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miércoles, 6 de noviembre de 2024

Támara de Campos (Palencia)


  La pequeña localidad palentina de Támara de Campos se encuentra situada en la extensa llanura Tierra de Campos, a escasa distancia del Camino Francés a Santiago y del Canal de Castilla. De rico pasado histórico se cree que en esta villa tuvo lugar en 1037 la Batalla de Támara, hecho que dio origen a la unión de los Reinos de Castilla y de León.
 

 

Muralla, Arco y Fuente del Caño
 
 La Muralla, que data del siglo XI, está realizada en diferentes materiales. Domina la mampostería y el tapial, quedando reducidas a piedra de sillería las cuatro puertas de acceso a la villa, de las cuales solo se conserva la del Caño, y escasos restos de la Puerta de Santoyo, el llamado Arco de san Miguel.

 En el Arco se observan los anclajes de los goznes de las puertas y el canal por donde descendía el rastrillo de hierro. En la parte interior está la imagen de la Virgen, falsa talla que sustituye a la original, robada en los años noventa, de estilo románico.

 Fuente del Caño, de estilo renacentista, con pilón rectangular, que hoy alberga peces. Su función es la de abrevadero de animales.
 

Iglesia Capilla del Hospital de Peregrinos
 
  Iglesia de estilo románico, siglo XII. Planta rectangular y única nave apoyada sobre pilastras adosadas al muro. Destaca la espadaña de tres arcos, sobre el ábside. Portada de arquivoltas románicas con motivos geométricos, vegetales, taqueado jaqués...
 
  La Orden Sanjuanista tenía como fin principal el cuidado de los peregrinos enfermos que acudían a los Santos Lugares. El hospital de Támara, a petición de Doña María de Almenara, fue fundado por Alfonso VII en 1190, y supuso una gran afluencia de peregrinos que contribuyeron, con sus limosnas, a la financiación de la construcción de la iglesia de san Hiplito. 
 
Museo etnográfico, en el que destacan aperos agrícolas, una antigua escuela y el original del himno a la bandera, compuesto por D. Sinesio Delgado. 
 

 



La iglesia de san Hipóliro el Real
 
  Magnifico templo gótico del siglo XIV, el elemento más destacado en el exterior es su grandiosa torre. Esta torre se encuentra adosada en la zona de los pies de la nave central. La torre primitiva se vino abajo en el siglo XVI y fue sustituida por la actual, del siglo XVII y de influencias herrerianas. La torre tiene forma cuadrada y está compuesta por cuatro cuerpos. En el segundo cuerpo se hallan los escudos de los Reyes Católicos. la parte superior está rematada por una balaustrada y pináculos piramidales terminados en bolas, elemento propio de la decoración del Escorial.
 



  En la zona de los pies de la iglesia cuenta con tres entradas, una por cada nave. Las puertas de acceso laterales están formadas por varias arquivoltas apuntadas y cerradas por un arco conopial, decorado con motivos vegetales propio del estilo gótico tardío.  En el tímpano de la puerta del lado del evangelio apenas se conservan unos restos de la Virgen sedente.
 

 El acceso a la nave central se realiza a través de un arco de medio punto, correspondiente al primer cuerpo de la torre. Esta iglesia también posee una entrada en el lateral norte que  consta de varias arquivoltas de medio punto.
 

  La iglesia de san Hipólito el Real posee una planta de cruz latina compuesta por tres naves, el brazo del  transepto y la cabecera poligonal. Las nubes están cerradas por bóbedas de crucería. En su interior son numerosos los atractivos y las joyas de arte que se pueden contemplar.
 


 
  En la zona del altar se encuentra el Retablo Mayor de estilo churriguescos realizado a finales del siglo XVII. El retablo consta de dos cuerpos y cinco calles. En este retablo se narran varios episodios de la vida de san Hipólito.


  El altar esta cerrado por una enorme reja de principios del siglo XVI; en el remate aparece el escudo de Felipe el Hermoso. En los ábsides laterales se colocan dos retablos, uno dedicado a san Juan Bautista y el otro a la Virgen de Pópulo.
 




 
 En el brazo del transepto son significativos dos retablos de estilo barroco: el de la Soledad y el retablo del Cristo de las Batallas. Adosado a una de las columnas que separan la nave principal de las laterales se halla el magnífico púlpito de estilo gótico tardío, que representa decoración mudéjar y tornavoz renacentista.

 Junto al coro se encuentra un órgano barroco de gran calidad que se sustenta únicamente por una columna. También destaca la pila bautismal que se localiza en una capilla junto al coro, en el lado de la epístola. La pila bautismal es de mármol y posee una taza gótica que recoge varias escenas de la vida de Cristo bajo arcos conopiales.
 



 

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