Un viaje extraordinario. El efecto espejo de los océanos

   Un viaje extraordinario. El efecto espejo de los océanos es un viaje entorno a una serie de preguntas e historias que emergen de los océanos, en muchos casos a partir de iconos del mundo del cine o la literatura, diseños paradigmáticos inspirados en los océanos, objetos y obras de arte que bucean en su imaginario o voces claves que estudiaron los océanos y proyectaron lo que sabemos sobre ello.

 

 

 "No hay nada más hermoso que la forma en que el océano

se niega a dejar de besar la costa, sin importar cuántas

veces se aleje". Sarah Kay

 

 

 "He nacido en una noche de huracán. Volaban tejas, caían árboles y murallas. Así me embelesa el viento el mar furioso y las olas bravas y arrogantes batiendo las costas graníticas. Y así también es mi carácter". Ángeles Alvariño

 

 

¿Qué pasaría si cabalgásemos a lomos de los caballos de espuma?

   

   Desde los caballitos de Totora de perú a las tablas de surf de Hawái; desde el Atlántico, el Pacífico, el Índico o los océanos polares; la filosofía del surf oculta historias de mujeres pioneras que contribuyeron de forma definitiva a su evolución.

 

   Una de las primeras descripciones del surf la encontramos en el diario del naturalista Joseph Banks, quien acompañó al capitán James Cook, en el primero de sus viajes, cuando por primera vez un grupo de europeos entró en contacto con los pueblos de la Polinesia. En una de las entradas de su diario, fechada en 1769, leemos que Banks y sus compañeros pudieron contemplar un extraño pasatiempo de los indígenas; "Su diversión principal la llevan a cabo en una vieja canoa, con la que avanzaban hasta el extremo de la rompiente, donde uno o dos de ellos subían encima oponiendo el extremo chato de la canoa a las olas, precipitándose con increíble rapidez". 

 

 

"Sin agua, no hay vida. Sin azul no hay verde. Sylvia Earle 

 

 

¿Qué pasaría si desafiásemos las olas en solitario? 

 

  El 3 de julio de 1895, el capitán canadiense Joshua Slocum partió del faro de la isla de Sambro en Nueva Escocia a bordo de su velero Spray. Tres años después llegó al puerto de Newport, Rhode Island. Era la primera vez en la historia que alguien conseguía circunnavegar el globo en solitario y la hazaña le convirtió en uno de los pioneros de las competiciones de navegación, aunque no será hasta 1960 cuando tuvo lugar la Single-Handed Trans- Atlantic Race (STAR), la primera competición para navegantes en solitario.

 

 

 ¿Qué pasaría si escuchásemos el verdadero canto de las sirenas?

 

  Los ama en Japón y las haenyeo de la isla de Jeju en Corea del Sur son pescadores que descienden a las profundidades del Pacífico a pleno pulmón para recolectar perlas, moluscos, crustáceos y algas, una tradición que se remonta hasta hace dos mil años. Las buceadoras forman comunidades de mujeres que transmiten sus conocimientos y experiencias de generación en generación. Se cree que uno de los motivos por los que en su mayoría son mujeres es porque tienen naturalmente un mayor porcentaje de grasa subcutánea, lo que les permite aguantar más tiempo las frías aguas de las profundidades. 

 

 

¿Qué pasaría si no existiesen las labradoras del mar?  

 

  Al igual que las ama y las haenyeo, las mariscadoras y las rederas ofrecen un modelo de economía sostenible que respeta el medio marino y favorece la conservación de los ecosistemas en los que desarrollan su actividad. una actividad que en tiempos fue una labor marginal en el sostenimiento de la economía familiar y que, a partir de la organización cooperativista entre mujeres, ha llegado a profesionalizarse y resulta cada vez más reconocida. 

 

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