"... el parque es conocido, pero el momento lo trastorna y lo hace extraño, ruinoso y monumental. Se dijera, a cada instante que vamos a descubrir un palacio abandonado..."
El sentido de Doñana
  Doñana es famosa en todo el mundo por sus paisajes y la cantidad de vida que éstos albergan. Pero Doñana significa también hombres y mujeres que han habitado en estas tierras desde hace miles de años y que han sabido adaptarse a sus particulares circunstancias. Ellos nos han dejado parte de su cultura y su modo de entender y vivir estas tierras.
La choza, refugio y vida
   La choza representaba el hogar al que regresar después de una dura jornada de trabajo y en el que ver crecer a los hijos.
  Se trata de un refugio a veces temporal -que encajaba a la perfección en el paisaje: se construían con plantas que crecían en el lugar en que la choza iba a levantarse. Eran ideales para, en colaboración con la naturaleza, luchar contra el calor agobiante del verano y la humedad que en invierno se clava en los huesos.
  Aunque estas chozas son recuerdos de un pasado cercano, aún viven en ellas algunas familias cerca de la desembocadura del Guadalquivir.
"Al abrir la puerta de la choza, su corazón se llenó del olor de la sabina y del romero, del pino y del almoradux, y sintió en sus labios el gusto a salitre que el Guadalquivir traía desde el mar." Francisco J. Guerra
El descorche 
   El descorche era una labor que tenía su importancia en la Rocina y algunos puntos concretos de Doñana. El corcho se destinaba a la fabricación de colmenas y utensilios domésticos. 
  El declive de esta labor tiene mucho que ver con la desaparición del alcornoque en toda la comarca. 
Las salinas
  Durante su apogeo, las salinas tradicionales precisaban abundante mano de obra, lo que permitía trabajar a buena parte de la familia. Las tareas variaban desde la preparación del terreno hasta la recolección y almacenamiento de la sal. 
 Utilizada por los romanos para la elaboración del "garum", la sal era la base de la cocina y de la conservación de los alimentos. También servía para tratar los troncos que formaban la estructura de las chozas para, así, aumentar su resistencia a los agentes naturales. 
La organización de la familia
   Durante siglos la familia , formada por el matrimonio y los hijos solteros, ha sido el pilar fundamental de la sociedad. La facilidad para construir una choza permitía la marcha de los hijos tras la boda.
   Las familias eran numerosas. Se consideraba una inversión a corto y medio plazo el tener hijos que pronto pudieran trabajar. Los lazos familiares eran fundamentales en muchas circunstancias de la vida. Actividades como la construcción de la choza, exigían la presencia de cuadrillas formadas por parientes además de vecinos y amigos.
  El desarrollo económico y cultural de los años sesenta cambió esta tendencia.  
"Era la comida de los niños. Las niñas comían como mujeres; los niños discutían como algunos hombres. Al fondo, dando el pecho blanco al pequeñuelo, la madre, joven, rubia y bella, los miraba sonriendo." Juan Ramón Jiménez
La pesca y el marisqueo
  La pesca fue una labor habitual tanto en la costa como en el interior de Doñana. En los caños se arrendaba la captura de anguilas, carpas y albures, mientras que en las lagunas se pescaban tencas y barbos. En el charco del Acebrón se atrapaban también galápagos, manjar muy apreciado en la comarca.
  Hoy, los únicos aprovechamientos pesqueros de importancia son las exquisitas coquinas en la costa, el cangrejo rojo, el camarón y la anguila en los alrededores del Parque. 
Una lucha constante con la naturaleza
   La colaboración de toda la familia era básica para poder asegurar el día a día. La gentes que han vivido en estas tierras se han visto obligadas a aprovechar los recursos que Doñana podía brindarles.
Sin Sin embargo, las nuevas técnicas en agricultura y el turismo han cambiado radicalmente la vida en estas tierras, que se encaminan a un modelo de desarrollo que permita un aprovechamiento racional de sus recursos.
La caza
  La caza ha formado siempre parte de la historia de esta comarca. Organizadas por los propietarios y controladas por la guardería, las monterías proporcionaban abundante trabajo a las gentes del lugar. Las especies más apreciadas eran el ciervo y el jabalí.
   Los furtivos, mientras tanto, cazaban ilegalmente. El sistema tradicional de furtivismo pasaba por el agarre con perros y el remate de la presa a cuchillo por parte del cazador.
   Actualmente esta actividad está prohibida dentro de los límites del Parque Nacional. En el resto de la comarca solo se practican como deporte la captura de especies de caza menor como el conejo y las aves acuáticas.
    Arenas estabilizadas colonizadas por vegetación de tipo mediterráneo en su mayor parte, conforman el ecosistema del bosque y el matorral de Doñana.
  Dividido en dos grandes asociaciones determinadas por la humedad y la altura del terreno sobre el nivel del acuífero, se definen como "Monte negro" en los lugares más bajos y húmedos donde predominan brezos, moguerizas, tojos, helechos...
  El "Monte blanco", caracterizado por jaguarzo, aulaga, romero,almoradux, se localiza en las partes más elevadas del terreno.
  Pinos piñoneros, alcornoques, lentiscos y otras especies arbustivas constituyen el bosque de Doñana, siendo área de cría de una gran población de rapaces y otras aves. Este es el hábitat preferido por linces, meloncillos, ginetas y otras especies protegidas que necesitan de estas zonas para su supervivencia.
"Tras ella venían unos chiquillos astrosos, que, a cada instante, jadeando, miraban camino arriba; al fin, varios hombres que traían a otro, lívido y decaído. Era un cazador furtivo d esos que cazan venados en el Coto de Doñana. La escopeta, una absurda escopeta vieja, amarrada con tomiza, se le había reventado, y el cazador traía el tiro en un brazo." Juan Ramón Jiménez
El carbonero 
  El carbonero tuvo gran importancia en Doñana. Algunas de las técnicas utilizada para la elaboración del carbón son muy antiguas, y a penas han cambiado a lo largo de los siglos. En algunos casos se incorporaron nuevos métodos para aumentar la rentabilidad. Hoy día puede considerarse como una actividad menor.
 En Doñana aún perduran algunos nombres, como Torre Carbonero, que recuerda este oficio.
La vera 
  Como punto de encuentro  y haciendo frontera entre la marisma y las arenas estabilizadas o cotos, se encuentra una franja que se va ensanchando de sur a norte, siempre verde, debido a las filtraciones de agua de las dunas y arenas más permeables. Al chocar con el suelo arcillosos e impermeable de la marisma, emerge y mantiene la humedad constante permitiendo el crecimiento de grandes pastizales donde confluyen una gran cantidad de especies de ambos ecosistemas, haciendo de este entorno una zona preferida para los grandes mamíferos: ciervos, gamos, jabalíes, vacas y yeguas marismeñas.
"La chiquilla del carbonero, bonita y sucia cual una moneda, bruñidos los negros ojos y reventando sangre los labios prietos entre la tizne, está a la puerta de la choza, sentada en una teja, durmiendo al hermanito." Juan Ramón Jiménez
Aprovechamiento forestal
  La explotación de los árboles del bosque que acompañaba a los arroyos tuvo en un día cierta importancia. Fresnos y sauces suponen una madera adecuada para algunas partes de la vivienda, embarcaciones o botas.
  Las reforestaciones de eucaliptos y pinos, realizadas a principios de los años cincuenta, promovieron una importante actividad económica. Junto a ellas aparecieron las industrias de obtención de esencia de eucalipto, muy importante para la elaboración de caramelos y medicamentos. 
La recolección de plantas y animales
  Era común la recolección de plantas para cestería (mimbres), asientos (enea), cubiertas de viviendas (castañuela y otras especies), remos para la patera (cañas), así como para la alimentación y fines medicinales. 
  Los huevos de gallareta (focha común) y otras aves, recogidos de los nidos, eran una fuente de proteínas que complementaba la dieta de los habitantes de la marisma.  
  También se arrendaba, en lagunas y arroyos, la recolección de sanguijuelas para su uso con fines medicinales. 
La apicultura
  La cría de abejas para la producción de miel se ha realizado en Doñana desde hace siglos. Las colmenas tradicionales construidas de corcho, han sido sustituidas por otras portátiles, de madera que pueden ser trasladadas a los lugares en que las flores favorezcan la producción. Hoy es una actividad en recuperación. 




















No hay comentarios:
Publicar un comentario