La localidad palentina de Ampudia se encuentra en la comarca Tierra de Campos, a escasos 21 kilómetros de Palencia. Declarada Conjunto Histórico Artístico en 1965, Ampudia cuenta con muchos atractivos para el viajero, entre ellos una fortaleza que puede presumir de ser la mejor conservada de toda la provincia, y un casco urbano que merece la pena recorrer detenidamente. Uno de los pueblos más bonitos de España.
El castillo de Ampudia fue construido entre los siglos XIII y XV, siendo declarado Monumento Nacional el 3 de julio de 1931. De arquitectura gótica presenta una planta trapezoidal que cuenta con tres torres cuadradas en las esquinas ( la cuarta torre se derrumbo debido a que las bodegas que había al lado del castillo horadaron sus cimientos), la mayor de las cuales se corresponde con la llamada torre del homenaje.
Presenta una fachada de elegante aspecto distribuida simétricamente y ornamentada con bellas escaraguaitas de traza flamenca y un escudo del Duque de Lerma. Como nota curiosa se puede decir que en este castillo, se firmó el documento por el cual se produjo el cambio de capitalidad de Valladolid a Madrid.
Entre los señores que han poseído el castillo cabría destacar al Conde de Salvatierra, D. Pedro de Ayala, que abrazó la causa comunera dando lugar al hecho de armas llamado batalla de Ampudia entre los partidarios del emperador y las tropas acaudilladas por el obispo Acuña. Además se puede citar a D. Juan de Alburquerque Duque de Lema, la Casa Ducal de Alba y el Conde de la Granja.
A principios del siglo XVII se convierte en titular del señorío Francisco Gómez de Sandoval y Rojas, Duque de Lerma y favorito del rey Felipe III, al que trajo en distintas ocasiones a la villa, convirtiéndose el castillo en sede ocasional de la corte y siendo éste su período de máximo esplendor.
Con ocasión de una de estas estancias, en enero de 1606, se decidió en Ampudia el otorgamiento definitivo del traslado de la Corte de Valladolid a Madrid.
A partir de entonces el castillo entrará en un largo periodo de abandono hasta ser adquirido en 1960, por D. Eugenio Fontaneda Pérez, el cual desarrolló un arduo proceso de restauración que ha llevado a la recuperación de este histórico edificio.
Conjunto de estancias de diversa temática. La misteriosa atmósfera de las boticas medievales; la chimenea con su alambique, los anaqueles repletos de tarros de cerámica de Talavera de la Reina y vidrios de la Real Fabrica de la Granja, así como el numeroso instrumental vinculado a prácticas curativas, la silla de amputaciones y un singular cráneo de mujer pendiente en una jaula, ajusticiada por la Santa Inquisición a finales del siglo XVIII por brujería.
Una completa colección de armas, tanto blancas como de fuego, que permiten seguir la evolución de este tipo de piezas en las distintas etapas de la historia, incluyendo curiosos ejemplares de procedencias exóticas, Filipinas...Así mismo, se exhibe una colección de aparatos musicales de diversa índole: cajas de música, organillos, aristones...
La Colegiata de san Miguel es uno de los edificios más emblemáticos del municipio. Herencia probable de una construcción románica del siglo XII, su estructura actual se fue configurando en sucesivas etapas hasta el siglo XVII. De estilo general gótico renacentista, se compone de un templo y una torre de espectacular belleza que ha merecido múltiples calificativos laudatorios a lo largo del tiempo.
El templo se desarrolla en tres naves de gran capacidad cubiertas con bóvedas de crucería y estrelladas que apoyan en dos grandes pilares de sección octogonal. Esta estructura parece que fue resultado de una modificación adoptada a finales del siglo XV del plan original que probablemente proyectaba una doble fila de columnas de apoyo y bóvedas más pequeñas, tal como puede deducirse de la disposición de los contrafuertes exteriores.
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