domingo, 2 de mayo de 2021

Insolación. Emilia Pardo Bazán. / Toledo en la oscura pupila. Zbigniew Herbert.


Insolación, la sencillez de la trama y la originalidad en el tratamiento del desarrollo de la acción, que nace de que los hechos son contemplados de forma natural y lógica, no forzada, son compatibles con la escritura de una historia muy coherente y bien ligada, que debe interpretarse desde el caso concreto de su protagonista, porque Insolación es, según su autora, un estudio episódico.

Emilia Pardo Bazán publica Insolación cuando ya había sido reconocida como gran novelista tras el éxito de las narraciones de los Pazos, pues tanto la primera parte -Los Pazos de Ulloa (1886)- como la segunda -La Madre Naturaleza (1887)- gozaron de acreditada fama y de una buena acogida por parte de la crítica.
 


 Autora. Emilia Pardo Bazán

Título: Insolación (Historia amorosa)

Edición de Emitas Penas Varela

Ediciones Cátedra (Grupo Anaya, S.A.)

Colección Letras Hispánicas Nº 520

Edición 2001

 Nº de páginas: 290 

 
 

(...) Le sopló la ventolera de sostener una vulgaridad: que España es un país tan salvaje como el África central, que todos tenemos sangre africana, beduina, árabe o qué sé yo , y que todas esas músicas de ferrocarriles, telégrafos, fábricas, escuelas, ateneos, libertad política y periódicos, son en nosotros postizas y como pegadas con goma, por lo cual están siempre despegándose, mientras lo verdaderamente nacional y genuino, la barbarie , subsiste, prometiendo durar por los siglos de los siglos. Sobre esto se levanto el caramillo que es de suponer. Lo primero que le repliqué fue compararlo a los franceses, que creen que solo servimos para bailar el bolero y repicar las castañuelas...(Pág.77)

(...) En efecto, a Pardo le da muy fuerte eso de las corridas (...) Salen a relucir aquello de las tres fieras, toro, torero y público; la primera , que se deja matar porque no tiene más remedio; la segunda, que cobra por matar; la tercera, que paga para que maten, de modo que viene a resultar la más feroz de las tres...(Pág.79)

 (...) No se quien fue el primero que llamó feas y áridas a las orillas del Manzanares, ni por que los periódicos han de estar siempre soltándole pullitas al pobre río, ni como no prendieron a aquel farsante de escritor francés (Alejandro Dumas, si no me engaño) que le ofreció de limosna un vaso de agua. Convengo en que no es caudaloso, ni tan frescachón como nuestro Miño o nuestro Sil; pero vamos, que no falta en sus orillas algún rinconcito ameno, verde y simpático (Pág.105)

 
El Greco. Vista de Toledo

 Toledo en la oscura pupila 

I

Un verdor de olivo y de cementerio
los árboles antorchas apenas ardientes
maleza del purgatorio hierbas leonadas
y los muros de la ciudad y las iglesias
las colinas cargan hacia la pila común
 
Y ni tan siquiera el cielo limpia
el polvo en las caras y en las hojas 
y una ráfaga que agita las nubes
implacable apela su llegada
quemalo nadie saldrá del incendio

Una estrella verde se enciende
el ángel del abismo señala con el dedo
la ciudad se postrará de rodillas
 
tras las montañas ya crece una ola
se llevan a las bocas las pesadas trompetas.
 
 

 
2

criadores de los pecados cotidianos
en el rígido cuello de los muros
el techo tapa el cielo
el reloj parte el tiempo
 
con tal que cierre bien
con tal que cálido arrope
en el cuello un nudo de ahorcado
de cariñosas sedas
 
    -quita esa luna mi guardián
    directamente a la ventana
    ella de nuevo mete esa cara poco sabia
    una noche así está llena de tentaciones
    brilla fuertemente
    en la plancha del barbero el viento toca sordo
 
    se puede beber todo el cielo de una jarra
    de un solo trago
    solo que hoy las estrellas raspan
    demasiado en la garganta
 
    y además como si fuera una maldición
    suena tarde una cuerda.
 
    así que se echó a llorar el cómico alabardero-
 
reflejados en nuestra propia apariencia
acariciamos a animales muertos
pero no habléis del fin 
no queremos ir al fondo
 
    almas arrugadas y acres
    cuerpos saciados y presuntuosos
    la noche los mece hacia-
 
a través de un sueño de aldabas de leprosos
                                                                Z. Herbert (Fragmento del poema "Toledo en la oscura pupila")
 
 

 

La publicación de la poesía no recogida en libros en vida de Zbigniew Herbert (Ucrania 1924 - Polonia 1998). Varias revistas habían ido publicando inéditos de una manera regular, pero no fue hasta la aparición del libro (Obras dispersas, "Reconocimiento"), editado por el poeta Ryszard Krynicki en el año 2011 que realmente se pudo apreciar la cantidad de textos poéticos que Herbert  no había incluido en sus libros, en su conjunto son 350 páginas de poemas (más unas 150 notas, de aclaraciones y de cotejo de versiones que ha preparado su editor). Se da el caso de que el mismo Herbert había agrupado algunos poemas en forma de pequeños cuadernos, uno de esos cuadernos lleva el título de Toledo en la oscura pupila.
Parece ser que Herbert tenía devoción por Toledo, y por el cuadro de El Greco Vista de Toledo con esos cielos casi apocalípticos que tan bien están representados en estos versos. El poeta no pudo visitar Toledo, hasta tres veces se le denegó el visado para poder viajar a España, la última a principios de los 60, época en que realiza el viaje a Francia.
En carta a Tadeusz Chrzanowski, del 29-11-1951 le dice: "He escrito un poema (demasiado) largo sobre El Greco, es una sinfonía para trombón y tambores. Es preciosa y apocalíptica". 
 



"Emperatriz de Europa, Roma segunda y corazón de España"
                                                                                 Lope de Vega
 
 

 




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