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lunes, 23 de mayo de 2022

República de Túnez


 
 Túnez, es un país de contrastes, en un sólo viaje de unos diez o doce días, se pueden descubrir vestigios cartagineses, romanos y arte islámico, medinas fortificadas, mezquitas y zocos, oasis en el desierto del Sáhara , playas costa mediterránea y la isla de Djerba.
 
Hammamet


 Quien haya estado una vez en Oriente no lo olvidará nunca: la llamada melódica del almuédano que convoca desde el alminar de la mezquita al pueblo para que acuda a la oración. "Dios es grande. Testimonio que no hay ningún Dios fuera de Alá. Testimonio que Mahoma es el enviado de Dios. ¡Venid aquí a orar!". Esta llamada suena cinco veces al día: una antes de la salida del sol, a mediodía, por la tarde, a la puesta de sol y dos horas después.

Vista de Hammamet desde la medina fortificada




Continente: África
Capital: Túnez
Idioma oficial: árabe
Moneda: dinar tunecino
Religión: musulmana
Diferencia horaria: 1 hora menos que en España
Duración del vuelo desde Madrid: 2h 15min








 "Los primeros navegantes bordeaban el Cabo Bou y la gloriosa imagen del Golfo de Túnez se abría ante sus ojos. Sus aguas esmeraldas rompían en las doradas playas formando un delicado encaje de espuma". (A.Maccallum. "Túnez un mosaico de razas bajo bandera francesa) 1921

Uno de nuestros "despertadores" al alba.




 La cocina tunecina por tradición islámica y por la cultura bereber es típicamente norteafricana, utiliza especias algunas muy  picantes, muchos vegetales, pescados y el cordero es la carne más apreciada. La cerveza tunecina es muy suave. Las legumbres son un complemento esencial, lentejas y garbanzos, en la cocina de Túnez.
 Los licores más conocidos son el Thibarine, licor de dátiles muy dulce y el Boukha, un brandy de higos. Los dátiles son excelentes y hay muchas chumberas



Los peces significan "buena suerte y protección" para el morador de la casa

 Las medinas estaban rodeadas de altas murallas. Varias puertas, guardadas por torres fortificadas o bastiones, facilitaban la entrada.
  A unos 70 km al sur de Túnez capital se extiende la costa del Golfo de Hammamet, alrededor del cual se alinean algunas de las playas más bonitas del país. Su  belleza ya sedujo a antiguas civilizaciones como la romana y la fenicia, que se asentó en esta zona. Hammamet cuenta con la playa más extensa del golfo, el mejor punto para contemplar su suave línea arenosa es el ribat o fuerte que preside la localidad, cuya muralla rodea una medina bien conservada que alberga a cielo abierto un pequeño y encantador zoco. 


Cementerio de Hammamet






Marché central de Hammamet

No se aprecia en la foto pero, el pulpo está vivo.












 Sidi Bou Saïd, o la ciudad de las puertas, ya que sus famosas puertas de color azul intenso son una de las grandes protagonistas de este encantador lugar.






 El nombre de este pueblo significa "Mi señor padre feliz". Fue denominada así en honor del erudito tunecino Abu Saïd Khalaf Ibn Yahya el-Tamimi el Béjí, alias Sidi Bou Saïd.

Buganvillas





El famoso Café de las Nattes

 Semejante a los pueblos de las islas griegas, sus casas de arquitectura árabe-andalusí, intensamente blancas con puertas azules y ventanas, mashrabiyas (celosías) también azules. Situada a unos 20 km de la capital de Túnez y cercana a la importante ciudad de Cartago.
 
El famoso Café des Délices







Vista desde la ladera frente al puerto, cerca se extienden las playas de Gammarth y la Marsa.















  Hammam cuesta imaginar una ciudad tunecina sin casa de baños. La costumbre de construir hammams se heredó de la antigüedad y se hizo necesaria con la llegada del islam, que exige una limpieza ritual, antes de la oración.
 

 

 

La harissa, una pasta tradicional bereber de guindilla, ajo, tomate concentrado y aceite de oliva, está presente en toda mesa tunecina y acompaña prácticamente todos los platos. Dicen que abre el apetito y que refuerza y desinfecta el organismo, incluido el aparato respiratorio. La harissa se sirve a veces con pequeños pedazos de atún y aceitunas. Otras hierbas y especias típicas de la cocina tunecina son la hierbabuena, el cilantro, la semilla de anís, el azafrán, la canela y el comino.
 

 




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