El cómic -o la historieta, si lo queremos llamar como lo llamamos nosotros- es una expresión artística tan importante, que costó años que los expertos se pusieran de acuerdo para fijar los orígenes. Después de años de discusiones convinieron que el nuevo y noveno arte nacía, formalmente, en la prensa de Estados Unidos a comienzos del siglo XX.
La evolución es rápida, en pocos años se multiplican y encadenan series y personajes. Antes de la Segunda Guerra Mundial los cómics han nacido, han crecido.
Contrastes estructurales
1895. La prensa moderna de Estados Unidos se consolida como la más innovadora del mundo. Y la que más ingresos aporta a sus propietarios. Joseph Pulitzer compite con William Randolph Hearst para vender más periódicos. Richard Felton Oucault, un ilustrador con talento, más cerca del siglo XIX que del XX y trabaja para Pulitzer, que empieza a imprimir el papel en color. Pulitzer encarga a Oucault unas historias dibujada que retratan la marginalidad y la pugna por la supervivencia en los barrios más humildes que se publicaran en el New York World. Así nace Yellow kid, que debe su nombre al color de su camisón.
El cómic moderno ha nacido. Y la competencia entre los dos editores dará alas y motores aéreos a las nuevas criaturas secuenciales.
Y de repente también alguien piensa que no hay suficiente con los personajes graciosos. La aventura. Aventureros serán Buck Rogers y Tarzán, el rey de la selva, o los ganstéres de Dick Tracy, que derivará en el Secret Agent X-9...Y a continuación Terry y los piratas, Jungle Jim y Flash Gordon. Y la saga artúrica del gran Valiand: la mejor serie que nunca se hará sobre un personaje. El cómic llega a la madurez.
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| Pizzería di Araldo. C/. Los Madrazo, 5. Madrid |
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