Para conocer la importancia del lugar donde se sitúa la Galería de las Colecciones Reales situarlo en el paisaje y contexto urbano monumental en el que se encuentra. Empezando por la presencia más importante, el Palacio real de Madrid, la catedral de la Almudena y los jardines de Sabatini y Campo del Moro.
En 1932 quedó derribado el conjunto de las Caballerizas Reales construidas por Sabatini al norte del Palacio Real donde se guardaban los carruajes de la corona. Para mostrar al público una selección de ellos se construyó en terrenos del Campo del Moro un Museo de Carruajes según el proyecto formado en 1964 por el arquitecto de Patrimonio Nacional Ramón Andrada Ramón, pero dejó de ser visibles.
El Museo del Prado fue en su origen una fundación real que por decisión de Fernando VII se destinó a exponer lo mejor de la pintura y la escultura procedentes de las colecciones artísticas que decoraron los palacios de los monarcas españoles. Pero existían además otras colecciones como la de armas -por ello se creó la Real Armería en 1893, para los carruajes se creó el Museo de Carruajes en 1964-; y con los tapices- por ello Ripollés proyectó un pabellón nunca construido en los murallones de poniente de la Plaza de la Almudena.
Las colecciones reales de carruajes y tapices permanecen en los almacenes de Palacio, si a los carruajes y tapices añadimos otra importante colección de menores formatos de piezas, hecha de pintura, escultura, porcelana, cristal, orfebrería, textiles e instrumentos musicales, cuyas piezas merecen también ser conocidas y admiradas por los visitantes, los contenidos de este Museo de Colecciones Reales quedan enunciados en todas sus secciones.
Este edifico ocupa el lugar de los masivos murallones de ladrillo que Rupellés Segarra dejó hechos en los frentes sur y oeste de la Plaza de la Almudena y se comporta en parte como ellos lo hacían, es decir, como un muro de contención de tierras. pero a la vez es capaz de más cosas, ya que es un muro habitable, hueco, complejo y profundo en el cual se abren los grandes espacios de las salas de exposición junto a otros menores que completan el programa de usos del Museo.
La fachada de granito de este edificio queda alineada con el frente de ladrillo que sirve de base al acceso al nivel inferior de la Real Armería y eleva su altura desde los jardines del Campo del Moro hasta la Plaza de la Almudena, sobre la que se desarrolla dos plantas por detrás de uno de los brazos de la fachada de la Catedral, de forma que esa parte sobre rasante del Museo sólo es visible en escorzo, desde la plaza de acceso, cuando se está muy cerca de ella.(Arquitectura Viva. Nº 131)
El edificio que alberga la colección -proyectado por Tuñón y Mansilla- ha recibido diez premios de arquitectura. Su sobriedad y aparente sencillez contrasta, complementa y enfatiza su extraordinario contenido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario