jueves, 8 de agosto de 2024

Kinpaku. Naturaleza, poder e imaginación en el arte japonés.

 Kinpaku, la denominación japonesa para el "pan de oro", es uno de los elementos más representativos del arte japonés a lo largo de su historia. Resplandeció con especial brillo de los siglos del XIV al XIX donde se aplicó con fruición desde las enormes superficies murales de sus palacios y recintos religiosos hasta la pequeña superficie de abanicos y cajas laqueadas. Su ingenioso uso hizo que pudiese emplearse tanto para enmarcar representaciones naturales exquisitas con efectos atmosféricos, como para ser el fondo de iconografías del poder más autoritario, o incluso desplegarse sobre imágenes de fantasía y evocaciones utópicas. Naturaleza, poder e imaginación que pueblan el arte japonés.

Gracias a la generosidad de un altruista coleccionista madrileño tenemos la oportunidad de disfrutar de una selección única de espléndidos biombos, abanicos e incluso, puertas correderas (fusuma).
 

(Detalle)
Peonías e iris japoneses
Anónimo. Periodo Edo (finales del siglo XVIII)
Biombo de seis paneles. Color y pan de oro sobre papel
 
 Grandes peonías con voluminosas flores rojas y blancas sobre un fondo de montañas lejanas de color verde brillante, e irises japoneses en flor con bonitos pétalos morados y blancos que se abren sobre el agua. Ambas florecen desde finales de la primavera hasta principios del verano. 
 
(Detalle)
 
En China, la peonía era conocida como "la reina de las cien flores" y respetada como alegoría de "riqueza y belleza". La situación no es distinta en Japón, donde su cultivo está muy extendido. Por eso se utiliza a menudo como tema favorito en la pintura. La flor de iris japonés, que florece cerca del agua y crea una atmósfera fresca, no solo era apreciada en el mundo de la poesía japonesa waka, sino que también se representaba a menudo en las pinturas Yamato-e, que reflejan una sensibilidad japonesa.
 Este biombo es más bien corto e inadecuado para una gran sala de tatami, y probablemente se pintó para las habitaciones privadas de los hijos de aristócratas y familias samurái.
 


Pinos y bandas de grullas
Ki (Saida) Shigemasu. Periodo Edo (siglos XVIII-XIX)
Biombo de seis paneles. Color y pan de oro sobre papel.
 
 Como dice el refrán japonés "Las grullas viven mil años, las tortugas diez mil". Desde hace mucho tiempo se cree que las grullas y las tortugas mantienen la longevidad. Entre las grullas, la grulla de coronilla roja, es particularmente grácil, y ha sido durante mucho tiempo popular como símbolo de la longevidad y la buena fortuna en pinturas auspiciosas.
 No es casualidad que las dos grullas que vuelan por encima y las cinco grullas que juegan en la playa estén representadas en el cuadro, y no hay que olvidar que el número impar: dos más cinco, o siete, se consideraba un número especialmente auspicioso. Los "siete dioses de la buena fortuna", que eran venerados tanto por la nobleza como por los humildes, son una buena ilustración de ello.
 Además, si el espectador sabe que los pinos que crecen en la playa son árboles de hoja perenne, así como las hierbas que lo acompañan, entiende que son una alegoría de la prosperidad familiar porque su vivo color verde no se desvanece de año en año, y sabrá que este cuadro es una acumulación de símbolos de buena fortuna.
 Por la inscripción, se sabe que esta pintura es obra de Ki Shigemasu (Saida Shigemasu), quien fue un hábil artista en Kioto desde finales del siglo XVIII hasta el XIX, durante el periodo Edo. 
 

 Fusuma
 
 Los fusuma, o puertas correderas de la arquitectura japonesa  delimitan las estancias de un modo más rígido que un biombo, ya que además no podemos plegarlas, siempre están fijas, pero permiten ser deslizadas abriendo o cerrando salas y haciendo posible amplificar el tamaño de las salas de recepción de un templo, una mansión o un palacio. Al crear espacios cuadrados o rectangulares, permitían programas iconográficos que podían desplegarse en cuatro superficies laterales representando las cuatro estaciones en cada uno de sus lados, o historias de fábulas confucianas chinas, así como animales fantásticos tales como dragones y leones míticos. 
 La combinación de las puertas correderas junto con los elementos murales fijos de las grandes estancias de la arquitectura japonesa que se desarrolla a partir del período Muromachi fueron elementos básicos en la configuración de los grandes espacios de recepción y audiencia que aparecieron en los castillos, templos y residencias japonesas de los períodos Mamoyama y Edo.
 

(Detalle)
Aves acuáticas junto al agua
Período Edo (siglo XVII)
Biombo de seis paneles. Color y pan de oro sobre papel.
 
 En las regiones pertenecientes a la esfera cultural china, los temas de las pinturas se dividen en tres categorías principales: paisajes, retratos y pinturas de flores y pájaros. En una orilla dela gua, representada de manera algo conceptual, crecen juncos y parejas de patos y garzas. En las puertas correderas (fusuma) y biombos, que se crean como muebles para habitaciones, es importante que el contenido celebre la vida del espectador. El hecho de que las aves representadas siempre están en parejas simboliza la armonía conyugal, y así se incluye en los polluelos, implica el significado de la prosperidad de la descendencia. Además el uso generoso del pan de oro en toda la superficie también puede considerarse un símbolo auspicioso. Seguramente este es el ala derecha de un par de biombos del que no no ha llegado el ala izquierda.
 




En este abanico se representa a un ave fénix sobrevolando un gran árbol de paulonia. Desde la antigüedad, el ave fénix, una criatura auspiciosa de la tradición china, se dice que aparece como un presagio del reinado de un emperador sabio que gobernará en paz. La combinación de "paulonia, bambú y el ave fénix", con el ave viviendo en el árbol, comiendo frutos de bambú y bebiendo agua de una fuente sagrada, se considera la máxima representación de la buena fortuna.
 

 Bandada de grullas, al abrir el abanico, primero se ven las grullas en el agua, y luego, como un ingenioso recurso que aprovecha las características físicas del abanico, aparecen volando las grullas que está llegando al desplegarlo por completo.
 

 Jaulas de insectos entre crisantemos.Es una escena típicamente japonesa y un tema adecuado para los abanicos que se desarrollaron en Japón. La estación es otoño, con un grupo de crisantemos blancos floreciendo exuberantemente detrás de la cerca. Delante de la ceca y entre los crisantemos, hay tres jaulas de insectos elaboradamente construidas.
 

 Es una escena peculiar a simple vista. Un personaje con barba sentado en la horquilla de un gran árbol, junto a un hombre bien vestido con asistentes que lo observa. El individuo de barba es Niaoke Daolin, un monje zen chino de los siglos VIII al IX, apodado Niaoke, que significa "Nido de Pájaros" , porque siempre meditaba en lo alto de los árboles como un pájaro. Esta es una famosa escena en la que este personaje y Bal Juyl, el poeta de "canción del Eterno Remordimiento", discuten cuestiones budistas.
 

 
 
En china se creó un tema pictórico llamado "Los Cuatro Amores" que combinaba a cuatro literatos con su planta amada: Lin He-ying amante del ciruelo; Zhou Dunyl, amante del loto; Huang Tingjian, amante de la orquídea; y Tao Yuanming, amante del crisantemo.
 

Al lado del ciruelo, un anciano de cabello blanco está de pie, sosteniendo algo parecido a una rama. Cuando se habla de un erudito amante de los ciruelos, uno piensa en el poeta de la dinastía Song del Norte, Lin He Jing, pero en esta imagen no se ha dibujado la grulla que siempre lo acompaña.
 
 



 
 

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