Vista del Palacio de Aranjuez,1756
Francesco Battaglioli (Escuela italiana)
Museo Nacional del Prado
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Fuente de la Mariblanca
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El parterre es un jardín borbónico concebido al estilo francés. En 1727 Felipe V ordenó la construcción de un gran parterre, delante de la fachada oriental de Palacio. Inicialmente fue un jardín cerrado por un muro que abría a la ciudad por tres puertas. En 1760, Carlos III ordenó la sustitución del muro por un foso de tal manera que todo el conjunto de Palacio, Jardín y el río Tajo, quedase incorporado a la ciudad de Aranjuez, ya consolidada.
Las tres puertas del antiguo muro condicionarían el trazado del "Tridente", que dio origen a las calles de La Reina, del Príncipe y de Las Infantas.
Entre las fuentes que adornan El Parterre, destaca el grupo escultórico de Hércules y Anteo (1827) que simboliza los 12 trabajos de Hércules que el gigante logró superar, y la fuente de Ceres (diosa romana de la agricultura) que se ubicó, ya en el siglo XX, en el mismo lugar donde en origen estuvo una escultura dedicada al río Tajo.
El esmerado cuidado de las especies botánicas y el diseño en responsabilidad de varias generaciones de jardineros que fueron transformando el primitivo diseño barroco por otro más isabelino, hasta llegar en 1871-1872 al diseño más parecido al que encontramos en la actualidad.
El Jardín del Rey es un pequeño rincón que constituía el "jardín secreto" de Felipe II, libre de visitas y unido, en su origen, a una galería abierta bajo palacio. Con la creación del Parterre en el siglo XVIII, el jardín pierde su entorno íntimo y familiar y se incorpora al nuevo espacio.
Actualmente, solo puede visitarse desde el interior del Palacio Real y aparece protegido por una verja-barandilla para proteger el empedrado original del siglo XVII.
El gentilicio de los nacidos en Aranjuez es Arancetanos o Ribereños.
El Tridente: Calle de La Reina, Calle del Príncipe, Calle Infantas
Dejando el entorno de los jardines Palacios y palacetes, y adentrándonos en el centro de la ciudad desde la Puerta del Parterre, dejando detrás la fuente de Hércules y Anteo, ya en la Plaza de Santiago Rusiñol nos encontramos con las tres calles principales que marcaron el desarrollo de Aranjuez.
La Calle de La Reina, es la que da entrada al Jardín del Príncipe a través de tres accesos: La Puerta Principal o del Embarcadero, la Puerta de la Plaza Redonda, que nos dirige hacia el Estanque de Chinescos y la Puerta de acceso a La Casa del Labrador. También es la calle que conduce a la carretera de Chinchón y al Cortijo de San Isidro.
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Jardín de la Isla |
Es una de las calles más emblemáticas de Aranjuez, no sólo por ser la antesala del Jardín del Príncipe, sino porque la doble fila de plátanos centenarios dispuestos a ambos lados de la calle (700 aproximadamente), con alturas de entre 30 y 40 metros, hacen de este lugar "ejemplo único" desde el punto de vista botánico y paisajístico.
La magnifica sombra de estos árboles centenarios, la convierten en un lugar privilegiado de recreo, se pueden realizar paseos en bicicleta, andando o corriendo, a lo largo de toda la verja del jardín del Príncipe.
La Calle del Príncipe continúa justo enfrente de la salida del Parterre y, nos conduce al interior urbano de Aranjuez, a través de coloridos bulevares repletos de rosas, prímulas , claveles chinos y, todo un conjunto de flores de evolucionan dependiendo de la estación del año en que nos encontremos.
Se siente cuando se pasea por esta calle una sensación de amplitud, libertad y sosiego que hacen que se vuelva a visitar Aranjuez.
La Calle del Príncipe nos conduce hasta la iglesia de Nuestra Señora de las Angustias, conocida más como la iglesia de Alpajés en ella se casaron mis padres y me bautizaron a mí.
La Avenida de las Infantas, es la tercera calle situada más a la derecha del denominado Tridente. un lateral de la calle corresponde al Jardín de Isabel II ó "Jardín de la Princesa". Hoy es un gran balcón a la Plaza de San Antonio y un espacio ideal para leer un libro, el periódico o detenernos a la sombra de sus frondosos plátanos para organizarnos la visita a Aranjuez.
Sala de Porcelana, durante el reinado de Felipe V éste era el gabinete de la reina Isabel de Farnesio, que hizo de venir Piacenza a Giambattista Galluzzi, con ayuda de Giacomo Bonavía, para que decoraran esta pieza con fantasía y magnificencia.. Entre 1729 y 1733 Galluzzi dirigió la ejecución de una caprichosa sala, de planta compleja, donde los espejos multiplican las perspectivas, y decoración en talla dorada.
Cuando aún no estaba terminada le ordenó deshacerla y adornarla con mármoles, bronces y espejos; finalmente, Galluzzi murió en 1735 sin concluirla, y sólo llegaron a ocupar su lugar el espléndido solado de mármoles y los espejos de París.
Don Carlos, hijo mayor de Isabel de Farnesio y Felipe V, siendo rey de Nápoles fundó en Capodimonte, por influencia de su esposa María Amalia de Sajonia, una famosa fábrica de porcelana, cuyos operarios, e incluso los materiales, mandó trasladar consigo cuando llegó a ser Rey de España con el nombre de Carlos III.
Al arreglar el Palacio de Aranjuez convirtió el antiguo gabinete de su madre en su "sala de la conversación", y dispuso que se decorara con la primera obra de su Real Fábrica de Porcelana del Buen Retiro, y se puede decir que su obra maestra.
La cifra de Carlos III aparece reiteradamente en los paneles de porcelana, fijados con tornillos a un armazón de madera.
Los artífices de la Real Fábrica, dirigida por José Gricci, persistieron en el estilo de sus anteriores obras napolitanas, superándose, y realizaron esta Sala entre 1763 y 1765.
Compañeras y contemporáneas de la decoración mural son la araña, también de porcelana, y las sillas, obra de José López, siguiendo modelos ingleses.
Aranjuez es una ciudad tranquila, diseñada para pasear a pie, o en bicicleta. El Palacio Real y los jardines son visita obligada, pero no única.
Plaza de san Antonio o Plaza de la Mariblanca, es un amplio espacio cuadrado dominado por una preciosa escultura de la diosa Venus, sobre un pedestal de soles y leones, regada por una fuente que, durante el atardecer con los cielos rojos y granas, es un auténtico placer contemplar esta fuente junto a los olorosos tilos que encuadran la plaza.
Estos árboles en primavera embriagan con su olor, en otoño sus hojas son doradas y ocres y en invierno dejan ver su precioso esqueleto de troncos y ramas sin hojas. En verano ofrecen una sombra impagable para el visitante que se acerca a esta plaza.
Los bellos soportales de la Casa de Oficios y Caballeros y enfrente de los arcos de la Casa de los Infantes.
En el otro extremo, la real Iglesia de San Antonio sigue dejando presente la actuación urbanística de los monarcas y arquitectos reales en el siglo XVIII (Felipe IV, Isidro González Velázquez y Santiago Bonavía). Fue construida para ofrecer servicios religiosos a todos los cortesanos y ciudadanos que, por el espacio reducido, no tenían cabida en la Real Capilla de Palacio.
El Festival de Música Antigua de Aranjuez, se creó en 1994 con el objetivo de recuperar toda la producción y tradición musical que fue auspiciada por la monarquía en Aranjuez a lo largo de los diferentes periodos históricos.
Es a partir del año 2001 cuando el Festival se consolida siendo uno de los eventos nacionales e internacionales de mayor prestigio para la difusión de la música antigua. En ese mismo año, la UNESCO, concede a Aranjuez la categoría de Paisaje Cultural de la Humanidad, y se inician los Paseos Musicales por los Jardines de Aranjuez, y Conciertos en el Palacio Real.
Los Paseos Musicales por los Jardines en Aranjuez, se organizan durante los meses de mayo y junio. Son visitas guiadas por profesionales con amplios conocimientos de historia, mitología, botánica, arquitectura y urbanismo paisajista que ayudan a descubrir toda la magia de los Jardines.
A lo largo de todo el recorrido, se organizan paradas musicales en directo en ese marco incomparable de piezas recuperadas del repertorio renacentista y barroco de la música antigua nacional e internacional. Los Paseos finalizan con dos conciertos de aforo limitado, uno en la Capilla de Palacio, y otro en la Casa del Labrador, o en la Fuente de Neptuno.
Jardín de la Isla
Conciertos de primavera, todos los sábados de junio, en la escalinata de la monumental iglesia de San Antonio (Plaza de la Mariblanca), organizados por la Delegación de Cultura del Ayuntamiento de Aranjuez con la colaboración de Patrimonio Nacional.
Las Lunas de Aranjuez es un festival musical de verano que se realiza en la Plaza de Toros durante los fines de semana. Al tiempo que se disfruta del espectáculo se puede cenar gozando y disfrutando de la noche ribereña.
La prosperidad de la vega y huerta arancetana, sobre la que se ha basado el desarrollo hortofrutícola de la comarca, es la fuente de mayor riqueza para la gastronomía de Aranjuez. Los productos de la huerta, así como la exquisita carne de caza son los elementos principales de la cocina ribereña.
Los sabores más tradicionales de Aranjuez huelen a verduras a la plancha, caldereta de espárragos con huevo escalfado, faisán al cazador, mermeladas de frutas, pollo a la ribereña, ensalada de perdiz en escabeche, arroz con verduras de la huerta y un buen estofado de carne.
La cocina tradicional sólo en temporada, lo cual es una garantía de calidad. El otro estilo de cocina que está presente en Aranjuez son los asadores donde se pueden degustar las mejores carnes a la brasa, asados en horno de leña y suculentos arroces.
También tiene una importante presencia la cocina moderna, no en vano, en Aranjuez se ubica la Escuela de Hostelería del Instituto Alpajés, cantera de excelentes cocineros. Así podemos degustar gazpacho de fresón con texturas de espárragos de la huerta, alcachofas rellenas con frutos de Aranjuez, croquetas de faisán, raviolis de manzana con helado de hierbabuena.