domingo, 31 de agosto de 2025

Biblioteca Musical Víctor Espinós

 

Esta Biblioteca cuenta con diferentes secciones que conforman una colección que, por su calidad y singularidad, es una de las más relevantes del país, en especial en relación a la música española.
 
La sección partituras contiene documentos dedicados a la enseñanza de la música (métodos de estudio, solfeo, armonía, y obras didácticas) pero también partituras para una gran variedad de instrumentos, formas y épocas.
 
Otro apartado lo constituyen tratados, biografías de músicos y otros libros sobre música teórica y práctica. Completan la colección documentos audiovisuales de todos los géneros musicales y revistas especializadas en música.
 
La Biblioteca posee fondos de gran valor histórico y artístico en los que se engloban distintas colecciones excepcionales: la colección, única en el mundo, de obras musicales inspiradas en El Quijote reunida desde la fundación de la Biblioteca, el conjunto de objetos relacionados con la música compuesto por instrumentos musicales antiguos y singulares, partituras autógrafas, batutas de músicos eminentes...; y la serie de programas de conciertos y carteles cuyos fondos más antiguos datan de finales del siglo XIX.
 

Servicios
- Préstamo de partituras, libros y audiovisuales.
- Préstamo de instrumentos musicales a domicilio.
- Cabinas e instrumentos de ensayo.
- Información y referencia especializada en música.
- Visitas guiadas y actividades.
- Reprografia.
 
Esta Biblioteca musical abrió sus puertas en Madrid en el año 1920. Un año antes, el académico de Bellas Artes, musicólogo y crítico Víctor Espinós (1871-1948), impulsor y primer director de la Biblioteca Municipal, había presentado su propuesta de creación al Concejo de la ciudad que la aceptó inmediatamente por ser una iniciativa a favor de la cultura. 
El lema que definió la Biblioteca desde sus comienzos, la reflexión de Sancho en El Quijote, "Señora, donde hay música no puede haber cosa mala", nos hace pensar en un proyecto lleno de profundas convicciones y de amor a la música.
 

Yueh kin (Laúd chino)
 
El yueh kin, cuyo nombre significa literalmente "instrumento de cuerda con forma de luna", es un instrumento tradicional chino de cuerda pulsada. El nombre deriva de su característica caja de resonancia totalmente redonda que evoca la forma de la luna llena. Su nombre en coreano (wolgeum) y japonés (gekkin) significan lo mismo.
 
Con raíces que se remontan a la dinastía Qin (221-206 a.C.),  el yuekin ha evolucionado a lo largo de los siglos, desde su origen que bebe del "ruan", adaptándose a distintos estilos regionales y géneros musicales.
 
Aunque originalmente se utilizaba en la ópera de Pekín, a menudo desempeñó el papel de instrumento melódico principal en la sección de cuerda frotada, hoy en día también se interpreta en conjuntos de música tradicional y moderna. 
 

El yueh kin se construye tradicionalmente con madera, generalmente wutong.Es un laúd con una caja de resonancia redonda y hueca, un mástil corto con con trastes y habitualmente cuatro cuerdas. Su mástil corto y trastes elevados permiten una ejecución ágil y expresiva. El sonido que produce es cálido y vibrante y con un timbre muy particular, ideal para acompañar la voz o destacar en solos melódicos.
 
En concreto, este instrumento fabricado  en China en el siglo XIX, con caja circular de madera, con cuatro cuerdas de tripa y cuatro clavijas cónicas de madera. Además, tiene ocho trastes de madera, y bajo los trastes tiene un papel con ideogramas que significa: fabricado por: Lisehengzhai ("taller del sonido hermoso")
 
Donado por J. Gogé, en el año 1936
 
 

Augusta Holmés (1847-1903)
 
Augusta Mary-Anne Holmés (1847-1903) nació en París en el seno de una familia de origen irlandés y desde muy joven mostró un talento excepcional para la música. A los cuatro años ya ofrecía conciertos de piano en público, y muy pronto empezó a escribir sus propias composiciones y publicó alguna de sus primeras obras bajo el seudónimo masculino de Hermann Zenda.
 
Comenzó a interpretar y presentar sus composiciones al público a la edad de veinte años, alrededor de 1866. Conoció a Wagner en 1870 y su influencia se reconoce en muchas de sus composiciones.
 
Por esta época comienza a ser muy conocida en el ambiente musical parisino por su pasión por la música wagneriana y rápidamente se convirtió en una celebridad. Se ganó la admiración de Liszt, Wagner, Gounod y Saint-Saëns, cuya propuesta de matrimonio rechazó, aunque forjó una duradera amistad con él.
 
En la década de 1880, se centró en temas nacionalistas y compuso poemas sinfónicos como Lutecia, Irlanda, Polonia Ludus pro patria. En 1880, su obra sinfónica Los Argonautas recibió una mención honorífica en el Prix de la Ville de París.
 

En 1889, recibió un encargo oficial para las festividades de la Exposición Universal, que conmemora el centenario del levantamiento parisino en 1789, y compuso la letra y la música de la Oda Triunfal. Esta obra se representó en el Palacio de los Campos Elíseos en septiembre de 1889, bajo la dirección de Édouard Colonne, con 1200 coristas (unos quince coros parisinos y escolares).
 
Un año más tarde, en 1890 escribió su Hymne a la Paix, para la Exposición de Florencia. El 8 de febrero de 1895 estrenó en la Gran Opera de parís su ópera en cuatro actos La montagne noire, que después se representó en Londres.
 
Entre las obras pianísticas de Augusta Holmés, aunque no son tan conocidas como sus composiciones orquestales y vocales, se destacan algunas piezas que reflejan su habilidad y sensibilidad como pianista. Estas incluyen pequeñas piezas como Trois petites piéces Fantaisie en Si bemol para clarinete y piano.
 
El legado de Homés incluye una amplia colección de obras que abarca cantatas, poemas sinfónicos, óperas, música de cámara y más de 100 canciones para piano.
 

 
 



 
 






martes, 26 de agosto de 2025

La memoria. Paco Roca.


Humor
 Me gusta el humor, la comedia, las situaciones absurdas...Pero, no sé por qué, a la hora de ponerme a trabajar en un nuevo cómic, salvo la serie de Un dibujante en pijama, siempre es el drama el tono que prevalece en mis historias.
 
Pero por muy triste que sea lo que tenga que contar, por muy real que sea el drama, fuerzo en ese viaje alguna parada para relajar el tono. Ya no solo porque ese cambio es necesario, sino porque en muchas ocasiones esa situación divertida en mitad de un drama cuenta mucho de los personajes. Paco Roca
 

  Muerte
  El paso del tiempo es el tema de la narrativa. El principio y el fin de las cosas. La muerte está presente en muchos de mis cómic, en cada uno de ellos tiene una representación diferente. En algunos casos como en Regreso al edén es más poético, un globo que nos transporta a la nada, en La casa es una representación cruda de ese último momento en el hospital. En ambos casos es la melancolía de lo inevitable. En El abismo del olvido es una muerte sangrienta de algo que podría evitarse en un contexto histórico menos cruel. Paco Roca
 

 
 Lugares fetiche
  Uno de los mayores placeres que me provoca hacer un cómic es poder incluir mis fetiches visuales. Los cómic de mi infancia son un lugar que me gusta visitar. Tal vez Tintín y los cigarrillos del faraón sea de los cómic que más he ojeado. ese álbum me despertó la pasión por el orientalismo, el norte de África, los desiertos...Con el tiempo descubrí al pintor romántico David Roberts y sus grabados de Egipto. Esa mezcla está presente en alguno de mis cómics, en mi estilo de dibujo y en la paleta de color.Paco Roca
 

 
Héroes y heroínas
 Me gustan las historias de personas que sin pretenderlo, en situaciones excepcionales, protagonizan actos heroicos. Siempre me pregunto qué haría yo en esas situaciones, si sería de esos muchos que agachan la cabeza o de los pocos que se enfrentan a la injusticia.
 
En El invierno del dibujante me interesaba la iniciativa de aquellos dibujantes de la editorial Bruguera que, en plena dictadura, decidieron marcharse y montar su propia revista, y así tener más libertad y controlar sus creaciones.
 
En Mujer Vida Libertad me impactó la lucha de las mujeres iraníes por su libertad, que a veces con pequeños gestos cargados de simbolismo se juegan sus vidas. Mahsea Amini fue arrestada, torturada y ejecutada en Irán por no usar el hiyab correctamente.
 

Soledad
 No soy de los que disfrutan de la soledad, y curiosamente mi profesión de dibujante me lleva a estar gran parte de mi tiempo solo delante de la mesa de trabajo. Me veo como un personaje desterrado en una isla desierta que crea historias que otros leerán mientras disfrutan de su soledad.
 
Quizá por esto trato de la soledad en muchos de mis cómics. El tema principal de Arrugas es precisamente la soledad. Los meses que estuve visitando residencias de ancianos vi todo tipo de centros, de ancianos y de patologías, de trabajadores comprometidos, pero en todas ellas se respiraba una gran soledad. Paco Roca 
 
 

 Mapas
 Me gustan los mapas, esta exposición es una serie de mapas. La creación artística es de por sí orgánica, caótica y azarosa, lo asumo. Pero en mi vida me crea ansiedad el caos, creo que por eso me atraen los mapas. El mapa es el orden, el camino, lo conocido...
 
Creo que ese es el motivo por el que puse mucho énfasis en la lucha de Leoncio contra el caos. Su pasión por el orden astral, por llevar un registro de los enterramientos, por guardar meticulosamente los objetos de los muertos...A fin de cuentas, un mapa es también una forma de luchar contra el olvido. Paco Roca
 
 

 
El testimonio de Maruja Badía nos sirvió para conocer la figura de su padre, Leoncio. Castigado por la dictadura a "enterrar a los suyos", tuvo que echar en fosas comunes a cerca de dos mil asesinados por la dictadura. 
 
Oír el relato de Maruja es estremecedor, Leoncio se jugó la vida intentando dar dignidad a los muertos y consuelo a los vivos. Paco Roca 
 

Olvido
 El dibujo se ha inventado para luchar contra el olvido. me gusta usarlo en ese sentido. Con El abismo del olvido pretendíamos hacer la misma labor que hacen los arqueólogos cuando exhuman una fosa, devolver a los huesos asépticos una identidad. Porque, precisamente, lo que pretendía la dictadura con los fusilamientos era eliminar a sus victimas, y echándolos en una fosa común su intención era enterrarlos en el olvido, como si nunca hubieran existido.
 
Convertir los huesos en personas con nombre y apellido, con profesión y familia es mostrar el horror de la dictadura. Paco Roca 
  

  Justicia
  En ocasiones el arte  sirve para hacer justicia. Lo que no puede conseguirse de otro modo, gracias al cine, la literatura, a la música, a los cómics...puede llegar de una forma que convierte el dolor, la rabia, la indignación en algo bello que es capaz de emocionar a mucha gente.
 
Me interesan este tipo de historias y personajes que buscan justicia; utilizar las viñetas para darles visibilidad y voz es siempre un gran reto.
 
Rodrigo y yo usamos El abismo del olvido para que se conozca la lucha de tantas familias por recuperar los restos de sus seres queridos. Para ellos fue reconfortante ver esa memoria íntima dibujada y reproducida en decenas de miles de ejemplares por todo el mundo.
 
Y lo mismo ocurrió con Los surcos del azar . Mostrar que la lucha de los republicanos españoles no terminó en la guerra civil, que siguieron luchando en Europa porque para ellos vencer al fascismo era tan necesario como respirar, contar eso era un acto de justicia.
 

   
  

  

 
 
 

 
 

miércoles, 20 de agosto de 2025

Sinuhé, el egipcio. Mika Waltari


Leída por millones de personas en todo el mundo, Sinuhé, el egipcio es una de las novelas históricas más célebres. A lo largo de quince libros escritos con gran conocimiento de las grandezas y miserias de los hombres y los dioses. Sinuhé relata paso a paso su vida azarosa y nos transporta al fascinante y misterioso mundo del Egipto de los faraones, los reinos sirios, la Babilonia decadente y la creta anterior a la Hélade.
Un apasionante escenario histórico, constituido por la totalidad del mundo conocido XIV a.C., es el que Sinuhé reconstruye minuciosamente la errante línea de sus viajes, penurias, peripecias y aventuras: el mapa de una vida signada por la soledad y por una serie de pruebas, pérdidas desgarradoras e intensas pasiones.
En el ocaso de su vida, el narrador confiesa: "Porque yo, Sinuhé, soy un hombre y como tal he vivido en todos los que han existido antes que yo y viviré en todos los que existan después de mí".
 


David Roberts

Mika Toimi Waltari nació en Helsinki, el 19 de septiembre de 1908 y falleció en Helsinki, el 26 de agosto de 1979. Hijo de un idealista pastor luterano que murió cuando Mika tenía cinco años de edad, se crió en la adversidad de un hogar humilde de cuatro hijos que una madre viuda logró sacar a flote gracias a sus denodados esfuerzos y a una pequeña pensión. 
Estudió teología, pero al comprender que no tenía vocación la cambió por la filosofía, cuya licenciatura alcanzó a los veinte años en la Universidad de Helsinki. Vivió en París, amplió sus estudios y viajó por Europa.
Posteriormente, y de nuevo en su país, trabajó en una editorial, alternando su labor creadora con la de traductor y crítico literario. Tras publicar su primera obra en 1928, a parte de escribir guiones cinematográficos, su novela Un forastero llega a la granja fue el acontecimiento literario del año 1937 en Finlandia y se tradujo a catorce idiomas. Sin embargo, el libro que le ha proporcionado fama mundial ha sido Sinuhéel egipcio, que le exigió diez años de intenso estudio y documentación histórica.
Miembro dela Academia Finlandesa, dedicado desde 1940 a la novela histórica, Mika Waltari recibió el Premio Aleksis Kivi (1947), Medalla Pro Finlandia (1952), Premio Jussi al Mejor Guion (1952).
 
David Roberts


Autor: Mika Waltari
Títulooriginal: Sinuhé, egyptiläinen
Traducción: Manuel Bosch Barret 
Introducción: Terenci Moix
Ilustración de la sobrecubierta: Escuela de los enamorados en el Jardín
                                  Staatliche Museen, Berlín 
ISBN: 84-226-3548-8
 
 
Monumento al escritor Juan Valera (1824-1905)
  
  
  
Palacio Real de Madrid. Toisón de oro

 El Palacio Real de Madrid incorpora al recorrido turístico una nueva estancia, el "Salón de billar". Después de haber permanecido cerrada por motivos de conservación, esta sala del siglo XIX reabre sus puertas y los visitantes podemos disfrutar de su exquisita decoración desde la galería que le da acceso.
 
El ebanista Antonio Girón, siguiendo los diseños del arquitecto mayor de palacio, José Segundo de Lema, fue el artífice de su decoración. Sobre la madera de nogal de los muros y el techo destacan elementos naturalistas, como hojas de hiedra inscritas en pequeñas arquerías doradas, y elementos geométricos en blanco, negro y dorado.
 
La magnífica mesa de billar fue fabricada en parís en 1878. mide aproximadamente 3 metros de largo y 1,65 de ancho. Del resto de los muebles con que contaba la estancia se conservan, además, los bancos, y una de las seis sillas realizadas por Nicolás de la Torre. completa la decoración una espectacular lámpara de bronce y una estufa de porcelana.
 
El conjunto quedó prácticamente terminado en 1881. Como espacio de carácter privado, este salón debió de ser ampliamente utilizado por Alfonso XII y sus personas más allegadas, puesto que ya fue ligeramente restaurado pocos años después.
 
 
  

El elemento estrella de la Saleta Amarilla es, sin duda, su mobiliario, el más notable de todo el Palacio Real de Madrid. Las piezas que lo integran llevan el sello del decorador francés Jean-Démosthéne Dugourc, que trabajó para las principales cortes europeas.

 

lunes, 11 de agosto de 2025

Siddhartha. Hermann Hesse


Autor: Hermann Hesse 
Título: Siddhartha
Traducción del inglés: Juan José  del Solar 
Nº de páginas 188
ISBN: 84-226-3687-5
 

Siddhartha es probablemente la obra más significativa y una de las más divulgadas de Hermann Hesse. La novela nos cuenta la vida de un hombre, Siddhartha, que hace de la renuncia su norma de conducta vital y que se esfuerza por descubrir la unidad profunda que da sentido a todo cuanto constituye este mundo.
Ambientada en los lejanos escenarios de la India más auténtica, Siddhartha constituye un impresionante esfuerzo por enriquecer la espiritualidad del hombre occidental, frecuentemente perdido en el torbellino del materialismo.
Desde su aparición en los años 20, esta novela ha sido leída por muchas generaciones de jóvenes que han descubierto en sus páginas el pensamiento renovador y estimulante de Hemann Hesse. 
 

Hermann Hesse (2 de febrero de 1877 - 9 de agosto de 1962), poeta, novelista, pintor y escritor alemán, reconocido como uno de los escritores más influyentes del siglo XX. Al inicio de su carrera se dedicó al periodismo, que lo llevo a escribir su primera novela.
En su juventud inició estudios de teología, que abandonó para dedicarse un tiempo a actividades tan diversas como la de mecánico, coleccionista de antigüedades y librero. En 1916 sufrió una crisis de ansiedad que lo llevó al psiquiatra, hecho que sería relevante en la inspiración de sus futuras obras.
Durante la Primera Guerra Mundial viajó a Suiza y en 1924 obtuvo la nacionalidad, provocando que los nacionalistas alemanes lo consideraran un traidor a la patria. En su exilio, en 1927, se inspiró para escribir El lobo estepario convirtiendose en su obra más influyente.  
A los 25 años publicó sus primeros versos, y acabó desarrollando una intensa actividad literaria que daría grandes novelas como Bajo las ruedas, Demian, El lobo estepario Viaje al Oriente, entre otras, además de algunos cuentos y ensayos. Premio Nobel de Literatura en 1946, falleció mientras dormía el 9 de agosto de 1962 debido a una hemorragia cerebral en Montagnola, Suiza. 
  
 
 
 
   
 




jueves, 7 de agosto de 2025

Vida del Buscón. Francisco de Quevedo


Autor: Francisco de Quevedo
Título: Vida del Buscón
Colección Clásicos Españoles
Nº de páginas: 224
ISBN:84-226-7900-0  
 


Edgar Gevaert (1891-1965)

Francisco Gómez de Quevedo y Villegas nació en Madrid, el 17 de septiembre de 1580, en el seno de una familia hidalga procedente de la Montaña santanderina. Su padre, Pedro Gómez de Quevedo, se había establecido en la corte como secretario de la princesa María, hija de Carlos V, y había permanecido en el cargo al servicio de doña Ana de Austria, cuarta esposa de Felipe II. La madre de Quevedo, María Santibáñez, pertenecía a la familia de los Santoyos, un apellido con larga tradición de altos funcionarios palaciegos; ella misma fue dama de la reina.
 
  A los seis años de edad, su padre falleció, quedando bajo la tutoría de don Agustín de Villanueva, protonotario del Consejo de Aragón, quien probablemente lo matriculó en el Colegio Imperial Jesuita.
 
 Estudió en la Universidad de Alcalá, donde alcanzó el grado de bachiller, y en 1601 marchó a Valladolid, donde prosiguió sus estudios en la Facultad de Teología y conoció a las plumas más prestigiosas de la época: Vicente Espinel, Luis Vélez de Guevara..., incluso Góngora y Cervantes residían en la corte vallisoletana o la visitaban asiduamente. Alcanzó un buen conocimiento de los clásicos, una buena formación bíblica y el dominio de varias lenguas, llegó a dominar incluso el árabe y el hebreo. De estos años data su correspondencia con Justo Lipsio, uno de los humanistas más célebres del momento.
 
 En 1606 regresa a Madrid, su carencia de grandes apellidos y patrimonio, unida a su poco agraciado físico ( era cojo y corto de vista) no le auguraban demasiado éxito en el mundo hostil de las intrigas palaciegas. Sin embargo, su extraordinario talento literario le proporcionó, a la par que un sinfín de enemigos, algunas amistades en extremo valiosas de algunos de los personajes más poderosos de la época.
 
 En 1613 entra al servicio de don Pedro Téllez Girón, duque de Osuna y virrey de Sicilia, ejerciendo de consejero de hacienda, embajador y hombre de confianza tanto en Sicilia como, más tarde, en Nápoles. Sin embargo, debido a su supuesta participación en la Conjuración de Venecia. Cuenta la leyenda que tras el fracaso del golpe de Estado que se produjo contra la República de Venecia en 1618, Quevedo huyó disfrazado de mendigo. Tanto el duque de Osuna como Quevedo son llamados a España para dar cuenta de sus actos. Caído en desgracia, don Pedro Téllez Girón fue encarcelado y murió al poco tiempo. Quevedo es confinado en Uclés y, más tarde, desterrado a sus posesiones de la Torre de Juan Abad. De sus servicios al duque solo había obtenido, a la postre, el hábito de la orden de Santiago.
 
 En 1621 Felipe IV había llegado al trono y con él don Gaspar de Guzmán, conde de Olivares y duque de San Lúcar la Mayor, iba a convertirse en el artífice de esa voluntad. Quevedo, huérfano de protector, no dejó de advertir que el hecho de agradar intelectualmente al poderoso valido podía traducirse en la obtención de un cargo público. Las relaciones del escritor tanto con Felipe IV como con el conde-duque están plagadas de altibajos. Sin embargo, y a pesar de que Quevedo obtenía con sus escritos el beneplácito del conde-duque, hombre realmente interesado por las letras, su pluma satírica le hizo ganar la animadversión de muchos otros.
 
 En 1632 Quevedo parecía haber logrado al fin congraciarse con el poder. En marzo de ese año fue nombrado secretario real, y poco después Olivares le ofreció la embajada de Génova, que Quevedo rechazó  ya que conocía bien las tribulaciones que conllevaba un destino como ese. En 1636 la influencia del escritor en la corte era tal que incluso se le atribuía el haber conseguido meter en prisión a don Luis Pacheco de Narváez después de que éste hubiera escrito una comedia en prosa satirizándolo encarnizadamente. Sabemos, sin embargo, que Quevedo residió en la Torre de Juan Abad desde 1635 (un año antes había contraído matrimonio con doña Esperanza de Mendoza, de la que se separó apenas dos años después) hasta 1639 y que sus escapadas a Madrid eran muy escasas. Es por ello que sorprende su inesperada detención, en casa del duque de Medinaceli, el 7 de diciembre de 1639, y el subsiguiente encarcelamiento en el convento de san Marcos de León.
 
 Quevedo envió varias cartas a Olivares  pidiendo clemencia: alegaba su estado de salud, que era verdaderamente alarmante. Ninguna de ellas surtió efecto. El rey, más que su privado, parecía dispuesto a hacer oídos sordos al escritor. Cuando  el conde-duque cayó en desgracia, en enero de 1643, Felipe IV liberó a todos los que se habían considerado, de alguna forma,  enemigos del valido, excepto a Quevedo.
 
 Solo la intercesión insistente de don Juan de Chumacero, por entonces presidente de Castilla, consiguió el perdón para el escritor, que fue liberado en junio de 1643. De vuelta en Madrid pidió audiencia al rey, pero éste quiso recibirle. Concluía así, definitivamente, la relación de Quevedo con el poder. Los dos últimos años de su vida los consagró a trabajar sin descanso: en 1644, desde la Torre de Juan Abad, dedica a Chumacero su Vida de san Pablo, el año siguiente lo ocupó en la redacción de la Segunda parte de Marco Bruto. El 8 de septiembre de 1645, en Villanueva de los Infantes, "cerraba los ojos la postrera sombra". 
 
Edgar Gevaert

 Vida del Buscón
 
 Es, sin lugar a dudas, la obra festiva más célebre de Quevedo. Su análisis literario es extremadamente complejo ya que los textos conservados demuestran que hubo dos redacciones, suscitando la datación de la obra una gran controversia y un buen número de teorías y existiendo también puntos oscuros en cuanto a la publicación del libro.
 La Vida del Buscón parece adscribirse, desde el título, al género de la novela picarescaSin embargo, a diferencia de Lazarillo del Tormes y el Guzmán de Alfarache, no existe un propósito que permita articular el relato. Quevedo no ideó al protagonista como ser humano sino como personaje de una farsa cuyo fin es provocar la risa en el lector.
 El resto de personajes son, casi en su totalidad, inverosímiles desde el punto de vista de la novela picaresca por el ingenio que despliegan y el lenguaje que utilizan. La novela es una constante explosión de ingenio logrado gracias a la manipulación del lenguaje. El Buscón no pretende probar ninguna tesis , pero sí refleja la ideología de su autor, al menos literaria: la creación de la sorpresa sobrepasando toda lógica lingüística o la invención de las metáforas más arriesgadas son parte del juego que supone toda creación literaria, juego que divierte al autor y hace reír al que lee. Laura Fernández
 
Edgar Gevaert


Edgar Gevaert ( 20 de noviembre de 1891-1965), hijo de un fabricante textil de Oudenaarde. Durante la Primera Guerra Mundial fue soldado y sufrió heridas graves, para recuperarse fue a Aberystwyth en Gales. Allí conoció al escultor George Minne y a otros artistas de las escuelas Latemse. Gevaert se casó con la hija de George Minne, Marie Minne (1895-1985). Sus primeros hijos, de un total de 11, también nacieron en Gales. 
Además de pintor fue poeta, escritor y compositor. En 1922 se trasladó a Sint-Martens-Latem. Diseñó su casa de estilo neo-renacimiento. Murió a la edad de 73 años en su amada aldea y está enterrado allí. Después de su muerte, su viuda abrió la casa y el estudio al público. Después de su fallecimiento, el municipio compró el edificio y abrió el Museo Gevaert-Minne en 1994.