jueves, 21 de marzo de 2024

Punto de cruz




Haiku
 
El agua se cristaliza
Las luciérnagas se apagan
Nada existe
                                             ChiYo-Ni
                                                                            Escrito poco antes de su muerte 
     
                                      


Chiyo-Ni (Matto, Kaga 1703 - 1775)
 
En la literatura oriental el haiku es el poema que expresa en sí mismo el minimalismo, el sentido zen de la existencia y la presencia absoluta de la naturaleza en un instante de reflexión. Se trata de la expresión máxima con el mínimo de recursos, ya que el poema se condensa en diecisiete sílabas. 
Chiyo es la más reconocida y respetadas de las poetas japonesas del periodo Edo. Comienza a escribir haiku en la niñez y es autora de algunos de los más bellos. Discípula del gran Matsuo Basho, pronto encontró reconocimiento entre sus contemporáneos.
La naturaleza atrapada en un instante es el tema central de sus composiciones. Tras contraer matrimonio, enviuda muy joven y se convierte en monja budista. Úrsula Martí y Dona Madridejos
 

 

 
 

 
Wallada llevaba escrito en su manto estos versos:
 
Sobre el hombro derecho:
 
Estoy hecha, por Dios, para la gloria,
y camino, orgullosa, por mi propio camino.
 
Y sobre el izquierdo:
 
Doy mi poder a mi amante sobre mi mejilla
y mis besos ofrezco a quien los desea.
 

Wallada (Córdoba, 995 -ÍD.,1091) 
 
Durante la época de los reinos de Taifas, la poeta Wallada reunía en su residencia de Córdoba alas mentes más exquisitas de su tiempo. De procedencia aristocrática, ya que era hija del califa, su figura, una mujer culta que vive su vida en libertad, no dejó indiferente a sus contemporáneos, tal como narra el cronista Ibn Bassan. "Los literatos se sentían atraídos por su brillo y acudían a sus siempre abiertas lizas y su concurrida mansión; dotada de elevado rengo, belleza y generosidad de ánimo. Aunque ella -¡Dios la perdone y pase por alto sus faltas! - rechazó el recato y dio motivos a la murmuración sobre su persona a causa del desenfado y la ostentación de sus placeres". Mantuvo una relación tempestuosa con el gran intelectual Ibn Zaydun, pasión que alumbró, en ambos casos, los más brillantes poemas de su época. Úrsula Martí y Dona Madridejos 
 

Yo no te pregunto adónde me llevas

Yo no te pregunto adónde me llevas
Ni porqué.
Ni para que.
¿Tú quieres caminar?, pues yo te sigo.
 
Llevo luceros, luceros, en la mano derecha.
Y llevo estrellas,
estrellas, en la mano izquierda.
Dime, hombre de todas las noches de luna, 
¿qué mano va a besarme?

¿Por qué me has quitado tus manos,
tanto y también como
acariciaban mi frente?
Para que me quisieras otra vez,
te regalaría un collar de islas,
un sistema nervioso de horizontes.
¡Me abriría para ti,
todas las mañanas en tus labios!

Yo soy más fuerte que tú,
porque me apoyo en ti.

¡Asómate a mi, que soy una torre!
¡Asómate a mi: soy aquella palmera de tu 
huerta, que latía contigo!
¡Echa al aire mis campanas y mis palmas!
Yo soy tu panorama. 
                                           (Brocal, 1929)
 

 
Carmen Conde (Cartagena, 1907 - Madrid, 1996)
 
En 1978, Carmen Conde se convirtió en la primera mujer miembro de la Real Academia Española. Desde la publicación de su primer libro de poemas en prosa, Brocal, (1929), celebrado por otros componentes de la generación del 27, se le ha otorgado el calificativo de la primera voz femenina de la lírica de la posguerra.
También ha sido incluida en la generación de 1936, siendo la única mujer entre una nómina de veinticinco poetas. En 1945 publica su primer libro de poemas, Ansia de la Gracia, al que le sigue Mujer sin edén (1947), quizás su libro más importante.
Además de colaborar en diversas revistas literarias, es autora de novelas: Las oscuras raíces (1953) y Soy la madre (1980). En 1967 es galardonada con el Premio Nacional de Poesía.  Úrsula Martí y Dona Madridejos
 




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