Cumplida la cosecha en octubre, octubre acoge la siembra del grano de invierno. Pero Luis, Ágata y Miguel no esperan que sus vidas ya consumidas obedezcan un similar, y se resignan a entrar en el invierno definitivo.
Dos encuentros, sin embargo, cambian el rumbo de sus vidas: Luis y Ágata unen el destino de sus almas en la noche, según el dictado de sus más secretos anhelos; Miguel relee y revive sus escritos pasados, y despierta una nueva aspiración vital en su tensión hacia la luz infinita.
ISBN 84-226-6280-9
Autor: José Luis Sampedro
Título: Octubre, octubre
Nº de pág. 718
Ilustración: La caída de Ícaro, de P. Brueghel
Octubre es un mes con dos caras. Su doble rostro mira hacia atrás, a las hojas marchitas, y hacia delante, al futuro renacer de la tierra. Octubre es el mes de la partida, cuando las golondrinas viajan buscando el calor para volver, siempre, en primavera. Luis y Miguel sienten el fin de sus vidas y se retiran vencidos, pero en el umbral de octubre una nueva semilla fecunda su tierra agostada. como aves migratorias, emprenden el vuelo...
Luis regresa a quartel de Palacio, su barrio, desertor de la lucha contra sí mismo; angustiado y confuso, incapaz de aceptar su identidad sexual, va a dejarse morir cuando encuentra a Ágata, alma gemela con la que andará un nuevo camino de perfección, la búsqueda del amor completo, la mefistofélica senda hacia la endroginia y la coincidencia de contrarios. En otro plano, el escritor Miguel, encarado a las novelas que narran su caída -la de Ícaro-, se adentra en las ciudades enterradas en su mundo interior. Ambos peregrinos parten en sentidos opuestos en la busca de algo que desconocen...
Octubre, octubre se escribió durante casi veinte años y se necesitó los sesenta y cuatro años de experiencia vital de su autor. José Luis Sampedro ha dado cabida a un universo completo, rico de personajes, temas y situaciones.
Título: La sonrisa etrusca
Autor: José Luis Sampedro
Nº de pág. 302
ISBN 84-226-6983-8
La sonrisa etrusca, el viejo Salvatore Roncone va a Milán a pasar una revisión médica. No las tiene todas consigo. El hombre se teme lo peor: que el facultativo diagnostique que su enfermedad es incurable. Al viejo Roncone, sin embargo, lo que más le fastidiaría es morirse antes que el maldito Cantanotte, su rival de hace muchos años, y no darse el gustazo de asistir al entierro del detestado adversario. Todo lo demás le importa mucho menos.
En la gran urbe, no obstante, va a producirse un extraño milagro: conoce allí a su nieto, Bruno, y el niño provocará en el viejo y curtido calabrés un manantial de ternura, de esperanzas y sentimientos hasta entonces ignorados, que renovará el concepto del mundo y de la vida que tuvo siempre. Surge entonces una hermosa historia de amor entre el abuelo y el nieto, completada con el afecto que la viuda Hortensia vuelca sobre Salvatore, creando una perspectiva cuajada de intensidad vital.
No hay comentarios:
Publicar un comentario