La gastronomía marroquí es muy variada, en cada región es diferente, con recetas propias que merece la pena conocer. Es rica y diversa porque sus influencias también lo son. No se puede negar que una de las tradiciones más presentes en ella es la árabe, motivo por el cual comparte muchos platos con otros países del norte de África y Oriente Medio.
Se diferencia de otras cocinas del Magreb, en que no tiene prácticamente influencia de la cocina turca, pues el imperio otomano nunca dominó este territorio.
Otro rasgo característico es la influencia bereber. Buena parte de la gastronomía marroquí se gestó en el siglo IX, en tiempos de la dinastía Meriní, en sus ricas cocinas palaciegas.
Además, en la cocina marroquí se pueden encontrar pequeños detalles de las culturas que han estado en contacto con Marruecos en el pasado, como la andalusí, la sefardí, la francesa o la española.
Los dulces populares, no son tan variados como los platos salados, algunos de ellos, se toman en momentos muy representativos, como el iftar (momento en que se pone fin al ayuno diario durante el Ramadán).
Así ocurre con la chebakia, un dulce elaborado a base de harina, huevo, mantequilla, almendras tostadas, sésamo y miel. El sfenzh, también para acabar con el ayuno, pero en este caso para el "desayuno" como primera comida del día.
Los briwat son pasteles rellenos a modo de empanadas, que se suelen servir para "picar", en ocasiones especiales como banquetes.
"Todo el universo se encuentra en la tetera, más exactamente, la sinía (bandeja redonda) representa la Tierra, la tetera al cielo, los vasos a la lluvia; el cielo a través de la lluvia se une a la Tierra". Abdallah Zrika
Casa Árabe Alcobendas
Plaza Mayor, 3
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