 de agosto de 1492.
 

El monasterio de la Rábida se presenta como el escenario donde Cristóbal Colón encontró hospitalidad, comprensión para su proyecto marinero y apoyo en la Corte.
 

El Consejo de Hermandades y Cofradías de la Semana Santa de Huelva, el 2 de octubre de 1989 nombra protectora y patrona de dichas hermandades a Ntra. Sra. de la Cinta.
Por Bula de S.S. Pablo VI, de fecha 11 de marzo de 1964, se proclama oficialmente Patrona de la ciudad de Huelva a Stma. Virgen de la Cinta. Protectora durante V siglos de la ciudad de Huelva.
 
 
Del puerto de Palos, localidad cuya participación fue decisiva para que la gesta se pudiera emprender, partieron las naves. En palos vivía Martín Alonso Pinzón, capitán de la marinería, que aportó barcos y dinero y venció la resistencia de sus hombres a adentrarse en lo desconocido.
 
A 10 km de Huelva y dentro del término municipal de Palos de la Frontera, se levanta el monasterio franciscano de santa maría de la Rábida. A este cenobio llegó Cristóbal Colón a finales de 1484. En el encontró hospitalidad y comprensión para sus planes de viaje. Fundamentalmente el apoyo partió de fray Antonio Marchena y de fray Juan Pérez. El primero astrólogo y aficionado a la navegación, acogió a Colón y a su hijo. El segundo, que antes de convertirse en monje había sido servidor de Isabel la Católica, le abrió las puertas de las influencias cortesanas y le consiguió el apoyo de la marinería de palos, capitaneada por Martín Alonso Pinzón.
 


Fundado el monasterio en el siglo XV, destaca más por su significado histórico que por su belleza artística. Reformado en el siglo XVIII tras el terremoto de Lisboa, aporta cierto sabor andaluz a la sencilla arquitectura franciscana.
 



 



Comienza la visita en la antigua sacristía, lugar donde poder contemplar los murales que realizó Vázquez Díaz (1882-1969), los cinco murales que integran el llamado Poema del Descubrimiento fueron terminados en 1930. En ellos, el artista plasma en imágenes algunos de los momentos más destacados de la gesta colombina.Con un estilo personal , el llamado pintor de la Humanidad refleja, en esta que está considerada su obra maestra, la determinación del almirante, el apoyo de los monjes y la duda de los marineros.

 
En el piso bajo el claustro mudéjar fue edificado a comienzos del siglo XV. Una sucesión de arcos de ladrillo, de medio punto y enmarcados en alfiz -que se apoyan en columnas de dibujo octogonal- articula las pandas de la galería baja. Blanca de cal, la galería alta fue añadida en el siglo XVIII.
 
Sala de las banderas


 

Cielos
 
Un cielo cada día,
cada noche...  
 
Cóncavas manos cazadoras
de la fe de un instante por el mar.
 
Más yo, pequeño, escapo, día
tras día, noche
tras noche,
como una mariposa.
                                                                             Juan Ramón Jiménez 

 
Ante mí estás, sí.
Más me olvido de ti,
pensando en ti.
 
                                                                 Juan Ramón Jiménez
 






 
 
 

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