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Pérez Galdós, sentado. Joaquín Sorolla
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"Entre ñoñeces y monstruosidades dormitaba entonces la novela española -folletín romántico y costumbrismo almibarado-, cuando apareció Galdós con La Fontana de oro". Marcelino Menéndez Pelayo
"¡Oh, Madrid!, ¡Oh, Corte!
¡Oh, confusión y regocijo de las españas!"
Benito Pérez Galdós
Galdós en el laberinto de España
En alguna ocasión nos dejó dicho Azorín que Benito Pérez Galdós (1843-1920), fue el único escritor español capaz de realizar la obra hercúlea de revelar España a los españoles.: "En más de cien volúmenes ha conseguido que despierte España y adquiera conciencia de sí misma". Durante décadas, los españoles de varias generaciones aprendieron a leer en sus libros y hallaron en su conducta un espejo moral en que contemplarse. "Casi puedo decir que aprendí a leer con Galdós. primero, de niño, con los Episodios Nacionales. Luego fueron las novelas sorbidas con hechizo hasta el agotamiento. De tal modo, que a los dieciséis y diecisiete años yo conocía minuciosamente la obra de Galdós, viva para mí como un bulto que no ha menguado desde entonces". El gran poeta recordaba que un día, almorzando en una taberna madrileña con Federico García Lorca, se descubrieron ambos apasionados admiradores de Galdós. Y la maestría narrativa del gran escritor, el alto aliento moral que late en sus obras, su ejemplo personal de indulgencia y tolerancia, de respeto por las ideas de los demás, continúan deslumbrando a los públicos lectores de hoy.
"No solo es Galdós el más fecundo de los novelistas españoles; es, además,el más
fuerte, el más creador, el más original entre los grandes maestros de su tiempo"
Antonio Machado
Galdós en el laberinto de España
Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando
Calle Alcalá, 13. Madrid
Tristana. Colección mujeres infinitas de Galdós
Las mujeres somos diversas, somos infinitas. nadie ha sabido plasmar esta diversidad como lo hizo Benito Pérez Galdós a través y numerosas protagonistas femeninas.
En 2020 se cumple el centenario del fallecimiento del escritor y político grancanario. Entre las conmemoraciones que se realizan en su honor, no puede faltar una que incluya la perspectiva de género en relación al Galdós feminista.
Tristana, que rechaza el matrimonio porque le "gustaría sentirse siempre libre", que no estaba de acuerdo con las "tres únicas carreras" de la mujer de la época: casarse, dedicarse al teatro o , lo que se deja entrever en la novela, la prostitución. Ella tenía anhelos de aprender todas las maravillas del mundo, de ser pintora, escritora. Y, por qué no, ella podía valer para eso del "Gobierno y la política".
Marianela, joven y pobre, pero con una gran imaginación, nos habla de los estereotipos. Nela se considera tan fea que vive con miedo de que el ciego del que está enamorada recupere la vista, porque si ella "fuera grande y hermosa, si tuviera el talle, la cara y el tamaño...,sobre todo el tamaño de otras mujeres". Sara Ramírez Mesa.
Autor: Benito Pérez Galdós
Título: Tristana
1ª edición, julio de 2020
Cam-PSD Editores S.L.
Nº de páginas: 189
"En mis años juveniles rendí fervoroso culto a la obra de Galdós.
Por eso, uno de los altares, de mi corazón se levanta a don Benito".
Miguel de Unamuno
"Humilde, misericordiosa más que ninguna otra, es la obra de Galdós. Ahí está
como un inmenso tesoro para satisfacer nuestra necesidad de conocimiento."
María Zambrano
Autor: Benito Pérez Galdós.
Título: Marianela.
Edición, introducción y notas: J.M. Cabrales Arteaga.
Ilustración: José María Ponce.
Biblioteca Didáctica Anaya, nº 7.
Nº de páginas: 238.
Edición 2002.
La literatura realista.
La narrativa realista española.
El realismo es el movimiento literario que domina la segunda mitad del siglo XIX en Europa; su manifestación más característica será la novela. A diferencia del romántico, que proyectaba su visión subjetiva o realista del mundo, el escritor realista observa lo que le rodea con fidelidad de testigo, para tratar de plasmarlo en sus obras de manera más fiel y exacta posible. La presencia del realismo en España se vio afectada por las peculiares circunstancias históricas y culturales de la Península. Una de las más significativas es de índole política: la narrativa realista española surge en un contexto marcado por la revolución de 1868, que provocó la renuncia de Isabel II al trono. El efímero reinado de Amadeo de Saboya, la Primera República, la restauración borbónica y la aparición de los primeros movimientos obreros generan un clima de confrontación ideológica que encontrará en la literatura uno de sus campos de batalla fundamentales.
Se produce entonces una verdadera politización entre los novelistas, que escriben con apasionamiento lo que se llama novelas de tesis. Así Pedro Antonio de Alarcón, el jesuita Luis Coloma o José María Pereda, en la vertiente conservadora, defienden en sus libros la tradición católica española, la educación religiosa y la monarquía absoluta. La mentalidad progresista o liberal está representada por Benito Pérez Galdós, Leopoldo Alas "Clarín" y Vicente Blasco Ibáñez , partidarios de la educación laica, la libertad de culto, la monarquía parlamentaria o incluso la República. Al margen de la estricta defensa de una tesis se mantuvieron novelistas tan relevantes con Juan Varela o Emilia Pardo Bazán. Juan Manuel Cabrales Arteaga
"Yo recuerdo con ternura a aquel hombre maravilloso, a aquel gran maestro del pueblo, don Benito Pérez Galdós, que tenía la voz más verdadera y más profunda de España". Federico García Lorca
Biografía
En las Palmas de Gran Canaria, un barrio entero (Schamann) está formado por calles que llevan estos nombres: Plaza de Don Benito, Mariucha, Pantoja, Marianela, Jacinta, Don Pedro Infinito, Pablo Penáguilas, Doña Perfecta...; incluso el teatro cambió el nombre de Tirso de Molina por el de Pérez Galdós a raíz del estreno de Electra en 1901.
El 10 de mayo de 1843 nació Galdós en las Palmas de Gran Canaria y en 1857 estaba matriculado como alumno interno del Colegio San Agustín como estudiante de bachillerato.
A finales de agosto de 1862 cogió el barco en el Muelle Viejo de Las Palmas con destino a Tenerife para presentarse a los exámenes de Grado de Bachiller en el Instituto Provincial de Canarias, en La Laguna.
El 9 de septiembre de 1862 cogió de nuevo el barco en el puerto de Santa Cruz de Tenerife en travesía hasta Cádiz y con destino a Madrid.
A finales de septiembre llegó a la capital de España para estudiar la carrera de derecho en la Universidad Central. Tenía entonces diecinueve años.
"No hay en las literaturas hispánicas un proyecto narrativo que pueda compararse al de Galdós, en su complejidad, en la calidad sostenida de la escritura, en la fuerza inventiva, en la perspicacia y hondura de la observación. La capacidad abarcadora de las novelas de Galdós, solo se mide con la de Balzac, Dickens, Zola o Tolstói" Antonio Muñoz Molina
"La única influencia que yo reconocería, en general sobre mí,
es la de don Benito Pérez Galdós". Luis Buñuel
El caso es que muchos podrían pensar que Galdós se inició en la literatura cuando llegó a Madrid.Sin embargo, nada más incierto. Cuando él llega a Madrid, ya lleva consigo un amplio bagaje de lectoescritura en su raquítica maleta de ropa y objetos personales.
En cuanto a la lectura, él conocía a los clásicos y había leído bastante la literatura española del Siglo de Oro y a muchos escritores europeos franceses e ingleses. Benito, que tenía una excelente memoria, era capaz de repetir párrafos completos de El Quijote sin tener el texto delante.
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Galdós en la finca familiar Los lirios (Gran Canaria) en 1890. |
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"Con respecto a Cervantes, sí tiene Galdós afinidad, y ambos son, probablemente, nuestros únicos escritores que conocieron lo que es la generosidad y que fueron capaces de comprender y respetar una actitud humana, o un punto de vista contrarios a los suyos". Luis Cernuda
EL pollo
(Texto escrito en su etapa académica de secundaria en el colegio San Agustín, tal vez durante el curso 1861-1862 y publicado sin firma en EL Ómnibus periódico de Las Palmas, en 1862)
¿Ves ese erguido embeleco,
ese elegante sin par
que lleva el dedo pulgar
en la manga del chaleco;
que, altisonante y enfático,
dice mentiras y enredos,
agitando entre sus dedos
el bastón aristocrático;
que estirando la cerviz
enseña los blancos dientes,
atravesando los lentes
sobre la curva nariz;
que saluda con tiesura
a todo el género humano,
y lleva siempre la mano
enclavada en la cintura;
que, más obtuso que un canto
y sin saber la cartilla
refiere la maravilla
del combate de Lepanto;
que va al teatro y pasea
sus miradas ardorosas,
contemplando a las hermosas
jóvenes de la platea,
que aplaude mucho al tenor,
y aplaude a la Cavaletti,
y critica a Donizzetti,
y al autor del trovador;
que hallándose en la reunión,
sin modales elegantes
se va estirando los guantes
por vía de admiración...?
ese estirado pimpollo
que pasea y se engalana
de la noche a la mañana
es lo que se llama un pollo.
Benito Pérez Galdós
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