Planetario de Madrid |
Yuri Alekséyevich Gagarin (1934-1968)
El primer ser humano en el espacio ¡Poyehali! (¡Vámonos! en ruso) fue la primera palabra que Yuri Gagarin pronunció en el despegue de la Vostok 1 el 12 de abril de 1961, convirtiéndose en el primer ser humano en alcanzar el espacio exterior.
Yuri Alekséyevich Gagarin nació el 9 de marzo de 1934 en Klushino, un pequeño pueblo en el oeste de la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Hijo de campesinos, fue el tercero de cuatro hijos. Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, la familia al completo se trasladó a Gzhatsk (renombrada Gagarin en 1968), en donde Yuri se convirtió en obrero metalúrgico hasta 1954.
En 1955 fue aceptado en la Escuela Militar de Pilotos de Oremburgo y cinco años después, la URSS le eligió para ser el primer ser humano en viajar al espacio. Tal hazaña se produjo el 12 de abril de 1961, a bordo de la Vostok 1. El lanzamiento tuvo lugar a las 06:07 hora universal (UT) desde el Cosmódromo de Baikonur. El vuelo duró 108 minutos y logró una altitud de 327 km sobre el nivel del mar. Durante el mismo, y en referencia a la Tierra, Gagarin exclamó:
"Pobladores del mundo, salvaguardemos esta belleza, no la destruyamos"
Hispasat Una empresa de Redeia
Hispasat celebra el 30 aniversario del lanzamiento del Hispasat 1 A, el primer satélite español de comunicaciones, que se lanzó al espacio el 11 de septiembre de 1992. Este proyecto supuso la incorporación de España a la aventura espacial e impulsó el desarrollo de una industria estratégica para las telecomunicaciones y la seguridad y de un alto valor innovador.
Cástor y Pólux, las dos estrellas más brillantes de la constelación de Géminis |
Los colores del cielo profundo
Fue una bonita noche de septiembre de 2007 cuando, viajando por la costa californiana con la familia, paré el coche a petición de mi mujer para echar un vistazo al cielo, y ninguno dimos crédito a nuestros ojos al contemplar la Vía Láctea por primera vez. Mi primer instinto fue fotografiarla con una cámara sencilla, y aunque el resultado dejaba mucho que desear, quedé muy intrigado. ¿Puede alguien cómo yo hacer fotos de galaxias y nebulosas? Una vez en casa, una sesión en internet y ya estaba enganchado, de por vida.
Tras aquel encuentro, mis primeras imágenes no me impresionaron en absoluto pero, poco a poco, durante casi todo 2008 pasé discretamente de no tener ni idea a saber lo necesario para continuar a mi aire. Ese es el momento en que los aspectos técnicos dejaron de limitarme, lo que me permitió experimentar con nuevas técnicas de procesamiento de imágenes hasta el punto de empezar a desarrollar un estilo propio y "crear escuela" sin darme cuenta. Desde mi punto de vista, lo único que hice fue dejar que mi propia curiosidad se pusiese al mando mientras yo me limitaba a explorar, producir y materializar las imágenes que quería crear.
Fue una imagen del Cinturón de Orión y la nebulosa del mismo nombre, que hice en 2009, la que me dejó claro que yo no estaba interesado en crear una colección de objetos astronómicos, como casi todo el mundo hacía, sino en buscar paisajes estelares y panoramas del cielo profundo: la Constelación de Orión entera, Leo en su totalidad, enormes vistas con varios objetos que no suelen verse juntos, como Simeis 147 y la nebulosa de la Llama, la nebulosa de la Cabeza de Bruja "mirando" a la estrella Rigel, La Gaviota y Sirio, o la imagen de gran campo de Rho Ophiuchi.
Me dediqué a perseguir estos paisajes simplemente porque yo quería verlos, pero no encontraba nada similar. Fue sin duda mi curiosidad la que me llevó a descubrir estas vistas celestes.
Para mi, la astrofotografía no es solo el capturar y producir una imagen. Me ofrece experiencias únicas y muy personales. Me ayuda a olvidarme de todo lo demás. Me permite crear, soñar y tener innumerables momentos excepcionales que jamás hubiese tenido de otra manera. Me hace sentir vivo y feliz, y por eso, no dejo de continuar haciéndolo. ¡Cuanto más, mejor! Rogelio Bernal Andreo
Rogelio Bernal Andreo |
La Cabeza del Caballo Azul, este complejo de preciosas y polvorientas nebulosas de reflexión se encuentra en la constelación del Escorpión. Su apariencia nos recuerda a una cabeza de caballo de perfil (nebulosa IC 4592). No hay que confundirla con la famosa nebulosa conocida como "Cabeza de Caballo" de la constelación de Orión. De hecho, la Cabeza de Caballo Azul abarca muchísimo más espacio en nuestro cielo nocturno que su hermana en Orión. La estrella que vemos hacia el centro, y que formaría el ojo del caballo, es Nu Escorpii, y se encuentra inmersa en la nebulosa de reflexión azul IC 4592, a más de 400 años-luz de distancia.
La mirada del caballo parece fijada en Beta Escorpii, la estrella que vemos en la parte inferior izquierda. Hacia la parte superior derecha, cerca de la oreja del caballo, hay otra nebulosa de reflexión azulada, IC 4601, que envuelve a dos débiles estrellas. El tono azul característico de estas nebulosas de reflexión es causado por la tendencia del polvo interestelar a esparcir más fuertemente la luz azul de las estrellas.
Ficha técnica
Tiempo de exposición: 5,3 horas
Fecha: mayo, 2009
Lugar: Panoche Hills, California
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