viernes, 22 de septiembre de 2023

Amazônia. Sebastiáo Salgado

Centro Cultural de la Villa. Julia, Jaume Plensa.



La Amazonia siempre ha estimulado la imaginación. Como origen de muchas metáforas, su imagen frecuentemente se aleja de la realidad de este vasto territorio que se extiende por nueve países sudamericanos. Cerca del 60% de la selva tropical, la mayor del mundo, se ubica en suelo brasileño.
 
Cuando los navegantes portugueses desembarcaron en Brasil en el año 1500, en esta densa y rica jungla irrigada por innumerables ríos vivía una población estimada en cinco millones de habitantes. Actualmente, no son más de 370.000, divididos en 188 grupos indígenas y con 150 idiomas diferentes. Todavía hoy, no se ha contactado con 144 de los grupos identificados.
 
 
Desde el siglo XVII han surgido pueblos y ciudades a lo largo del río Amazonas y sus afluentes. Pero la mitad del siglo XX marcó el inicio de un triste capítulo en la lucha por la supervivencia de las poblaciones locales: los flujos migratorios desde el sur del país propiciaron la desforestación para dar paso a la ganadería y al cultivo de soja. Las nuevas carreteras y la apertura de vías fluviales facilitaron el acceso a las empresas madereras y mineras.
 
 
El río Auris nace en el altiplano de la sierra de Parima, en la frontera entre Brasil y Venezuela, y baja serpenteando por las tierras de la Reserva Forestal de Parima hasta desembocar en el río Uraricoera, uno de los cursos de agua que forman el río Branco. Tierra Indígena Yanomami. estado de Roraima, 2018.



El pueblo indígena Zo'é  vive al norte del río Amazonas, en las selvas del estado de Pará, más preservadas que la orilla sur, que están sufriendo un acelerado proceso de destrucción. Allí, casi entre la frontera entre Brasil y las Guayanas, el relieve es elevado y de difícil acceso por agua o tierra. Su territorio tiene una superficie de 624 000 hectáreas. El 22 de diciembre de 2009 esta tierra fue reconocida oficialmente como reserva indígena protegida.
 

Instalados en el estado de Amazonas, los suruwahás escogieron vivir en una situación de casi total aislamiento para preservar sus tradicionales prácticas culturales lo más posible.
Los indígenas producen todo el alimento que consumen gracias a unas técnicas agrícolas mejoradas. Para cazar, usan armas tradicionales, el arco y la cerbatana, con flechas de puntas envenenadas. Son especialistas en el uso de venenos. Ellos no tienen líderes oficiales, pero los mejores cazadores de tapires son considerados madi iri karuji, "personas de valor", y admirados en proporción al número de sus presas. 
 
Têtê-Shavô, en la aldea Morada Nova. El hecho de que utilice su nombre de nacimiento indica que aún no ha tenido hijos. Tierra Indígena Marubo del Valle del Yavarí. Estado del Amazonas, 2018


Al igual que otros pueblos indígenas del extremo oeste de la Amazonia, los marubios tienen en su mitología una fuerte influencia del recuerdo de sus relaciones con el Imperio Inca. Varias narraciones míticas hablan de los viajes de sus antepasados en busca de bienes entre los incas, como piedras, tan raras en la región del Valle del Yavarí, de suelo arenoso, donde viven. Tal vez deban su propio nombre a esta relación con los incas: la palabra marubo, no tiene ningún significado en su lengua, de la familia pano.
 
Paisaje fluvial en la desembocadura del río Jaú. Parque Nacional de Jaú. Estado de Amazonas, 2019


Una de las curiosidades más extraordinarias de la selva amazónica es un fenómeno conocido como "ríos voladores". Elevándose por encima de la selva, estos ríos aéreos cargados de vapor de agua fluyen por gran parte del continente sudamericano y llevan más agua que el propio río Amazonas.

Sína de la aldea Maronal, es profesor. Su pintura corporal hecha de jenipapo (mezclado con cenizas para fijarlo), se utiliza en las fiestas de la picadura de la avispa para eliminar la panema (pereza o mala suerte). La pintura roja, hecha de urucum, se emplea en las fiestas del maíz y en la guerra.


 

La selva fuente de miedo e inspiración
 
Desde la colonización de Brasil por Portugal, la Amazonia fue apodada "infierno verde", una selva impenetrable y empapada que no ofrecía más que peligros al explorador. Los que sobrevivieron se hicieron famosos por sus relatos, desde el conquistador español Francisco de Orellana, pasando por el explorador alemán Alexander von Humbloldt, hasta Theodore Roosevelt y el mariscal Cándido Rondon, cartógrafo del ejército brasileño, considerado el mayor protector de los indígenas de Brasil en el siglo XX.
 
Restaurante Papúa




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