Valores que justifican su declaración
El río Duratón discurre por un trazado sinuoso describiendo profundas hoces encajadas entre Sepúlveda y Burgomillodo, con un recorrido de unos 27 km. Sus escarpadas paredes superan muchas veces los 100m, de desnivel encerrando un fondo estrecho y más o menos plano que aparece recubierto por depósitos aluviales. A todo esto, hay que añadir la presencia de una muy importante avifauna.
Paisaje
El río Duratón a partir de Sepúlveda y hasta el embalse de Burgomillodo ha formado unas hoces de fondo plano y escarpes calizos, donde el colorido ocre de las rocas contrasta con la cinta verde de la vegetación ribereña.
Vegetación
En el espacio del Parque se pueden diferenciar cuatro áreas:
- La paramera, en la zona superior, con suelo calizo seco y pobre, cuya vegetación climácica la constituyen bosques abiertos de sabina albar y enebros, actualmente bastante degradados por la acción humana y sustituidos en muchas zonas por tomillares y aulagares que configuran una pseudoestepa.
- También en la zona superior, en el cuadrante suroccidental del Parque, las calizas han sido cubiertas por arenas de origen eólico, sobre estas arenas se asientan pinares de repoblación de pino resinero.
- Los cortados con comunidades rupicolas de gran originalidad (las sedas, el ombligo de Venus, incluso algunos endemismos ibéricos, Biscutella valentina, Dianthus pungens, Campánula hispanica).
- El fondo del valle caracterizad por restos de bosque de ribera: sauces, fresnos, álamos, olmos y alisos, choperas cultivadas y todos los matorrales característicos de la orla espinosa del bosque.
Geomorfología
Al norte de las crestas de Somosierra, en el triangulo formado por las localidades de Sepúlveda y Cantalejo como base y el Embalse de Burgomillodo como vértice, los materiales paleozoicos se hallan cubiertos por mantos mesozoicos de facies carbonática generalmente dolomías, de aspecto oqueroso y colores ocres, en las cuales se ha implantado el karst del Cañón del Duratón. La estructura general del espacio está definida por un sistema de pliegues en rodilla separados por suaves sinclinales.
Sobre esa superficie de acumulación caliza se va a instalar el río Duratón y su red de afluentes (Castilla y San Juan) decapitándola y originando la Hoz del Duratón que describe un curso meandriforme, emplazada en los terrenos duros de las calizas y dolomías cretácicas, sus escarpes pueden superar los 100m de desnivel. El suroeste del Parque se halla recubierto por arenas recientes cuyo carácter eólico queda definido por su granulometria y por presentar una morfología en dunas, orientadas según los vientos dominantes del NW.
Fauna
Destaca el buitre leonado que tiene en este paraje una importante colonia reproductora. En los cortados también se instalan para criar alimoche, halcón peregrino, cernícalo vulgar, águila real y búho real, entre otros, así como importantes colonias de grajilla y chova piquirroja. Entre las rapaces forestales destacan águila calzada, azor, ratonero, milano negro y real y alcotán, y entre los pasenformes distintas especies de aviones, lavanderas, ruiseñores, collalbas, roqueros, currucas, herrerillos, carboneros, alcaudones y escribanos.
La paramera mantiene una interesante comunidad de paseriformes en la que destaca la alondra de Dupont. Como mamíferos se pueden señalar tejón, garduña, comadreja, zorro, liebre y conejo, con alguna observación aislada de nutria, además de numerosos micromamíferos y murciélagos. Lagarto ocelado, lagartija colilarga, culebra bastarda, culebra escalera y culebra viperina, por un lado, y rana común, sapo partero y sapo común, por otro, son las especies más representativas de la herpetofauna del Parque, mientras que la comunidad ictícula tiene en el barbo ibérico y la carpa a sus representantes más numerosos.
Priorato de san Frutos
La necrópolis del Priorato está situada en torno al ábside o cabecera de la iglesia, como es habitual en época medieval.
En este caso, se tallaron en la roca tumbas con la cabecera marcada (antropomorfas), que una vez realizado el enterramiento fueron cubiertas con lajas de piedra y tierra.
Estas tumbas tienen la cabecera orientada al oeste, de forma que la mirada del inhumado se dirige hacia la salida del sol.
Iglesia y Monasterio de san Frutos
Carrascal del Río. Siglo XI
San Frutos nació en Segovia, a mediados del siglo VII, de familia acomodada. Muy joven y de acuerdo con sus hermanos Valentín y Engracia, repartieron sus bienes a los pobres y se retiraron a este lugar para vivir santamente.
San Frutos murió a los 73 años, fue enterrado por sus hermanos en la misma ermita donde había vivido y ellos se marcharon a Caballar, donde los moros les martirizaron.
El Priorato. El año 1076, el rey Alfonso hacía donación de este Priorato al Monasterio de santo Domingo de Silos. Su abad Fortunio, Regente de san Sebastián de Silos, ordenaba la construcción de la iglesia en honor del Confesor san Frutos, que fue levantada por el Maestro Michel y dedicada al santo por D. Bernardo, arzobispo de Toledo en el año 1100.
La zona ocupada por los monjes en los últimos siglos fue situada en el ángulo del Sur-Este del recinto, junto a la puerta principal. La planta baja la ocupaba la cocina y el refectorio y en la planta alta, desde la que se podía acceder directamente al Atrio, estaban las habitaciones.
El Priorato estuvo habitado por los monjes de Silos hasta la desamortización de 1835.
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