La iglesia alberga el corazón de la comunidad cristiana que administran, en esta parte del barrio de Salamanca, los PP. Agustinos desde el año 1911. Y esta es una fecha de referencia, el 1 de enero de 1911 se inauguró solemnemente este templo y el edificio que albergaría a la comunidad religiosa de la Orden de san Agustín y la Escuela de Formación de Obreros.
Todo un proyecto de promoción humana, social y cristiana que nació de la apuesta y mecenazgo de un matrimonio catalán, de ascendencia italiana, D. Manuel Caviggioli y Dª Benita Maurici enamorados de Madrid y del ensanche de la ciudad, el barrio de Salamanca, que inició su vida de nuevas edificaciones en el año 1860.
El matrimonio Caviggioli contrató un arquitecto italiano muy afamado en los círculos nobiliarios madrileños de inicios del siglo XX, Fernando Arbós y Tremanti (Roma 22 octubre 1840 - Madrid 18 diciembre 1916), académico de la Real Academia de san Fernando y que firma distintos edificios en la capital, entre ellos el Panteón de España y la Real Basílica de Atocha que guardan considerables similitudes artísticas con esta iglesia parroquial. Este arquitecto diseña y edifica el único templo en España, hasta el momento, construido íntegramente en estilo neobizntino.
La contemplación de la belleza cromática de las teselas, la gran cúpula, el torrente de luz que esparcen generosamente sus grandes ventanales le confieren en un espacio privilegiado para el disfrute estético y la posibilidad de una oración remansada en el centro de la capital. Por su singular belleza, capacidad y ubicación muchas parejas la eligen para la celebración de su enlace matrimonial.
Además san Manuel y san Benito destaca por ser referencia musical entre las iglesias del centro de Madrid. La música que surge de su afamado órgano de corte romántico alemán y las voces del centenario Coro Polifónico son el deleite de cuantos se acercan a las celebraciones litúrgicas o a los conciertos y certámenes que, como la Semana Internacional de Órgano, se desarrolla en esta iglesia parroquial.
No es una guerra, es un genocidio.
Palestina Libre
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