viernes, 13 de enero de 2023

Museo Arqueológico Nacional (MAN)

 La fundación del Museo: de palacete a palacio (1867-1895)

El Museo Arqueológico Nacional fue creado en 1867 por Isabel II, siguiendo la tendencia europea de la época de crear grandes museos nacionales destinados a mostrar los testimonios del pasado propios de cada país.
   Con su fundación se daba respuesta a la demanda de reunir en una única gran institución las colecciones de antigüedades dispersas en diferentes establecimientos, con el fin de representar la historia de España, desde los orígenes a los tiempos más recientes, y ofrecer un panorama de las antiguas civilizaciones del resto del mundo.
   La idea encontró impulso en el desarrollo que la arqueología alcanzó en esos momentos, así como en la toma de conciencia del riquísimo patrimonio cultural que, a causa de invasiones, guerras y desamortizaciones, se encontraba en peligro de desaparición y era necesario proteger. El nuevo Museo debía reunir, conservar y estudiar estos bienes para ponerlos al servicio de los ciudadanos, contribuyendo de este modo a su formación e instrucción.


 
El tesoro del Carambolo
 
    El conjunto está formado por 21 objetos: 16placas rectangulares, 2 pectorales o colgantes, 1 collar dos brazaletes. Se halló casualmente en el año 1958, durante una reforma en el edificio de Tiro de Pichón en Camas, originando posteriores excavaciones llevadas a cabo por D. Juan de Mata Carrizo.
   Las piezas fueron ocultadas dentro de una estructura oval, en la que además había abundantes huesos de animales y cerámica del tipo que se ha denominado "carambolo", lo que ha hecho pensar en un posible espacio de culto o destinado a algún ritual. La interpretación más aceptada afirma que servían de exorno para un dignatario religioso o político, o quizá para dos, ya que aunque todos los elementos que componen el tesoro parecen haber salido del mismo taller, se pueden identificar dos conjuntos en base a la decoración. Una interpretación reciente propone la posible utilización de algunas piezas en el adorno de toros sagrados, basándose en paralelos arqueológicos y etnográficos.
 
 
La dama de Elche, seguramente una de las piezas arqueológicas más famosas de la cultura íbera, está datada en los siglos V o IV a.C. y representa el busto de una mujer de la aristocracia. Una oquedad en la espalda sugiere un uso como urna funeraria, mientras que el gran detalle de las facciones y del tocado podría interpretarse como una especie de divinización de la difunta. La delicada factura de los adornos apuntan a un alto estatus y al comercio de bienes de lujo con otros pueblos del Mediterráneo.
 

La Dama de Baza, es una urna funeraria del siglo IV a.C. representa a una dama de la aristocracia íbera. Además de la información que da sobre la vestimenta de la élite, resulta especialmente valiosa por la representación de los símbolos de esta cultura, como el pichón, que representa el nexo entre la mujer y la divinidad. La urna va acompañada de un ajuar compuesto por panoplias de un guerrero, una representación de las luchas que se celebraban en las honras fúnebres, algo que también da pistas sobre los rituales funerarios y la influencia de la cultura fenicia.
 

 La Dama de Ibiza
"Ibiza...es de mediana fertilidad; tiene poca tierra de viñedos y olivos, injertados en los acebuches. Y las lanas que en ellas se producen son reputadas y bellísimas por su suavidad...Y tiene una ciudad que se llama Ebusus y es colonia de los cartagineses. Tiene también puertos dignos de mención y grandes murallas y un número considerable de casas admirablemente construidas. La habitan bárbaros de todas clases, principalmente fenicios. La colonización de esta isla tuvo lugar ciento sesenta años después de la fundación de Cartago." Diodoro de Sicilia
 
 

 De Iberia a Hispania: la romanización
 
 
 
 
 

Este mosaico, procedente de talleres romanos , y que se expone en el  Museo Arqueológico Nacional . Representa aurigas que se encuentran de pie, sobre carro de dos ruedas. Los aurigas visten el color de la túnica de su bando, el vencedor lleva la de color azul que representa a la "factio veneta", uno de los equipos más poderosos. Delante de la cuadriga aparece la figura del "sparsior", encargado de dar de beber a los caballos.
   Las carreras de carros eran uno de los grandes espectáculos del mundo romano, se celebraban en el Circo estos recintos tenían una forma muy alargada y estaban divididos longitudinalmente por la "spina", en cuyos extremos había dos metas semicirculares, en torno a ellas debían de girar las cuadrigas. La "spina" solía estar adornada con estatuas de dioses, en ella se colocaba una especie de dispositivo para controlar las vueltas, siete huevos en extremo y siete delfines en el opuesto.
 

 


Tesoro de Torredonjimeno, fue descubierto en 1926 fortuitamente, en el paraje conocido como Majanos de garañón por francisco de Arjona. Su historia es un constante viaje por mercados de antigüedades que hace que sus piezas se dispersen.
   Actualmente está dividido en tres instituciones: Museo Arqueológico Nacional, Museo Arqueológico de Córdoba y el Museu d'Arqueologia de Catalunya.
   Al principio parecía pertenecer a una gran iglesia del sur peninsular, Sevilla, pero recientes investigaciones, aseguran que eran parte del ajuar de un templo cercano al lugar de su hallazgo, dedicado a las santas mártires Justa y Rufina, de culto bien conocido en la zona desde la Antigüedad Tardía.
   Fue guardado con mucho cuidado en un sitio protegido con obras de  mamposterías de piedras y cal, formando una especie de caja, probablemente para ocultarlo ante las tropas invasoras islámicas que en el año 711 obligó a despojar a las iglesias de sus bienes. Está fechado en la segunda mitad del siglo VII y es una de las muestras de orfebrería más importantes de la época visigoda en nuestro país.
  

al-Ándalus 
Con el nombre de jarrones tipo Alhambra se conoce a unas monumentales piezas cerámicas propias de la etapa nazarí que, además de por su belleza decorativa, destacan por la calidad y complejidad de su fabricación.
   Una de las técnicas más utilizadas por los artesanos nazaríes para realizar estas piezas de lujo fue la de reflejo metálico (o loza dorada9, un laborioso proceso que, a través de la decoración esmaltada con óxidos metálicos, hacían la cerámica más brillante, lujosa y elegante. Esta técnica requería cocerla pieza tres veces e implicaba tres cochuras: la del jarrón bizcochado, la del vidrio y la del dorado. Aunque el gran centro productor de loza dorada se situó en Málaga y se convirtieron en objetos exclusivos que se exportaron por todo el Mediterráneo, se denominaron "jarrones de la Alhambra" por haberse localizado algún ejemplar en ese palacio.
 


 


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