viernes, 22 de julio de 2022

Diego Rivera. (Una fiesta de flores)


Diego Rivera. Girasoles, 1943


Peregrina tlaxcalteca. Museo Soumaya, México
 



  El alcatraz (también llamado cala) es una flor que aparece una y otra vez en la obra de Diego Rivera. El alcatraz es, un símbolo de México, de su naturaleza exuberante y arraigada en la cultura popular. Una flor presente en los mercados, en las ceremonias, en la vida cotidiana del campesino, del descendiente del indígena. 
  Rivera, en su compromiso, busca la reafirmación de la identidad cultural de su pueblo. Asociada a la feminidad y a la sexualidad, pintores y escultores la han retratado magistralmente y un ejemplo es Diego Rivera. Aunque esta flor también existe en África, se ha encontrado un petroglifo tallado perteneciente al periodo Posclásico tardío en un cerro de Santa Cruz, donde se ve una gran mariposa volando hacia una planta de alcatraz. 
 
 



 



 


 Dentro de una apretada historia de la participación judía en el arte de todos los tiempos, se escribió lo siguiente:
      México, único país hispanoamericano que tiene una tradición propia y una escuela de resonancia mundial, se relaciona con el judaísmo por el célebre muralista Diego Rivera, descendiendo por línea paterna de la familia sefardí Acosta, que llegó al país azteca hacia 1820.

  Y en Diego Rivera, se puede leer:
     Su abuela paterna, Inés Acosta, proviene de una familia judía, de origen portugués, inmigrada en 1822 o 1823. En una carta dirigida a la Bené Berit de la ciudad de México (fechada el 22 de octubre de 1942) afirma que considera un honor tener sangre judía en las venas. En varias ocasiones se ha pronunciado en contra del antisemitismo.

  La figura del mexicano indígena es blanca, por que sus antepasados testificaron que eran hijos del País de la Blancura; por eso la voz de los testimonios de su vida antigua es también, y el Blanco es la suma completa de todos los colores de La Vida.
 



 

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