viernes, 16 de febrero de 2024

Túnez en sepia

Plaza de Colón

 
 
Museo Arqueológico Nacional

Entre 1892 y 1893 tuvieron lugar en Madrid diversas efemérides para conmemorar el IV  Centenario del descubrimiento de América y la figura de Cristóbal Colón. En una de las salas dedicada a Francia se expusieron objetos de la metrópoli y de sus protectorados, entre los cuales se hallaban 20 grandes cuadros con cerca de quinientas fotografías en papel a la albúmina enviadas desde Túnez donde se ilustraban su historia y sus monumentos de forma detallada, tanto espacial como culturalmente.
La regencia de Túnez en concreto el rey Ali III ibn al-Husayn cedió a España las fotografías expuestas,, las cuales una vez aceptada la donación pública en 1896, pasaron a formar parte de las colecciones del Museo Arqueológico Nacional.


La excepcionalidad de la ciudad romana de Thugga (Dougga) llevó a su declaración como Patrimonio de la Humanidad. De origen Númida, la conquista romana transformó el aspecto de la ciudad al erigirse algunos edificios públicos, como el templo dedicado a la tríada capitolina, el teatro o las termas.


El acueducto romano que discurre por la planicie de Zaghouan captaba las aguas de las regiones montañosas, llevándolas a Cartago. Fue erigido en época de Adriano (112-131) y reconstruido y prolongado posteriormente. Se mantuvo en uso hasta su abandono durante el siglo XIX.
 
 
La expansión del Islam por el norte de África a partir del siglo VII transforma el urbanismo y la arquitectura del territorio tunecino. Los monumentos de tipo religioso se caracteriza tanto por la continuidad de las tradiciones locales como por la introducción de influencias andalusíes y otomanas. Durante este período, los enfrentamientos con bereberes y los pueblos árabes, la actividad corsaria y las incursiones españolas y turcas posteriores revelan la importancia de la arquitectura defensiva.


Túnez permaneció bajo el Imperio otomano desde 1574 hasta 1881, año en el que se firma el Tratado de Bardo, por el que Francia establecía un protectorado que se prolongó hasta la independencia del país en 1556, El contexto en el que se sitúan las fotografías oscila entre las últimas décadas de la dominación otomana y el comienzo del protectorado colonial francés.
La mirada de los fotógrafos europeos del siglo XIX observa y captura paisajes, vistas de ciudades, arquitecturas tradicionales, zocos y patios interiores, es decir, escenas de la vida cotidiana en las que subyace una visión cargada de orientalismo.
 
Monedas para una conquista
 
Las monedas son el testimonio arqueológico más claro de la presencia de Cartago en Iberia. los gastos de la organización del ejército y el pago a los soldados exigieron acuñar grandes cantidades de moneda que, en parte, se hicieron en territorio hispano, en talleres móviles que viajaban con las tropas o en la ciudad de Kart Hadasht, , "la ciudad nueva" (Cartagena, Murcia), en latín Carthago Nova, fundada en 227 a.C.

Dioses, elefantes, caballos

Estas primeras emisiones son las más llamativas de la Antigüedad hispana. incluían piezas de plata de alto valor adquisitivo e imágenes de gran significado: dioses fenicios, como Melkart; los elefantes de guerra, sembraban el pánico entre el enemigo; y el caballo, el emblema de Cartago por excelencia. Melkart asimilado al Herades griego, era una divinidad muy arraigada en Iberia, y el dios protector de la familia Barca. Es posible que estas cabezas sean retratos disimulados de los generales cartagineses Amilcal y Anibal, retratados con atributos divinos.
 
Minarete de la mezquita Hammouda-Pacha-Bey


 Túnez en sepia
 
De 10 de octubre de 2023
al 18 de enero de 2024



 
 

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