sábado, 7 de diciembre de 2013

¡Feliz Navidad!



Cuando un sueño se cumple,
un pequeño duende esboza una sonrisa.
Espero que durante estas fiestas
nuestros duendes sonrían muchísimo.



No temáis, porque os traigo una buena noticia, 
una gran alegría para todo el pueblo: hoy, en la
ciudad de David, os ha nacido el Salvador, que 
es el Mesías, el Señor. Y esto os servirá de señal;
encontraréis a un niño recién nacido envuelto
en pañales y acostado en un pesebre.

Evangelio de San Lucas, 2, 10 - 12


Los reinos de Santa son:

Donner (Trueno)
Blitzen (Relámpago)
Vixen (Bromista, travieso)
Cupid (Cupido)
Comet (Cometa)
Dasher (Alegre, Brioso)
Dancer (Bailarín, Danzarín) 
Prancer (Acróbata, Saltador)

Liderados por: Rudolph (Rodolfo)  
      
Diciembre era el último de los meses del año romano,
 que estaba dividido en diez meses.
 

Refranes alusivos

"Presume de cintas y de buen paño
sólo es Navidad una vez al año".
 
"Disfruta las chanzas y los gracejos,
que luego se va y siempre queda lejos". 
 


 
"Oh tú viento del oeste, aliento del ser de otoño,
desde cuya presencia invisible las hojas muertas
viajan como fantasmas huyendo de un hechicero. 



Amarillas, negras, pálidas y de un rojo héctico,
¡Multitud enorme azotada por el viento!
Oh tú, que conduces a su oscuro lecho de invierno.

A las semillas aladas, donde yacen tan frías,
cada una cual cadáver sepultado en su tumba.
Hasta que tu hermano azur de la primavera envíe 





Su cuadriga sobre la soñadora tierra, y llene
(en su aire las suaves yemas hallarán sustento)
llanura y colina de aromas y colores vivos;  



Espíritu salvaje, que te mueves por doquier,
destructor y el que conserva, ¡escucha, presta atención!
 


Haz de mi tu lira, y aunque sea como los bosques,
¿qué me importa que, las suyas, caigan mis hojas?
El tumulto de tus armonías extraordinarias.


 
Tomará de ambos un tono otoñal y profundo
y en su tristeza dulce.¡Se tú,Espíritu violento,
se tú mi alma!¡Tú impetuoso, sé el que yo soy! 

 

Lleva mis pensamientos muertos por el universo
como hojas marchitas, y así aceleraras de nuevo
su renacimiento; y con el conjuro de estos versos.


Esparce, cual de un fuego no extinguido las cenizas
y rescoldos, mis palabras entre el género humano.
¡A través de mis labios, para la tierra aún dormida! 




Sé trompeta de profecía! Y si llega el invierno,
¡Oh viento!, ¿puede aún estar lejos la primavera?"

                                                                     Shelley

  ¡Feliz  Navidad
 


martes, 3 de diciembre de 2013

Zen. Manuela Dunn Mascetti



La palabra Zen es la traducción japonesa de la china Chan, que a su vez es la manera china de pronunciar la palabra del sánscrito dhyan, o meditación. El budismo Zen es el camino mediante el cual todas las dualidades, como el tú-yo o el sujeto-objeto, se eliminan gracias a la meditación. La aspiración final de la experiencia Zen, también llamada iluminación o samadhi es suprimir la dualidad.
La filosofía Zen rechaza las prácticas religiosas y el estudio intelectual de la doctrina por su inutilidad a la hora de conseguir la iluminación y da preferencia a otros métodos con los que la verdad suprema se revela de golpe, en un instante.
Los tesoros Zen incluyen tres de los métodos tradicionales del budismo Zen: los haikus, los koans y los aforismos de los maestros.
 

Los haikus nos iluminan en el lapso de una exhalación. La forma más corta de poesía del mundo, con sólo diecisiete sílabas repartidas en tres versos, dura lo que se tarda en expeler el aire aspirado. Los haikus capturan el momento Zen en su forma misma.(...)

Puede que los haikus sean una evolución reciente de los antiquísimos poemas japoneses llamados katauta, utilizados para transmitir los designios de los dioses, y basados en un juego de preguntas y respuestas entre dos divinidades, representados por hombres y mujeres en los festivales dedicados a la fertilidad y las estaciones. Los katauta siguen el mismo patrón que los haikus, es decir tres versos de 5, 7 y 5 sílabas que forman un total de diecisiete sílabas, esactamente lo que dura la respiración humana. (...)

La experiencia haiku está compuesta de tres elementos -el dónde, el qué y el cuándo-, que se funden con los sentimientos de crear un todo. 

 

una vez un monje le preguntó a su maestro: "Sea lo que sea lo que nos depare el futuro, ¿cual es el camino?. El maestro respondió. "El camino es tu día a día". Ese es el concepto central del Zen. Los principios que dirigen el camino se aplican a toda la existencia del individuo en cuestión, no sólo a la parte que tiene lugar en la sala de meditación. El reto que propone el Zen es enfrentarse a cada día, a cada momento, con la mente clara y el alma purificada, para que la unión de los momentos que conforman la existencia se convierta en la más excelsa de las enseñanzas. Ese fin último de la filosofía Zen es lo que hace que hoy en día sea tan importante como cuando llegó a China de la mano del monje errante hindú Bodhidharma en el año 520.



Son muchas las artes y disciplinas a las que se ha aplicado el concepto del camino o el modo (do) para crear otras formas de meditación y aprendizaje Zen:
chado, la ceremonia del té; kado, la ceremonia de las flores; kendo, el arte de la espada; kyudo, el tiro con arco Zen; judo, la defensa propia Zen, o shodo, la caligrafía Zen.(...) 



 Primavera

Sentado en el silencio,
sin hacer nada,
llega la primavera,
y crece la hierba.
                            Osho
                                   

Cubierto de flores
¡quisiera morir
en este sueño nuestro!
                                               Etsujin
                                  

Templo de las flores
las voces ascienden
desde las estribaciones.

                                   Natsume Soseki
                                 

Al leve roce de una hoja
una camelia blanca
cae al pozo y se moja.

                                           Matsuo Basho
     

Verano

"La levedad del verano",
le dije mientras me secaba
una lágrima con la mano.

                                       Kigin
  
Hoguera temblorosa,
me arrodillo ante el arroyo
para beberme las estrellas.

                                            Charles B. Dickson
 
 
La alondra
canta todo el día,
y el día no es lo bastante largo. 

                                           Basho  
 
 
Pensamientos tejidos
de algodones,
mujer del solsticio de verano. 

                                                Kimiko Itami
 

Otoño

Bendigo el día:
de belleza cautivadora,
pero sueños efímeros.

                                                 Natsume Soseki
 

Olor de otoño,
el corazón añora
la diminuta sala.
                       
                                 Basho

 
 Los castaños se agitan
bajo la tormenta
en el porche de bambú.

                                           Shiki


 Viento del Oeste
hojas caídas
recogidas en el Este.
                                       Yosa Buson
   

 Invierno

Sólo con ser
ya estoy aquí,
bajo la nevada.

                                     Kobayashi Issa
 
 
Sin saber por qué,
siento apego por este mundo
al que venimos a perecer.

                                       Natsume Soseki


 Tanto silencio...
La nieve traza las als
de los patos mandarines.

                                 Shiri
 

 Refugiado tras las puertas,
un sacerdote se calienta
quemando una estatua de Buda.

                                         Natsume Soseki
 


Ahora que el sonido del "aplauso con una sola mano" resuena en todos los rincones del mundo, mucha gente que nunca ha estudiado el Zen sabe lo que es un Koan. Si se les preguntara, seguramente serían capaces de dar una definición adecuada, algo así como "acertijo Zen que dasafía la lógica", quizás con algun comentario sobre lo surrealista de sus frases. De hecho, el propio significado literal de la palabra Koan es algo inesperado: significa "proceso judicial", o más concretamente, "archivo de documentos legales". La misma palabra se puede encontrar en los títulos de las historias tradicionales de detectives chinas, en las que, paradójicamente, un rompecabezas que no tiene nada de ilógico forma parte del argumento.

Pero hay que retroceder aún más en el tiempo y tener en cuenta el contexto original del término.(...) T.H.Barret



(...) En los haikus bien construidos, los elementos del lugar, objeto y tiempo están tan bien entrelazados que hacen que el lector entre en una especie de nirvana. Para valorar la destreza del poeta, hay que comprender que su aspiración es alcanzar lo absoluto, y lo absoluto no es una cuestión de grado: o se alcanza o no se alcanza, igual que la experiencia Zen. Muchas veces no se consigue, pero esa continua lucha refuerza el espíritu estético de los haikus.


 La Puerta sin puerta (Mumonkan)

El gran sendero no tiene puertas,
miles de caminos lo atraviesan.
Cuando se cruza la puerta sin puerta
se camina libremente entre el Cielo y la Tierra.
                                                       Escrita por el monje Zen Mumon Ekai
       


Caso 7 - Joshu y su "Lava el cuenco"

Un monje le dijo a Joshu. "Acabo de entrar en el monasterio. Por favor, enseñadme". "¿Ya te has comido las gachas de arroz?", preguntó Joshu. "Sí, ya me las he comido", respondió el monje. "Entonces será mejor que laves el cuenco" dijo Joshu. Y así, el monje alcanzó la iluminación.
 


Crónicas Del acantilado azul. (Hekiganroku)

El humo en la montaña es señal de fuego, los cuernos en la cerca
son señal de un toro. Si nos ponemos en una esquina, podemos controlar
las otras tres; con una mirada se percibe la menor diferencia.
Sin embargo, tal agudeza solo es propia de los monjes con hábito.
Cuando abandonamos la engañosa actividad de la conciencia,
sea cual sea la situación en la que nos encontramos,
disfrutamos de una perfecta libertad, tanto en la adversidad
como en la prosperidad, al dar y al recibir.
¿Cómo se comportará una persona así?
Leed las  complicaciones de Setcho.

Maestro Zen Setcho                                
(980 - 1052)                                      
 



Caso 3 - El "Buda con cara de sol, Buda con cara de luna" de Baso

El gran maestro Baso estaba muy enfermo.El sacerdote mayor del templo vino a presentarle sus respetos y la preguntó: "¿Cómo os encontráis estos días?" "Buda con cara de sol, Buda con cara de luna", dijo el maestro.
 

(...) ¿Por qué utilizar las palabras si éstas oscurecen la iluminación como las enredaderas ahogan a las demás plantas? Pero el maestro Zen encuentra el mismo oscurantismo en el silencio: en la iluminación, el escueto pero revelador aforismo, lo bastante conciso como para despertar el ingenio, vale más que cualquier cantidad de letras inútiles o el silencio. En la edad dorada del Zen, normalmente era el fragmento de algún discurso lo que iluminaba el espíritu con una luz que ha seguido brillando a lo largo de los siglos.T.H.Barret
                                                                   
 

Linaje del Zen

El Zen desciende directamente del mismo Buda. Según cuenta la leyenda, el nacimiento de lo que luego se convertiría en el Zen tuvo lugar en un momento concreto de gran importancia en uno de los discursos de Buda, "El sermón del monte del buitre sagrado". Buda se disponía a dar un sermón a un grupo de discípulos. Sentado en un podio, se quedo en silencio un buen rato y, en lugar de recurrir a las palabras para explicar el tema del día, levantó una flor de loto y la sostuvo en la mano para que todos la pudieran ver . Los discípulos desconcertados, no comprendieron el significado de un gesto, a excepción de Mahakashyapa, que sonrió a Buda en silencio para mostrarle que él había lo había entendido por completo (...)



Reflexiones de un maestro Zen

Un antiguo personaje decía: "Para buscar el buey, hay que seguirle el rastro, para estudiar el camino, hay que perseguir la ausencia del pensamiento.Allí donde esté rastro, estará el buey".El camino hacia la ausencia del pensamiento es fácil de encontrar.(...)



Los aforismos de P'Ang el Lego

¿Quién asigna las categorías al carmesí y la púrpura?
La última mota de polvo de las colinas y montañas ha desaparecido.
Poderes sobrenaturales y actos maravillosos:
sacar agua y transportar leña.




Anécdotas Zen

Algo de Nada
Una vez, durante un viaje, el maestro Zen Zenko vio un templo en ruinas que consideró que debía ser restaurado. Dado que no tenía recursos materiales propios, escribió en un gran cartel: "Este mes, el día tal, el peregrino y maestro Zen Zenko se autoincinerará. Los que donen el dinero para la leña, podrán venir a verlo". Y puso el cartel en todas partes. Pronto la gente del pueblo sintió curiosidad y empezaron a llover las donaciones.(...)



Autora: Manuela Dunn Mascetti

Título original: The Little Book of Zen

Traducción: Neus González

Editorial: Evergreen Taschen



viernes, 15 de noviembre de 2013

Paseos por El Retiro madrileño


Plaza y Fuente del Ángel Caído
 



Leovigildo Cristóbal Valverde

Antonio Téllez de Peralta
Hipopótamo en el agua
 
Brigitte Mathieu Berat
Despertar