jueves, 4 de julio de 2024

En la ceniza escribo. Akutagawa Ryúnosuke

 
Akutagawa Ryúnosuke (1892-1927) es conocido como narrador y ensayista literario japonés; aunque su otra dimensión como poeta, y concretamente haijin o autor de haikus, suele olvidarse más.
Uno de los autores más internacionales, llevó el relato japonés a las más altas cotas literarias con obras como Rashomon (1915), que sería llevada al cine (1950) por Kurosawa. La nariz (1916) relato breve por el que Sóseki lo felicitó en carta personal.
Entre 1919 y 1922, Akutagawa se encuentra en plena madurez productiva y estilística. frente al naturalismo, dominante en Japón a principios del siglo XX, Akutagawa enfatiza la psicología de sus personajes, con detenido análisis.
En 1935 Kikuchi Kan impulsó la creación del -que llegaría a ser muy prestigioso- Premio Akutagawa de Literatura.
 

 Autor: Akutawa Ryúnosuke
Título: En la ceniza escribo
 
Selección y traducción, introducción y notas: Fernando Rodríguez-Izquierdo y Gavala
Edición bilingüe
 
Editorial Satori
Colección Maestros del Haiku nº 5
ISBN 978-84-942861-2-4 

Vilhelm Hammershoi

Florece un lirio
sobre el techo de paja
de la cabaña.
 
El techo de paja de una casita rural suele verse oscuro, pues la lluvia y el frío se encarga de agrisar la paja; y si no llueve, el polvo ejerce la misma función. Un lirio del campo, que allí floreció por una semilla casual, resalta en este enmarque con todo su esplendor.
 
Vilhelm Hammershoi

  Nubes distantes
con espigas se mezclan
las amapolas.

Si las nubes están altas, el día luce claro; y así nos permite ver esta elocuente simbiosis de lo bello con lo útil, pues las lindas y efímeras amapolas dan un contraste cromático a las fructíferas espigas de la mies. Una preciosa convivencia.

 

miércoles, 3 de julio de 2024

La memoria colonial en las colecciones Thyssen-Bornemisza

Hans von Kulmbach. Triptico del Rosario,1510
 
Museo Thyssen-Bornemisza
Paseo del Prado, 8. Madrid
del 25 de junio al 20 de octubre de 2024
 
 
 
Tras la caída de Constantinopla en 1453, el desarrollo naval de los países mediterráneos propició la circunvalación de África y la llegada de Cristóbal Colón a América, con el consiguiente establecimiento de un sistema capitalista global, de carácter colonial, liderado por Europa.
 
Las potencias del Viejo Continente rivalizaron por el control de los mares y la explotación de recursos de los territorios colonizados, con escasa o nula atención a los intereses de la población local. Es lo que se conoce como extractivismo, proceso que implicó la apropiación de materias primas y el sometimiento al trabajo forzoso de indígenas, primero, y de africanos, después.
 
A metrópolis como Lisboa, Sevilla, Ámsterdam y Londres llegarón mercancías y objetos de lujo de todas las partes del mundo. Se consolidó así un lucrativo sistema mercantil triangular integrado por personas esclavizadas (África), recursos naturales (América), y productos elaborados (Europa).
 
Las chinoiseries y el japonismo testimonian el afán occidental por poseer objetos refinados procedentes de Oriente. Esta apropiación de extendió a ideas y formas de expresión artísticas de culturas no -occidentales, dando lugar a lo que se ha denominado el "extractivismo cultural o epistémico", una de cuyas manifestaciones tardías es el "primitivismo" de las vanguardias del siglo XX.
 

(Detalle)

En el siglo XVII, la Compañía Holandesa de las Islas Orientales se apropió de las rutas comerciales portuguesas estableciendo dieciséis colonias y hasta seiscientos enclaves de intercambio. Este régimen de extractivismo se sostenía sobre un sistema de explotación de la población local y proveyó a los puertos neerlandeses de materias primas como arroz, especias, café, té, metales preciosos y sedas. la imagen muestra un cuenco chino de porcelana, originalmente de función sagrada,convertido aquí en un utilitario azucarero. La copa nautilo da cuenta de la fiebre por conseguir conchas y perlas raras y exóticas -principalmente del Caribe- que se dio en Europa.
 
Nohemí Pérez. Incendio en la casa de las zarigüellas y Cóndores sin vida, 2022

(detalle)

 
Como denuncia Nohemí Pérez, el extractivismo de recursos de los pueblos originarios continúa hoy en día en su Colombia natal. En estas obras dibuja la frondosa selva de Catatumbo que conoció de niña y que en la actualidad ha sido casi completamente destruida por incendios forestales.Trazando la naturaleza con carboncillo, Pérez relaciona la tierra con la explotación minera del carbón, y dibuja a lápiz figuras de refugiados venezolanos, guerrilleros del cártel o misioneros cristianos, surgiendo la vulnerabilidad de la vida humana en aquella tierra.
 



Eugéne Delacroix. Jinete árabe, 1854

Anónimo veneciano, hacia 1570. La última cena.

Uno de los fundamentos en los que se sustentó el empleo de mano de obra forzosa por parte de las potencias coloniales fue la jerarquización racial de determinadas poblaciones no europeas en términos biológicos; idea científicamente rebatida hoy en día.
 
Encumbrada en su poderío militar y económico, Europa se atribuyó la supremacía moral e intelectual como distintiva de su grupo étnico. Paralelamente, relegó a otros pueblos a la condición de "otro"; esto es, en los siglos XVI y XVII alguien contrario a los valores del cristianismo y, desde el siglo XVII, ajeno a los denominados valores universales encarnados por Occidente.
 
El racismo se vinculó inicialmente a una supuesta inferioridad "natural" de los no-europeos, como ocurrió con los amerindios y los africanos. Más tarde, se concibió en términos historicistas aduciendo que determinados pueblos sufrían un atraso histórico y que necesitaban de la tutela europea para evolucionar.
 
Tal fue el caso de los árabes, de las naciones originarias o del pueblo gitano, entre otros. Concebidos a menudo desde el estereotipo de lo instintivo e irracional -en oposición al racionalismo de la modernidad europea- no faltaron ocasiones en las que se los representó con un acusado fatalismo.
 

 "El bienestar y el progreso de Europa han sido construidos con el sudor y los cadáveres de los negros, los árabes, los indios y los amarillos". Frantz Fanon, 1961
 

El colonialismo europeo reformuló el sistema esclavista antiguo -restringido a unos cuantos años y étnicamente plural (de hecho, el término "esclavo" deriva de "eslavo")-, y lo transformó en una condición de por vida principalmente vinculada a las personas de origen africano. Se estima que entre 12,5 y 15 millones de africanos sufrieron comercio de la trata trasatlántica.
 

 La esclavitud fue una cuestión de riqueza y estatus en la escena europea. Las potencias europeas se enorgullecían de tener colonias en América y, a través de su legislación -o falta de ella- sobre la esclavitud, demostraban que aceptaban el sometimiento de millones de personas como un precio justo a pagar por ese orgullo. Olivette Otele, 2020
 
 
Ernst Ludwig Kirchner. La Cala, 1914

Mijail Lariónov. Desnudo azul, 1908.  Max Pechstein. verano, 1921.
 
Dando continuidad al imaginario colonial y patriarcal, el expresionismo alemán de comienzos del siglo XX hizo suya la asociación del desnudo femenino con la naturaleza y lo "primitivo" (por contraposición a lo masculino como símbolo de cultura y civilización. Max Pechstein, miembro del grupo Die Brücke, pintó este óleo durante las vacaciones estivales en Leba, junto al mar Báltico. Representa a mujeres disfrutando de una jornada de ocio en plena naturaleza. En verano, las tres mujeres completamente desnudas tienen la piel oscura y rasgos faciales no occidentales.  
 

 



En el siglo XVIII la prohibición de la esclavitud en los países del norte de Europa se extendió también a algunos territorios norteamericanos al tiempo que se fundaban las primeras sociedades abolicionistas. Así mismo, los frecuentes levantamientos contra los colonos propiciaron el estallido de la revolución de Haití (1791-1804), que instauró la primera república negra.
 
En Estados Unidos, tras la abolición de la esclavitud en 1865, pervivió la segregación racial y la legislación discriminatoria. Este hecho propició que durante los años 1910 a 1970 muchos afrodescendientes se trasladasen a los estados más liberales del norte y la costa este, en lo que se conoce como la Gran Migración. Allí, la lucha por los derechos civiles (1954-1969) y el activismo del Partido de las Panteras Negras (1966-1982) culminó con el fin de la segregación racial. Sin embargo, las dinámicas racistas perviven en la actualidad.
 

 


Taypey


martes, 2 de julio de 2024

La Horla. Guy de Maupassant


 Guy de Maupassant (Tousville-sur-Arques, 1850 - París, 1893

Hijo de una familia acomodada, mantuvo una relación de extremo apego con su madre, al punto de considerarse huérfano de padre. A sus diecinueve años, y tras graduarse como bachiller, viajó a París para estudiar Derecho. En 1873 inició una intensa relación con Flaubert, antiguo compañero de juegos de infancia de su madre, quien ocupó el lugar de la figura paterna. Este lo orientó en sus manuscritos, además de introducirlo en los círculos literarios de la época, en los que conoció a Zola, Turguéniev y los hermanos Goncourt. En 1880 dedicó el volumen De vers a Flaubert, quien moriría ese mismo año.
Casi en simultáneo empezaron sus problemas de salud mental y el éxito de la crítica literaria. Colaboró con los periódicos Cil Blas y Le Gaulois, en los que, en la década de 1880, aparecieron más de trescientos cuentos suyos. 
Además, publicó varias novelas, entre las que destacan La casa Tellier (1881) y Pierre y Jean (1888).
En 1891 fue internado en diversas casas de salud. "Tengo miedo de mí mismo, tengo miedo del miedo, pero, ante todo, tengo miedo de la espantosa confusión de mi espíritu, de mi razón, sobre la cual pierdo el dominio.
El primer día de 1892 intentó cortarse la garganta con un abrecartas, tras lo cual fue ingresado en la clínica del doctor Blanche, en parís, donde murió al año siguiente.
 

Autor: Guy de Maupassant
Título original: L'Horla, La Chevelure, Apparition
Traducción: Mauro Armiño
Ilustraciones: Mauro Cascioli
Página. 76
libros del Zorro Rojo
ISBN: 978-84-948848-3-2

Estos cuentos  nos sumergen en la atmósfera vital y creativa de uno de los más ilustres cuentistas franceses de todos los tiempos.
 De fuerte corte autobiográfico, esta tríada de relatos reúne los temas que atravesaron a Maupassant. la locura, el estado de conciencia alterado por la hipnosis y el terror frente a aquellos elementos inexplicables que generan sobre el cuerpo efectos incontrolables.
Los cuadros de Cascioli rebasan cualquier marco, físico o mental, al desplegar un universo prodigioso e insondable ante el cual la mirada racional revela su estrechez.
 
 

Museo Thyssen-Bornemisza




Dentro del programa expositivo dedicado a la colección de Blanca y Borja Thyssen-Bornemisza, el museo presenta una retrospectiva del estadounidense Robert Nava (Chicago, 1985). Se trata de la primera monográfica del artista en un museo, con una selección de 17 piezas de gran formato realizadas entre 2019 y 2024.