La importancia del Patrimonio gestionado por Fundación Río Tinto ha sido reconocido con la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC), con la categoría de Sitio Histórico Decreto 236 de 25 de octubre de 2005.
En 1992 esta institución crea el Parque Minero de Ríotinto, integrado actualmente por: Fc Turismo Minero, Mina Peña de Hierro, casa nº 21 y Museo Minero Ríotinto.
La riqueza minera que comenzó a explotarse hace 5.000 años se ha convertido e la actualidad en un conjunto de paisajes singulares y un museo de arqueología industrial. Grandes cráteres en los que aflora la belleza pictórica de los metales escondidos, un río que tiñe sus aguas de rojo, cerros descarnados que trazan galerías en forma de espiral hacia el abismo. Y un amplio muestrario de vagonetas oxidadas, andenes vacíos y locomotoras paradas en vías que solo conducen al olvido.
El Campillo, el pueblo que sirve de pórtico al paisaje sorprendente que vamos a encontrar durante la visita. En estas minas a cielo abierto extrajeron oro, plata y, sobre todo, cobre pobladores prehistóricos, tartesos, fenicios, romanos, españoles e ingleses.
Una destacada parte de esta actividad minera se inició en 1873, cuando los británicos hicieron acto de presencia, y se terminó en 1954, año en el que la abandonaron. La presencia inglesa en la zona insufló gran dinamismo a la economía onubense de finales del siglo XIX y comienzos del XX.
El cierre de las minas, en el año 2001, ha dejado un paisaje lleno de restos de una arqueología industrial que hasta hace poco significó trabajo y riqueza.
Minas de Ríotinto es un pueblo que evidencia en su morfología la implacable servidumbre originada por la minería.
Ferrocarril minero, sin duda es una de las mejores forma de conocer los paisajes y los contrastes que esta comarca minera ofrece. En vagones y máquinas originales, se realiza un recorrido por el discurrir del Río Tinto. La comunidad científica ha definido como "Marte en la Tierra" ha este singular paisaje.
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