La pena de muerte es al cuerpo político, lo que el cáncer al cuerpo individual, con la sola diferencia de que nadie ha hablado jamás de la necesidad del cáncer. No se duda, por el contrario, en presentar comúnmente la pena d muerte como una lamentable necesidad, lo que legitima, a la vez, que se mate, ya que es necesario, y no se habla de ello, ya que es lamentable. (Págs. 9-10)
El castigo se sanciona sin prevenir se llama, en efecto venganza. Es una respuesta casi aritmética que da la sociedad al que infringe su ley primordial. Esta respuesta es tan vieja como el hombre: se llama talión. (Pág. 39)
No habrá paz duradera in en el corazón de los individuos ni en las costumbres de las sociedades hasta que la pena de muerte no quede fuera de la ley. (Pág.90)
Autor: Albert Camus
Título: Reflexiones sobre la guillotina
Traducción: Miguel Salabert
Editorial:Taurus Great ideas, nº 41
Nº de páginas: 90
Era una chica para mí más dulce
que de cándida pluma cisne claro
(Pág.19)
Calle san Onofre, Madrid. Muy recomendable |
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